09/12/2020
Durante el embarazo, la madre experimenta importantes cambios a nivel anatómico, inmunológico y fisiológico para garantizar el adecuado desarrollo del feto. En particular, el sistema respiratorio se ve afectado por los altos niveles de estrógenos y progesterona, así como por la disminución del espacio para la expansión pulmonar. Esto hace que las embarazadas sean más susceptibles a las infecciones por patógenos respiratorios y tiendan a desarrollar una enfermedad más grave en estos casos.
Esto determina que las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 que las mujeres que no están embarazadas. Además, las mujeres embarazadas con COVID-19 podrían tener mayor riesgo de registrar resultados adversos durante el embarazo, como el nacimiento prematuro.
No obstante, los datos que hay hasta ahora indican que la mayoría de embarazadas con covid-19 sufren una enfermedad leve, en contraste con lo que se había visto previamente con otros coronavirus severos (SARS-CoV y MERS). Así, mientras que los ingresos en UCI de embarazadas con SARS-CoV y MERS alcanzaron proporciones del 60 % y 64 %, respectivamente, con este SARS-CoV-2 es del 4 %.
Actualmente hay un intenso debate sobre si el SARS-CoV-2 puede ser trasmitido de la madre al feto. Los estudios indican que esa transmisión, de producirse, sería poco frecuente. Una revisión reciente sobre 49 estudios científicos que han analizado 666 neonatos puso de manifiesto que sólo el 3-5 % de niños recién nacidos de madres infectadas fueron positivos para el SARS-CoV-2.
Se han encontrado anticuerpos presentes en organismo de un el bebé de Singapur meses después de la infección de la madre aunque se desconoce si la presencia de estos anticuerpos en un recién nacido confiere un grado de protección contra la infección por COVID-19, y mucho menos la duración de la protección.
Otro debate es el de si una madre con covid-19 debe dar de mamar al niño o no por el posible riesgo de transmisión del virus a través de la leche. Aunque no se puede descartar, los datos de los que se dispone indican que no hay virus en la leche materna y que, por el contrario, esta suele contener altos niveles de anticuerpos. Sobre todo, de los que se denominan inmunoglobulinas del tipo A (IgA), capaces de neutralizar al virus y que, por lo tanto, podrían proteger al recién nacido de la infección.
En este asunto, la preocupación más importante es la posible transmisión del virus de la madre al bebé a través de gotitas respiratorias o contacto directo durante el amamantamiento.
Puede ampliar la información en:
Gracias a nuevas investigaciones se conocen mejor los efectos de la COVID 19 en las embarazadas y sus bebés. OMS. 1 Sep. 2020
Evidence based care for pregnant women with covid-19. BMJ 2020;370:m3510 9 de sep. de 2020
Clinical manifestations, risk factors, and maternal and perinatal outcomes of coronavirus disease 2019 in pregnancy: living systematic review and meta-analysis. BMJ 2020;370:m3320 1 de sep. de 2020
Investigación del impacto del COVID-19 durante el embarazo, 13 de nov. del 2020. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. EEUU.
Singapur estudia rompecabezas del embarazo con COVID-19 después de que bebé nació con anticuerpos. Reuters 30 de nov. del 2020
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