Adultos de mediana edad ayudan a su corazón con actividades físicas regulares

Los adultos de edad mediana que se vinculan regularmente a actividades físicas en sus ratos de ocio por más de una década pueden incrementar la salud de su corazón, de acuerdo con una investigación en la revista Circulation, de la Asociación Americana del Corazón.

En un nuevo estudio, más de 4 200 participantes de edad promedio 49 años, reportaron la duración y frecuencia de actividades físicas durante el ocio, tales como la caminata vigorosa, la jardinería, montar bicicleta, hacer deportes, trabajo doméstico y mantenimiento del hogar.

«No es sólo el ejercicio vigoroso y los deportes lo que es importante» dijo Mark Hamer, autor principal del estudio y profesor asociado de epidemiología y salud pública del University College de Londres. «Estas actividades de ocio representan ejercicios de moderada intensidad que son importantes para la salud. Es especialmente importante para la población vieja mantenerse físicamente activa, ya que esto contribuye a un envejecimiento exitoso».

En las mediciones iniciales en 1991-93, los investigadores analizaron dos marcadores inflamatorios clave, la proteina C-reactiva (CRP) y la interleuquina 6 (IL-6). Los investigadores evaluaron la actividad física y los marcadores inflamatorios en 1997-99 y alrededor de 11 años más tarde. Los participantes físicamente activos al inicio tenían niveles inferiores de CRP y de IL-6 comparados con los que se vincularon escasamente con actividades físicas. La diferencia se mantuvo estable durante los 10 años de seguimiento.

«Los marcadores inflamatorios son importantes, ya que hemos mostrado que son un mecanismo clave que explica el nexo entre la actividad física y el menor riesgo de enfermedades cardiacas», dijo Hamer. «La gente que más se benefició fue aquella que se mantuvo físicamente activa».

Del total, el 49,1% de los participantes cumplía con la recomendación estándar para la salud cardiovascular (2,5 horas semanales de actividad física de moderada a vigorosa). La tasa alcanzó el 83% en las siguientes fases del estudio. «El porcentaje de los participantes que se ejercitan saltó un poco debido a que fueron entrando al retiro durante las últimas fases del estudio», dijo Hamer. «Hemos mostrado que el retiro parece tener un efecto beneficioso sobre los niveles de actividad física».

Aquellos que cambiaron de inactivos a activos mostraron menores niveles de marcadores inflamatorios al seguimiento. «Estudios previos han observado la asociación entre actividad física y marcadores inflamatorios en estudios cruzados y a corto plazo, pero nadie había obtenido estos datos longitudinales» dijo Hamer. «Nuestros datos son mucho más robustos que los de estudios previos, y añaden evidencia que confirma la importancia de la actividad física y sus efectos anti inflamatorios».

Science Daily

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Mark Hamer, Severine Sabia, G. David Batty, Martin J. Shipley, Adam G. Tabàk, Archana Singh-Manoux, and Mika Kivimaki. Physical Activity and Inflammatory Markers Over 10 Years: Follow-Up in Men and Women from the Whitehall II Cohort Study. Circulation, 2012