Todos los organismos vivos están habitados por una comunidad compleja de microorganismos beneficiosos que son esenciales para su desarrollo, su buena salud y sus interacciones con el ambiente. A menudo estos microorganismos protegen contra microbios perjudiciales a los seres en cuyo interior habitan. Otros microorganismos son esenciales para los organismos en que viven porque les ayudan a digerir algunos de sus alimentos o les proporcionan estos directamente. A cambio, el organismo anfitrión ofrece a su comunidad bacteriana un lugar estable y seguro para vivir. Estas asociaciones mutuamente beneficiosas se denominan simbiosis.
Ahora, una investigación realizada por el equipo de Romina Goldszmid y Giorgio Trinchieri, del Instituto Nacional del Cáncer, uno de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, revela que la comunidad beneficiosa de microorganismos que normalmente vive en el intestino, la conocida como flora intestinal, o microflora intestinal, es además necesaria para que la persona, si enferma de cáncer, obtenga de su cuerpo la mejor reacción posible a terapias comunes para tratarle su tumor.
En el estudio, que se hizo sobre ratones, los científicos constataron que la inmunoterapia anticáncer, que en condiciones normales ralentiza el crecimiento de los tumores cancerosos y prolonga la supervivencia del individuo enfermo, daba resultados claramente peores en ratones sin gérmenes (ratones desprovistos por completo de esos microorganismos), o en ratones que sí los tenían inicialmente pero que fueron tratados de manera muy rigurosa con antibióticos para eliminar todas las bacterias de sus intestinos. El mismo empeoramiento de resultados se observó en fármacos fundamentales para la quimioterapia, tales como el oxaliplatino y el cisplatino, aplicados a ratones de esos grupos.
Los resultados de esta investigación, aunque se haya hecho en ratones, probablemente sean una señal de aviso de que no hay que pasar por alto la ayuda potencial que pueden ofrecerle a un enfermo humano de cáncer esos microorganismos beneficiosos que moran en su interior.
Fuente: NCYT
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