30/09/2019
Si no has estudiado biología, es probable que de este tema solo recuerdes algunas de las nociones básicas que aprendiste en la escuela. Pero si estás embarazada, eres curiosa o estás realizando un tratamiento de reproducción asistida, es probable que te interese un poco más.
En este post, la Dra. Mónica Parriego, especialista en embriología y responsable del Laboratorio de Diagnóstico Genético Preimplantacional del Consultorio Dexeus en España, nos ofrece algunos datos que quizá no sepas o te sorprendan.
¿Cómo se genera y qué tamaño tiene inicialmente un embrión?
El embrión humano es el resultado de la unión de un óvulo con un espermatozoide. Esa unión da lugar a su primera célula, que se denomina cigoto. Se trata de una célula esférica de menos de 1 mm de diámetro rodeada por una envoltura que lo protegerá hasta el momento de la implantación. La etapa de cigoto es corta, dura aproximadamente 25-28 horas, y a partir de este momento se van produciendo divisiones celulares de forma continuada.
¿Cómo podemos saber si evoluciona bien o no?
En el primer día de desarrollo, un óvulo correctamente fecundado o cigoto muestra dos núcleos, uno con el material genético del óvulo y otro con el del espermatozoide. Posteriormente, estos núcleos se fusionan y empieza la división embrionaria. Un embrión con un ritmo óptimo de desarrollo a los dos días de cultivo tiene 4 células, y a los 3 días, 8. A partir de este momento, las células se unen y su recuento ya no es posible. A los 5/6 de cultivo, si todo va bien, debe haberse formado una estructura compleja compuesta por unas 200 células.
¿En qué se distingue un embrión de buena calidad de otro?
Aunque parezca muy pronto, el ritmo de división del embrión en estos primeros días, así como el aspecto de sus células ya es indicativo de su calidad. Por este motivo es fundamental observar su evolución de forma continua durante esa etapa. Además de contar el número de células, hay que observar si tienen un tamaño similar y un aspecto homogéneo, y si las divisiones se han producido en los tiempos correctos. Todos estos parámetros influyen en la capacidad de desarrollo posterior del embrión y en su implantación.
¿Sabes en qué consiste la tecnología time-lapse que incorporan algunas incubadoras?
Los embriones son estructuras muy pequeñas no visibles a simple vista y se precisa la utilización de un microscopio de gran aumento para observarlos, aunque ello conlleva sacarlos de la incubadora e interrumpir las condiciones óptimas de cultivo. Sin embargo, las incubadoras time-lapse incorporan una cámara que permite observar los embriones desde una pantalla externa sin tener que extraerlos, lo que favorece la estabilidad del proceso y hace posible obtener embriones de mayor calidad. Esta tecnología consiste en un sofisticado procedimiento de captación de imágenes, mediante el cual se generan vídeos, a partir de una serie de fotografías que realiza en unos intervalos de tiempo determinados (15-20 minutos). Así podemos visualizar la evolución de cada embrión de forma continua, lo que permite una mejor valoración de su morfología y optimizar su selección.
¿Por qué se producen fallos de implantación?
Hay varias razones por las que puede suceder. Para que se produzca la implantación se precisa un embrión capaz, un útero receptivo y una buena comunicación entre ambos. Así pues, cualquier problema que afecte a alguna de las partes puede comprometer el establecimiento y la evolución del embarazo. Además, hay otras cuestiones reguladas por las leyes de la biología: a veces el embrión, aunque de aspecto externo esté bien, no progresa porque la información genética de sus células no es correcta. Asimismo, problemas anatómicos del útero o alteraciones en la microbiota de esta zona también pueden dificultar la implantación.
¿Cuántos embriones se suelen obtener en un proceso de fecundación in vitro?
El número de ovocitos recuperados y de embriones generados es muy variable ya que depende de múltiples factores, maternos y paternos. Existen distintos fármacos que pueden ser administrados siguiendo distintas pautas para conseguir ovocitos y espermatozoides de calidad, aunque hay ciertas características individuales que no podemos modificar (como la edad). Pero lo que realmente influye en las posibilidades de gestación es la calidad del embrión transferido.
¿Es verdad que en la primera etapa de desarrollo un embrión humano es similar al de un pez o al de un pájaro?
La teoría la formuló un científico alemán llamado Ernst Haeckel a mediados del siglo XIX y aún se estudia en la Universidad. Este investigador había observado que los embriones humanos tempranos mostraban estructuras similares a las que aparecen en otras especies animales en la edad adulta, como hendiduras que recuerdan a las branquias o una extensión de la columna vertebral que podría dar lugar a una cola. La denominó “teoría de la recapitulación”, porque creía que durante las primeras etapas de su desarrollo embrionario los organismos repetían sus pasos evolutivos iniciales. Aunque esta teoría ha sido parcialmente rechazada en su versión más literal, algunos aspectos de ella siguen siendo aceptados, como el hecho de que las estructuras más primitivas se forman en los primeros estadios de desarrollo, y las adquiridas evolutivamente aparecen en fases posteriores.
Tomado de: Blog Dexeus Mujer. Actualidad-28 agosto 2019
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