Un estudio afirma que las personas impulsivas, agresivas o que toman riesgos son más propensas al sobrepeso. Los rasgos de personalidad podrían tener mucho que ver con el peso corporal, según un estudio reciente de Estados Unidos.
Investigadores del Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos hallaron que las personas impulsivas, cínicas, competitivas o agresivas eran más propensas al sobrepeso. Y los que son muy neuróticos o menos concienzudos son propensos a que su peso pase por muchos altibajos.
«Los individuos con esa constelación de rasgos tienden a rendirse a la tentación, y carecen de la disciplina para mantener el control ante las dificultades o la frustración», dijeron los investigadores en un comunicado de prensa del instituto. «Para mantener un peso sano, típicamente es necesario tener una dieta sana y un programa sostenido de actividad física. Ambas cosas requieren compromiso y control. Ese control podría ser difícil para los individuos altamente impulsivos».
Para el estudio, que aparece en la revista de la Asociación Americana de Psicología, Journal of Personality and Social Psychology, los investigadores examinaron datos compilados durante 50 años sobre casi dos mil personas generalmente sanas y altamente educadas para determinar cómo sus personalidades podrían afectar su peso e índice de masa corporal.
Los participantes fueron evaluados en cuanto a cinco rasgos importantes de la personalidad (apertura, escrupulosidad, extraversión, agradabilidad y neuroticismo), además de treinta subgategorías de esos rasgos. También fueron pesados y medidos durante el estudio.
Aunque las personas tienden a aumentar de peso con la edad, el estudio halló que los impulsivos eran los más propensos al sobrepeso. Las personas que puntuaron en el 10% superior de impulsividad pesaban en promedio diez kilos (22 libras) más que las del 10% inferior, señalaron los investigadores.
«Investigaciones anteriores han hallado que los individuos impulsivos son propensos a los atracones de comida y al consumo de alcohol», comentó la autora del estudio Angelina R. Sutin. «Esos patrones conductuales podrían contribuir al aumento de peso con el tiempo».
Las personas que tomaban riesgos o que eran antagónicas, cínicas, competitivas y agresivas también tuvieron un mayor aumento de peso, mostró el estudio.
Por otro lado, el estudio encontró que las personas escrupulosas por lo general son más delgadas y su peso no provocó cambios en la personalidad en la adultez.
«La vía de los rasgos de la personalidad al aumento de peso es compleja, y probablemente incluya mecanismos fisiológicos, además de los conductuales», concluyó Sutin. «Esperamos que al identificar con mayor claridad la asociación entre la personalidad y la obesidad, se desarrollen tratamientos más individualizados. Por ejemplo, las intervenciones de estilo de vida y ejercicio que se hagan en grupo podrían ser más eficaces para los extravertidos que para los introvertidos».
Julio 22/2011 (Intramed)
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