Hematología en Cuba

El eminente médico español Claudio Delgado Amestoy (1843-1916), amigo y fiel colaborador del sabio cubano doctor Carlos J. Finlay Barrés (1833-1915), en sus estudios sobre la etiología de la fiebre amarilla, fue también el iniciador de la práctica de la hematología en Cuba.

El doctor Delgado fue asimismo autor del trabajo que inauguró la bibliografía nacional en esta disciplina, cuando el 24 de septiembre de 1881 presentó a los miembros de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana una ponencia con el título de “Reseña de los progresos realizados hasta el día en el conteo de los glóbulos de la sangre”,que al año siguiente vio la luz en el órgano oficial de esa corporación científica.

Con posterioridad a la publicación de este artículo inicial, fueron muchos los trabajos sobre diversos temas relativos al estudio de la sangre, divulgados en revistas científicas cubanas que se editaron a partir de los años finales del siglo XIX y a todo lo largo de las primeras 7 décadas del XX.

Las páginas de los Archivos de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, de los Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, de la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana, de la Revista de Medicina y Cirugía de La Habana, la Revista Médica Cubana, la Revista Cubana de Medicina, la Revista Cubana de Pediatría y de Vida Nueva, por solo citar algunas, guardan interesantes trabajos de autores nacionales, que permiten apreciar la evolución en el tiempo de la disciplina en Cuba.

Lamentablemente, esta útil literatura se mantiene todavía dispersa en las publicaciones citadas y en otras revistas. Ello sugiere la necesidad urgente de sistematizarla, so pena de que permanezca en la ignorancia o se hunda en el olvido, por cuanto el inexorable paso del tiempo está ejerciendo un efecto cada vez más dañino sobre el soporte de papel en el que se atesora.

El primer intento para garantizar que la actual y las futuras generaciones de hematólogos y otros profesionales vinculados con la disciplina dispusieran de una fuente de información, donde se registren para la posteridad en un solo cuerpo todos los trabajos sobre la materia referidos a un período, fue la “Compilación de los artículos publicados en la Revista Cubana de Hematología, Inmunología y hemoterapia”.

Fue confeccionada por un especialista del Instituto de Hematología e Inmunología y dada a conocer en la primera entrega de ese título en 1998, con el objetivo de garantizar el control y difusión de la producción científica de los autores de esta y de otras instituciones, que en aquel tiempo reflejaron por conducto de sus páginas los resultados de sus investigaciones.

La Hematología es la especialidad que estudia la sangre íntegralmente. Su desarrollo universal adquiere especial impulso a partir de la II Guerra Mundial. En Cuba, es en la década de los 60 que se considera académicamente como una especialidad.

En 1966 se crea el Instituto de Hematología e Inmunología (IHI) con la misión de desarrollar los aspectos clínicos, docentes e investigativos en esta especialidad y se organizó gradualmente una infraestructura que ha permitido cumplir con estas misiones. En la actualidad existen: el Instituto Nacional de Investigaciones en Hematología e inmunología, 25 servicios clínicos de hematología de adultos y 14 pediátricos.

Se garantiza la terapia transfusional con hemocomponentes procedentes de 48 bancos de sangre, y se cuenta con otros inmunomoduladores de producción nacional como las gammaglobulinas humanas intramuscular y endovenosa (Intacglobín) procedentes de la Planta para el Fraccionamiento de Plasma, y el factor de transferencia leucocitario que produce el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.

Hasta la fecha, se han formado más de 200 especialistas médicos y decenas de tecnólogos con este perfil. En estas instituciones laboran, además, otros profesionales no médicos y especialistas médicos afines, como patólogos e inmunólogos.

Se ha alcanzado una cobertura nacional de hematólogos e inmunólogos en las 14 provincias cubanas y el país se autoabastece de sangre de alta calidad, con las más de las 400 000 donaciones de sangre voluntarias y altruistas que se obtienen anualmente y que garantizan a todos los hospitales los componentes y hemoderivados necesarios.

Anemias nutricionales

En esta área de investigación, los objetivos del trabajo desde las primeras etapas han permitido conocer las causas, frecuencia e intensidad de la anemia en nuestro país y su repercusión sobre el estado de salud del individuo.

Igualmente, la prevención de la anemia por deficiencia de hierro en los grupos más expuestos; el desarrollo de una tecnología adecuada que permitiera enfrentar estos estudios con el más alto rigor científico; así como el estudio de las proteínas transportadoras del ácido fólico y el seguimiento de las enfermedades hematológicas malignas.

Se han identificado las poblaciones de riesgo para la deficiencia de hierro: las mujeres en edad fértil, las embarazadas y los lactantes, y se han aplicado las recomendaciones profilácticas y terapéuticas necesarias para su prevención a nivel nacional.

Hemoglobinopatías

En el IHI existe un equipo multidisciplinario dedicado al tratamiento de las hemoglobinopatías, que presta especial atención a los aspectos biopsicosociales de estas enfermedades, entre ellos, la educación de los pacientes y de los familiares, con el objetivo de prevenir en lo posible las complicaciones.

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