El Dr. Luis Velázquez, Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, plantea que los síntomas reportados por diplomáticos norteamericanos en La Habana ameritan un encuentro global de especialistas para revisar, discutir y esclarecer su significado.
Los problemas de salud de los diplomáticos fueron la justificación para la decisión de Washington de reducir drásticamente el personal de las embajadas norteamericana y cubana, y de emitir una alerta de no viajar a Cuba, posición que moderó meses después. Sin embargo, el Departamento de Estado ha continuado alegando que estos problemas de salud son resultado de un “ataque”.
En el artículo, “The Enigma of US Diplomats’ Health Symptoms in Havana: Call For a Global Scientific Meeting”, publicado en la revista MEDICC Review, el 31 de octubre de 2018, el Dr. Velázquez rechaza rotundamente esta afirmación: “Basados en la amplia variedad de los síntomas, sin evidencia de daño alguno [las resonancias magnéticas fueron normales], y dada la deficiente metodología utilizada en el único estudio publicado al respecto con autorización gubernamental, es imposible concluir científicamente que estos pacientes hayan sido objeto de ataque alguno por otra persona o entidad, como se ha sugerido”.
El estudio referido es una investigación realizada por científicos de la Universidad de Pennsylvania a 21 diplomáticos publicado en JAMA (Journal of the American Medical Association) a principios de este año. Su diseño y conclusiones fueron criticados por el Dr. Velázquez, especialista en neurofisiología, quien señaló que el estudio también ha sido recibido con escepticismo por otros científicos cubanos e internacionales. Su apreciación coincide con varias cartas a los editores de JAMA, así como con publicaciones posteriores en las revistas Journal of Neurology y Cortex. (Ver entrevista al Dr. Mitchell Valdés, Director del Centro de Neurociencias de Cuba en el mismo número de MEDICC Review, quien detalla su propia crítica sobre el artículo publicado en JAMA.)
El Dr. Velázquez lamentó que “a pesar de solicitudes reiteradas al gobierno de EEUU”, no se les ha permitido a los especialistas cubanos acceder a los casos clínicos o establecer contacto personal con los médicos norteamericanos que evaluaron a los diplomáticos”. Propuso que una reunión global para abordar los problemas de salud de los diplomáticos debería incluir a los científicos norteamericanos que “participaron directamente” en esta evaluación, así como otros de EEUU, Cuba, Canadá y varios otros países, para que contribuyan con sus conocimientos multidisciplinarios y multinacionales en el “esclarecimiento de este problema”.
Sugirió que el encuentro fuese auspiciado por las academias de ciencias de los diferentes países representados y convocado “sobre la base del intercambio abierto y el acceso pleno a la información pertinente…”. En estos momentos, agregó, “por falta de un enfoque científico, las preguntas esenciales se quedan sin responder y aquellos que han reportado los síntomas no tienen aún una respuesta que los explique”.
Una vez más, los cubanos recurren a la comunidad internacional ante la hostilidad de EEUU: esta semana, como durante los 26 años anteriores, se espera que la Asamblea General de Naciones Unidas exprese su rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, bloqueo que el Presidente Barack Obama había dado pasos para desmantelar. Un informe del gobierno cubano aporta ejemplos de cómo el bloqueo ha causado $4 mil millones de dólares en daños adicionales durante el primer año de la administración Trump, perjudicando, entre otros, a médicos, hospitales y pacientes en Cuba.
Fuente: MEDICC Review
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