El 30 de enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la COVID-19 como una emergencia de salud pública internacional y el gobierno cubano implementó el primer plan de control y enfrentamiento a la pandemia. Luego, el 3 de marzo de 2020, se aprobó una actualización de ese plan con medidas más concretas, con 497 acciones. A partir de los conocimientos de los científicos y del personal de la salud a partir del 12 de octubre de 2020 se pone en vigor un nuevo plan para enfrentar la COVID-19 en Cuba.
Desde el “Palacio de la Revolución”, el presidente de la república, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, comparecieron en el espacio televisivo “Mesa Redonda” para informar sobre la nueva etapa en el enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba, la vida económica de la nación y otros temas de interés. Se anunció que a partir del lunes 12, trece provincias del país entran en la «nueva normalidad» y La Habana llega a la tercera fase de la etapa de recuperación. Ciego de Ávila y Sancti Spíritus permanecen en la etapa de transmisión autóctona limitada.
El nuevo plan de enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba se divide en tres objetivos fundamentales:
- Transitar hacia una nueva normalidad de manera gradual y asimétrica.
- Mitigar el impacto económico y social ocasionado por la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que impone el gobierno de los Estados Unidos de América.
- Desarrollar las capacidades de enfrentamiento a los eventos que se produzcan en la nueva normalidad.
Según el primer ministro, este plan queda estructurado en tres etapas:
- Etapa epidémica
- Fase de transmisión autóctona limitada: Se detectan y confirman casos de la COVID-19 en los que se establecen nexos epidemiológicos. Aparecen casos en diferentes localidades de un territorio, de manera limitada.
- Fases de transmisión comunitaria: Se detectan y confirman casos de la COVID-19 en los que no se establecen nexos epidemiológicos. Se diagnostican casos en diferentes localidades de un territorio, de manera dispersa y sostenida.
En ambas fases se cierran y se limitan las actividades y los servicios.
- Etapa de recuperación
- Primera fase: Se abre o restituye parcialmente un grupo de actividades de manera tal que permita evaluar su comportamiento, manteniendo regulaciones y restricciones.
- Segunda fase: Se continúan ejecutando acciones para reabrir servicios y actividades, garantizando el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias aprobadas en la fase.
- Tercera fase: Se concibe una mayor normalización de los servicios y actividades productivas, llevando a la normalidad aquellas que se consideren de menor riesgo, manteniendo implementadas las medidas para reducir la enfermedad.
- Etapa de nueva normalidad
Se restablece la actividad productiva y de servicios, fortaleciendo la vigilancia epidemiológica, el cumplimiento y control de las medidas higiénico-sanitarias, así como otras disposiciones que aseguren la protección de la salud, con la participación responsable de las personas, a partir de la adopción de un nuevo código y estilos de vida. (Más información)
Fuente: Cubadebate
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