30/03/2024
Los cereales integrales, las verduras, las frutas, las legumbres, las nueces y otros alimentos similares representan fuentes excepcionales de fibra dietética. La ingesta de fibra dietética es notablemente eficaz para promover la salud general, incluidos beneficios como una mejor salud digestiva al prevenir el estreñimiento y favorecer las deposiciones regulares. También ayuda a controlar el peso al proporcionar una sensación de saciedad y reducir la ingesta de calorías. Una mayor ingesta de fibra dietética se asocia con una disminución en la incidencia de diversas enfermedades, como enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad y ciertas enfermedades gastrointestinales. Por ejemplo, la suplementación adecuada con fibra dietética desempeña un papel importante en la prevención del cáncer de páncreas. También extiende sus beneficios al embarazo al reducir el riesgo de diabetes gestacional e incluso reducir la probabilidad de desarrollar cáncer de páncreas. Algunos de estos efectos positivos pueden atribuirse a cambios en la microbiota intestinal. La ingesta de fibra dietética promueve una microbiota diversa, fortalece la barrera intestinal, modula el sistema inmunológico y contribuye a los efectos antiinflamatorios, lo que influye en la salud intestinal general y reduce potencialmente el riesgo de diversos problemas de salud. Recientemente, ha ganado atención la asociación entre la microbiota materna y los resultados obstétricos. Por ejemplo, un hallazgo muy conocido es la microbiota vaginal. La vagina alberga su propia microbiota, que suele caracterizarse por un microbioma dominado por especies de Lactobacillus. La vaginosis bacteriana se caracteriza por una microbiota vaginal diversa y su presencia aumenta el riesgo de parto prematuro debido a la inflamación asociada. Además, el embarazo desencadena cambios significativos en la microbiota intestinal, con un aumento de las bacterias del ácido láctico y una disminución de las bacterias productoras de butirato, que pueden afectar las respuestas inmunitarias. La optimización de la microbiota intestinal podría tener un efecto preventivo sobre el parto prematuro. En otras palabras, se podría esperar que la regulación de la microbiota intestinal materna mediante algún tipo de tratamiento prevenga el parto prematuro. Sin embargo, la eficacia de la ingesta de probióticos durante el embarazo para el parto prematuro es controvertida y no concluyente. Mientras tanto, las mujeres al inicio del embarazo que consumieron una dieta vegetariana, en comparación con una dieta omnívora, mostraron una alteración en la composición de la microbiota intestinal, con características que sugieren alteraciones en los productos finales de la fermentación desde una fermentación ácida mixta hacia más acetato/butirato. Además, un patrón dietético previo a la concepción caracterizado por una ingesta elevada de proteínas y frutas (p. ej., pescado, carne, pollo, fruta y algunos cereales integrales) se asoció con un menor riesgo de parto prematuro. Con base en estos hallazgos en un estudio realizado en Japón se plantea la hipótesis de que la ingesta de fibra dietética antes del embarazo y hasta las primeras etapas del embarazo puede ayudar a prevenir el parto prematuro. Se llega a la conclusión de que una mayor ingesta de fibra dietética antes de la concepción se correlacionó con una reducción del riesgo de parto prematuro antes de las 34 semanas. Por lo tanto, se deben considerar nuevas recomendaciones sobre la ingesta de fibra dietética como parte de la atención previa a la concepción.
Puede ampliar información en el artículo Association between Preconception Dietary Fiber Intake and Preterm Birth: The Japan Environment and Children’s Study, de Takahiro Omoto, Hyo Kyozuka, Tsuyoshi Murata, Toma Fukuda, Hirotaka Isogami, Chihiro Okoshi, Shun Yasuda, Akiko Yamaguchi, Akiko Sato, Yuka Ogata, Yuichi Nagasaka, Mitsuaki Hosoya, Seiji Yasumura, Koichi Hashimoto, Hidekazu Nishigori, Keiya Fujimori and The Japan Environment and Children’s Study Group publicado en Nutrients 2024, 16(5), 713; https://doi.org/10.3390/nu16050713; 29 Feb 2024
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