Su nuevo propósito para perder peso: conducir menos

Por lo se refiere al beneficio medioambiental adicional, conducir menos (y, en lugar de eso, hacer más ejercicio físico) podría reducir el consumo de gasolina de EE. UU., que ha aumentado junto con la epidemia de obesidad, informaron los investigadores.

«La obesidad no es problema unidimensional. Podemos realizar cambios individuales que nos afectarán a todos a nivel nacional», afirmó el autor principal del estudio, Sheldon Jacobson, director del laboratorio de simulación y optimización del departamento de informática de la Universidad de Illinois. Por ejemplo, «conducir una milla menos al día hace que consumamos mucho menos combustible. La obesidad no es solo un problema médico, sino también social. Reducir los viajes es una manera de gestionar la epidemia de obesidad y de ahorrar combustible».

Una experta se mostró de acuerdo en que es un paso positivo, sea cual sea la motivación que haya detrás. «Si usted hace cambios saludables como conducir menos (o bien para perder peso, o bien porque le interesa el medio ambiente y ahorrar combustible), a su cuerpo no le importa por qué lo hace, ya que se beneficia igualmente», comentó Samantha Heller, coordinadora de nutrición clínica del Centro de Atención del Cáncer del Hospital Griffin, en Derby, Connecticut.

El promedio del índice de masa corporal (IMC), una medida de la grasa corporal de una persona, en los Estados Unidos ha aumentado en las últimas décadas, y la economía nacional se ve perjudicada por los costos en atención de salud relacionados con la obesidad. Solo en California, los costos anuales de atención de la salud debidos a la obesidad alcanzaron casi los 42 mil millones de dólares, según la información de respaldo con que contó el estudio. Las investigaciones previas estimaron que la obesidad hace que se consuman mil millones de galones de gasolina adicionales al año en Estados Unidos.

Para ver el impacto que los pequeños cambios en el estilo de vida podrían tener sobre los niveles nacionales de obesidad, Jacobson y colegas diseñaron un modelo estadístico para predecir qué ocurriría si las personas condujeran una milla (aproximadamente 1.5 km) menos al día o si consumieran 100 calorías menos al día. El IMC nacional era de 27.55 en 2010. Por encima de 24.5 se considera que hay sobrepeso. A partir de 30 se considera que es obesidad. Los investigadores hallaron que si los estadounidenses condujeran una milla menos al día, el IMC bajaría 0.21 puntos después de seis años. Y, si los estadounidenses consumieran 100 calorías menos al día, el IMC bajaría 0.16 puntos en 3 años, según el estudio.

«Se reduce el IMC de un modo más directo si se consume menos comida, pero en ambos casos se trata de cambios significativos a nivel nacional. Por cada descenso de 0.1 o 0.2 puntos, empezamos a ver cada vez a más gente sana. Y estamos hablando de un posible ahorro de miles de millones de dólares», aseguró Jacobson.

Heller afirmó que es relativamente sencillo reducir esas calorías de la dieta. «Es una banana o un par de galletitas o un café con leche de tamaño reducido. Es muy fácil reducir cien calorías de su dieta, y su cuerpo no [las] echará de menos», añadió. También sugirió que no comer refrigerios después de la cena podría ser un modo rápido de reducir unas calorías adicionales de su dieta. O deje de comer el postre por la noche. Los cambios pequeños se pueden acumular rápidamente. «Concentrarse en algunas técnicas sencillas que reducen las calorías poco a poco puede ser muy útil», aseguró.

El estudio aparece en una edición reciente en línea de la revista Preventive Medicine.

Tomado de MedlinePlus