En nuestro país existe un Programa Nacional para la Atención Integral del Hemofílico, jerarquizado por el Instituto de Hematología e Inmunología (IHI) del Ministerio de Salud Pública, que permite brindarles a los pacientes asistencia especializada y capacitación sobre el comportamiento de esta dolencia, y contribuir con ello a una adecuada integración social. Leer más…
Un estudio internacional que se publica en el último número de The New England Journal of Medicine (doi:10.1056/NEJMoa1110169)ha hallado que los trasplantes de médula ósea no son la mejor opción para algunos pacientes jóvenes con leucemia linfoblástica aguda (LLA) que no logran la remisión clínica tras las semanas iniciales de quimioterapia de inducción.
El trabajo, que ha implicado a catorce grupos de investigación en Estados Unidos, Europa y Asia y ha sido coordinado por Ching-Hon Pui, jefe del Departamento de Oncología del Hospital Infantil de Investigación St. Jude, en Tennessee (Estados Unidos), ha identificado un subtipo de pacientes jóvenes que lograron unas tasas de supervivencia a 10 años del 72 % tras quimioterapia adicional, por tanto superiores a las del trasplante de médula ósea. Los pacientes se encontraban entre el 85 % estimado de niños con LLA cuyos cánceres comienzan en las células hematopoyéticas destinadas a convertirse en células B. «El fracaso del tratamiento de inducción es una complicación rara, que afecta sólo al 2 ó 3 % del total de los pacientes pediátricos con LLA. Pero estos niños tienen un elevado riesgo de mal pronóstico y siempre se ha pensado que son candidatos al trasplante de médula ósea. Los resultados del nuevo estudio nos indican que el fallo de la terapia de inducción no debería ser considerada durante más tiempo una indicación automática para un trasplante», ha afirmado Pui.
Estudio muy amplio
Los científicos del trabajo aparecido en New England evaluaron el pronóstico de 44 017 pacientes con LLA de 17 años de edad y más jóvenes cuyo cáncer fue descubierto durante un periodo de 15 años, que finalizó en diciembre del año 2000. Cada uno de los participantes fue tratado en un ensayo clínico de uno de los centros que participaron en el análisis colaborativo internacional, entre ellos, algunos pacientes del Hospital St. Jude.
Tras este paso, los autores del trabajo evaluaron a 1041 pacientes cuyo cáncer no remitió durante las siguientes 4 ó 6 semanas de la terapia de inducción.
Históricamente, el pronóstico ha sido desalentador para los enfermos en los que la inducción fracasaba. Sin embargo, el nuevo estudio ha hallado tasas de supervivencia a largo plazo del 72 % entre aquellos pacientes jóvenes con LLA de células B tratados con quimioterapia adicional tras la terapia de inducción fallida. Los pacientes tenían edades comprendidas entre 1 y 5 años cuando se les diagnosticó el cáncer hematológico y muchos de ellos tenían más de 50 cromosomas en sus células leucémicas.
Pacientes beneficiados
Los pacientes pediátricos que se beneficiaron de la quimioterapia adicional no tuvieron otros marcadores de alto riesgo, como recuento elevado de células hematopoyéticas o reordenamientos cromosómicos en el gen MLL.
Los enfermos con un reordenamiento cromosómico denominado cromosoma Filadelfia no fueron incluidos en el análisis debido a que los nuevos fármacos han conducido a una mejora significativa en su pronóstico. Alrededor del 13 % de fallos en el tratamiento de inducción en LLA implicaron a pacientes con la alteración genética.
El estudio ha concluido también que los trasplantes siguen siendo la mejor opción para el resto de pacientes jóvenes con LLA en los que la terapia de inducción no ha funcionado. Los autores del estudio multicéntrico han recordado que el trasplante de médula ósea trae consigo el reemplazo de la médula ósea del paciente con células madre precursoras de la sangre a partir de un donante genéticamente emparentado. El procedimiento deja al enfermo en riesgo de problemas de salud inmediatos y crónicos.
abril 13/2012 (Diario Médico)
Martin Schrappe, Stephen P. Hunger, Ching-Hon Pui, Vaskar Saha, Paul S. Gaynon, André Baruchel.Outcomes after Induction Failure in Childhood Acute Lymphoblastic Leukemia.N Engl J Med ; 366:1371-1381. Abr 12, 2012
Científicos británicos han descubierto una enzima a la que dirigir los
medicamentos para combatir la leucemia mieloide aguda, un cáncer muy
agresivo con un porcentaje bajo de supervivencia, explicó el
investigador Tim Somervaille. En el Reino Unido se diagnostican
anualmente 2.380 casos de esta enfermedad.
En la actualidad, el 40% de los pacientes menores de 60 años logra
sobrevivir a ese mal cinco años o más después de haber sido
diagnosticados.
Un equipo del Paterson Institute for Cancer Research de la Universidad
de Manchester descubrió que esta enzima, denominada LSD1, ayuda a
controlar si los genes responsables de este cáncer se activan o no.
Según los expertos, bloquear esta enzima permitiría prevenir la
producción de las proteínas que impulsan la enfermedad, lo que supone
un enfoque «totalmente nuevo» a la hora de tratar esta dolencia,
detalló Somervaille, de la organización pública Cancer Research UK.
Gracias a este hallazgo, expertos de este organismo lograron frenar el
crecimiento de las células de la leucemia en muestras extraídas de
ratones y de humanos, para lo que utilizaron un conjunto de moléculas
que detuvieron la actividad de la enzima responsable.
«Hemos descubierto un nuevo objetivo, una enzima en las células, que
cuando se inhibe provoca que las células de la leucemia dejen de
crecer. Estamos muy emocionados», afirmó Somervaille, a raíz de la
publicación de un artículo sobre su estudio en el último número de la
revista médica británica Cancer Cell.
«Es difícil tratar con éxito a estos pacientes porque no hay muchos
medicamentos diana (aquellos que se dirigen a un objetivo terapéutico
determinado) disponibles y los tratamientos tradicionales como la
quimioterapia agresiva y el trasplante de médula ósea no funcionan en
todos los enfermos. Es urgente desarrollar nuevas curas», subrayó
Somervaille.
La investigación, que comenzó hace casi cuatro años, se encuentra
todavía en la primera fase en el proceso de desarrollo de un nuevo
medicamento, subrayó el experto, quien se mostró optimista con los
plazos porque en su opinión la industria ha mostrado interés por esta
enzima.
«Es muy pronto aún, pero esperamos que los ensayos clínicos en humanos comiencen muy pronto, en un año o dos como mucho, porque varios laboratorios trabajan ya en medicamentos para inhibir esta enzima», apuntó Somervaille.
Sin embargo, si los ensayos clínicos tuviesen éxito aún harían falta
entre tres y cinco años para que el medicamento estuviese disponible.
Fuente: Con información de Agencia EFE
02/04/2012
Se consideran neoplasias mieloides relacionadas o secundarias a tratamiento (NM-t ) todas las enfermedades hematológicas de origen mieloide que se observan en pacientes tratados con agentes citotóxicos debido a enfermedades neoplásicas (benignas o malignas) o autoinmunes. Las NM-t son, principalmente, leucemias mieloides agudas, síndromes mielodisplásicos y neoplasias mielodisplásicas/mieloproliferativas secundarias a tratamiento. (Ver más)
La nueva «aspirina de diseño» logró hacer descender la curva de crecimiento de 11 tipos diferentes de células de cáncer en cultivo sin dañar las células normales, según reportó un equipo de la Sophie Davis School of Biomedical Education del City College, que publicó sus resultados en la ACS Medicinal Chemistry Letters (DOI: 10.1021/ml300002m).
Las células de cáncer involucradas en el estudio eran de colon, páncreas, pulmón, próstata, mama y leucemia.
«Los componentes clave de este nuevo compuesto lo hacen muy poderoso, y sin embargo de toxicidad mínima para las células», dijo el investigador jefe del grupo, Khosrow Kashfi.
Según un segundo estudio de investigadores del City College y Kenneth Olson, de la Universidad de Indiana, el compuesto de aspirina también redujo los tumores humanos de cáncer de colon un 85 % en animales vivos, sin efectos adversos.
Esta investigación será publicada en la revista Biochemical and Biophysical Research Communications.
«Si lo que vimos en animales pudiera ser trasladado a los seres humanos, podría ser usada en combinación con otras drogas para reducir los tumores antes de la quimioterapia o la cirugía», explicó Kashfi.
La aspirina y otras drogas antiinflamatorias no esteroides, como el ibuprofeno y el naproxeno, son conocidas en primer lugar por sus propiedades contra la inflamación.
En los años 80, además, nueva evidencia científica comprobó la utilidad de una dosis diaria de aspirina para reducir el riesgo de ACV y ataque cardíaco.
Actualmente se busca definir si el uso regular de aspirina y otros antiinflamatorios no esteroides inhiben efectivamente el crecimiento del cáncer.
Según Kashfi, «hay muchos datos sobre la aspirina que demuestran que su consumo sobre base regular reduce en promedio un 50 % el riesgo de desarrollar cáncer de colon, en comparación con quienes no la toman».
Sin embargo, el uso prolongado de aspirina puede presentar riesgos para el riñón y la generación de úlceras sangrantes: de ahí que los investigadores hayan creado un nuevo híbrido, al que llamaron «aspirina NOSH», que reduce sus efectos colaterales y ahora al parecer es efectivo contra el cáncer.
Solo 24 horas después de haber tratado un cultivo de células de cáncer, la aspirina NOSH demostró 100 000 veces mayor potencia que la aspirina común, de modo que se necesita mucha menor cantidad para conseguir igual resultado.
El panorama actual, según los investigadores, está listo para el desarrollo de una droga basada en aspirina NOSH, aunque aún faltan años para cualquier terapia destinado a los seres humanos.
marzo 10/2012 (ANSA) –
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
Ravinder Kodela, Mitali Chattopadhyay,Khosrow Kashfi. NOSH-Aspirin: A Novel Nitric Oxide?Hydrogen Sulfide-Releasing Hybrid: A New Class of Anti-inflammatory Pharmaceuticals. ACS Med. Chem. Lett., 2012, 3 (3), pp 257?262. Ene 28, 2012
La hemofilia es un trastorno hemorrágico con disminución o ausencia de la actividad procoagulante del factor VIII o del IX. Las primeras descripciones de esta enfermedad son tan antiguas como la propia humanidad. A lo largo de los años, la hemofilia ha sido nombrada «enfermedad real» debido a que la padecieron diversos miembros de las familias reales europeas. En la actualidad, mediante estudios moleculares, se encontró el defecto genético causante de la enfermedad en los varones hemofílicos de la familia de la Reina Victoria y se encontró que sus descendientes padecieron una hemofilia B severa. El fenotipo de esta enfermedad es hemorrágico; se observan sangramientos en diversos sitios de la economía condicionados fundamentalmente por los niveles del factor deficiente. Existen otros factores que intervienen en las características fenotípicas variables de estos pacientes, entre ellos: las características intrínsecas de los factores VIII/IX, la presencia de genes modificadores y factores ambientales que influyen sobre la severidad de la enfermedad. (Ver más)
La enfermedad de Castleman (EC) es un raro desorden linfoproliferativo de etiología desconocida, caracterizado por el crecimiento expansivo del tejido linfático. Sinónimos de la EC son la hiperplasia angiofolicular, la hiperplasia nodular linfoide y el hamartoma linfoide angiomatoso. La hiperplasia nodular linfoide fue descrita por Benjamín Castleman en 1954 a raíz de un grupo de pacientes con grandes masas mediastínicas que parecían timomas. En 1972, Keller denominó esta entidad como EC y clasificó 81 casos, desde el punto de vista histológico, en una variedad hialinovascular y una variedad de células plasmáticas.
El segundo transplante autólogo de médula ósea de la historia del oriente cubano, se realizó esta semana en el hospital clínico quirúrgico Lucía Íñiguez de la provincia de Holguín a una joven del municipio de Antilla de 23 años de edad, quien padece un linfoma de Hodgkin de mal pronóstico. Se le aplicó el procedimiento terapéutico entre el día 15 al 17 de este mes de febrero, por lo cual aún permanece bajo medidas rigurosas de aislamiento protector para evitar complicaciones que pueda entorpecer su evolución satisfactoria.
El doctor Fernando Cruz Tamayo, jefe del servicio provincial de Onco-Hematología de Holguín, que realizó el proceder junto a los también hematólogos Leonardo Laguna, Jaime Martínez, Ana Monert, Luis Niebla y Rafael León, significó que la paciente transita por el período más crítico del transplante en estos momentos, pero se encuentra estable.
Cruz Tamayo reconoció que Holguín, una de las tres provincias del país donde se desarrolla el proceder y con cobertura asistencial para todo el oriente cubano, entrena actualmente a profesionales de territorios vecinos en el tratamiento de enfermos hematológicos y el trasplante es un tema de reciente incorporación a esta preparación.
Además informó que «marchamos a la vanguardia en la medicina regenerativa y en estos momentos se prepara un proyecto para un ensayo clínico que beneficiará a un mayor número de pacientes de diferentes especialidades, como gastroenterología y angiología».
No dudó en resaltar que «los logros obtenidos parten de la voluntad política de nuestro hospital y sus directivos de apoyar decisivamente el desarrollo científico de los investigadores».
La aplicación del segundo transplante en el «Lucía Íñiguez», sucede poco después de la Certificación oficial del servicio de Hematología para sistematizar ese tratamiento en pacientes con hemopatías malignas y otras enfermedades y sus protagonistas lo dedican a los profesores participantes en su formación, especialmente a la memoria de la doctora Martha Sagarra, del Instituto de Hematología de La Habana.









