Comer frutos secos de forma frecuente aumenta la esperanza de vida, así lo concluye un estudio elaborado por la Universidad de Harvard durante 30 años, el más largo realizado en Estados Unidos sobre la relación entre mortalidad y el consumo de estos alimentos. Los investigadores no pueden especificar cuál es la relación causa-efecto exacta, pero «la vinculación es evidente».
De la misma forma estos científicos aseguran que consumirlos siete veces o más a la semana disminuye en un 29% el riesgo de morir de infarto y en un 11% de cáncer, respecto a aquellos que no los comen en absoluto. Estos alimentos han sido poco recomendados por la comunidad médica durante años por su alto contenido calórico.
«La percepción de que si comes más frutos secos vas a engordar ha sido revocada en nuestro estudio», aseguró la doctora de Harvard, Ying Bao, a AP. Bao es la líder de la investigación publicada esta semana en el New England Journal of Medicine y que ha sido subvencionada, entre otros, por los Institutos Nacionales de Salud.
Cada año, un millón de personas fallece en EE UU por infarto o cáncer, según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades. Los frutos secos a estudio fueron los pistachos, las almendras y las nueces, principalmente. No se tuvo en cuenta si eran salados, horneados o crudos.
Los científicos analizaron los datos de 119.000 mujeres y hombres y encontraron que aquellos que comían frutos secos cada día tuvieron un 20% menos de probabilidades de fallecer durante la elaboración del estudio que aquellos que no los comían nunca. No se encontró ninguna diferencia entre géneros.
En 2003, la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de EE UU aseguró que incluir los frutos secos en la dieta «reducía la incidencia de padecer enfermedades cardíacas». Además, la Asociación Americana de Médicos recomienda cuatro raciones de estos alimentos a la semana, aunque sin sal, y «advierte que comer muchos, engorda».
El grupo de trabajo de Bao es uno de los más sólidos del país en cuanto a la investigación alimenticia se refiere. Estudios anteriores ya habían concluido que comer frutos secos disminuía la probabilidad de padecer infartos, diabetes, cáncer de colon y otras enfermedades.
«Me siento muy confiada de que los frutos secos muestren un beneficio tan alto. Hemos hecho muchos análisis, muchas pruebas y muchas evaluaciones para poder eliminar otros factores», sostuvo Bao. Por ejemplo, «entre fumadores y no fumadores, personas con diabetes y sin ella, y, constantemente, seguíamos viendo un constante beneficio de los frutos secos», añadió.
Los participantes que los consumieron durante el estudio eran más propensos «a pesar menos; a hacer más ejercicio; a fumar menos, entre otras cosas». Los investigadores no saben cuál es la causa de que esto ocurra.
«Puede ser por las grasas insaturadas que contienen, los minerales y otros nutrientes que favorecen la bajada de los niveles de colesterol malo, las inflamaciones y otros tipos de patologías», continúa el informe.
«Las personas que comen frutos suelen hacerlo en ensaladas, por lo que consumir verduras de hoja verde puede ayudar», explicaron varios expertos a la misma agencia. «Normalmente, cuando comes este alimento, comes menos patatas fritas, por lo que el beneficio podría venir de consumir menos comida basura», añadieron otros.
«No sabemos cuáles son los frutos secos que producen estos beneficios. Lo mejor es que la gente mezcle varios tipos. Pero es importante que los ciudadanos recuerden que no son substituto de llevar un estilo de vida saludable», terminó Bao. Esto significa: «que se deben comer muchas verduras, hacer ejercicio, no fumar y limitar el alcohol a uno o dos vasos al día».
Fuente: El País.com
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