Científicos de varios países demostraron el efecto saludable del café y el té. Un consumo elevado de esas bebidas puede reducir el riesgo de formación de tumores en el sistema nervioso, según publicaron medios alemanes.
Investigadores alemanes analizaron los datos recogidos para el estudio Investigación Preventiva Europea de Cáncer y Nutrición (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition, EPIC), basado en encuestas sobre el consumo de té y café en ciudadanos europeos entre 1991 y el 2000.
Según el sondeo, el país con más alto consumo es Dinamarca, con 798 mililitros por día en comparación con los italianos que solo bebían 98 mililitros diario.
El estudio se realizó en 10 países de Europa sobre los factores de riesgo potenciales del cáncer. Al inicio de la investigación 521 488 hombres y mujeres entre los 25 y 70 años respondieron cuestionarios sobre sus antecedentes médicos, estilo de vida como: dieta, ejercicio, tabaquismo. Los científicos se concentraron en más de 410 000 participantes sin cáncer y con información alimentaria completa.
Durante 8,5 años a 343 pacientes se les diagnosticó glioma, un conjunto de tumores cerebrales responsable del 80% de los cánceres malignos en esa zona entre los adultos, y a otros 245 otro tumor cerebral, generalmente benigno, llamado meningioma.
Tras dividir a los participantes en cuatro y cinco grupos, según el consumo de café y de té al inicio del estudio, el equipo no halló evidencias de una relación causa-efecto. Pero los resultados cambiaron cuando analizaron dos grupos: los que tomaban por lo menos media taza (150 ml) y los que bebían menos o nada de ambas infusiones. Los que más café o té consumían eran un tercio menos propensos a desarrollar glioma, considerando factores como la edad y el tabaquismo.
En Europa, por ejemplo, las tasas anuales de cáncer de tumores cerebrales son entre 4 y 6 casos por cada 100 000 mujeres, y por cada 100 000 hombres entre 6 y 8 casos. La posibilidad de sufrir un tumor cerebral maligno en la vida es de menos del 1%.
La causa de la formación de tumores cerebrales es desconocida en la mayoría de los pacientes, solo la herencia genética o una exposición a radiación en la infancia son causas en la aparición de este tipo de tumores. Por eso parece sorprendente que el riesgo a sufrir una enfermedad tan desconocida pueda reducirse bebiendo un poco más de una taza de café o de té cada día. Sin embargo, el café y el té contienen antioxidantes que protegen a las células corporales del daño que puede producir el cáncer y otras enfermedades.
Los resultados, en más de 500 000 adultos de Europa, se suman además a las evidencias de un estudio reciente en Estados Unidos que asoció el alto consumo de café y de té con una reducción del riesgo de desarrollar gliomas. Pese a que las conclusiones de la investigación fueron calificadas de preliminares, esta desató la esperanza en nuevos resultados. Además, otros estudios demostraron el efecto del café y té en la reducción del riesgo de otros tipos de cáncer, como el de ovario o de hígado.
Según el instituto sueco Karolinska, consumir por lo menos dos tazas al día de té reduce el riesgo de cáncer de ovario en un 46% respecto a los que no lo toman.
Berlín, febrero 13/2011(Notimex)
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