02/02/2024
La placenta acreta es una entidad que aumenta significativamente la morbilidad y mortalidad materna. Es una de las principales causas de hemorragia durante el parto, especialmente en la tercera etapa del parto y el período posparto temprano. El resultado materno depende del diagnóstico prenatal o intraparto y, en particular, de la diferencia entre sus formas adherente e invasiva. Constituye un riesgo importante por la propia patología y el tratamiento utilizado.
La placenta acreta se define como la inserción anormal de la placenta en la pared uterina sobrepasando la capa de fibrina o capa de Nitabuh, secundaria a la ausencia total o parcial de la decidua; así, las vellosidades del trofoblasto penetran en el miometrio e incluso llegan a la serosa uterina o a órganos adyacentes.
La incidencia de acretismo placentario es de 14,4 por cada 10.000 partos. Esta incidencia ha aumentado de 1 en 30.000 partos en 1960 y a 1 en 533 partos en 2020, lo que corresponde a un incremento de 60 veces en cinco décadas.
Puede ampliar la información en el artículo “Placenta invasiva: a propósito de un caso” de García García, A; y cols, presentado en el XVIII Congreso de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología Ginecobs 2023
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