29/07/2018
Un tratamiento de fertilidad ideal sería efectivo para lograr un embarazo único de manera oportuna y rentable. En la actualidad, la fertilización in vitro (FIV) es el tratamiento de fertilidad disponible más efectivo, pero las tasas de éxito no son tan altas como cabría esperar. A pesar del uso mayoritario de la transferencia de un solo embrión, muchos tratamientos aún implican la transferencia de dos a tres embriones, lo que resulta en embarazos múltiples.
Por otra parte, si un tratamiento falla, muchos pacientes regresarán para repetir el ciclo.
Durante el proceso para la FIV, un biólogo evalúa diariamente los embriones en busca de escisión y morfología real. La decisión de reemplazar un embrión se basa en la clasificación morfológica el día de la transferencia.
Debido a la relativa ineficacia de este método de selección, se han explorado otras tecnologías. Las pruebas genéticas previas a la implantación de los embriones para detectar aneuploidía (PGT-A, preimplantation genetic testing of the embryos for aneuploidy) podrían reducir el conjunto de embriones considerados para la transferencia.
Sin embargo, es invasivo, aumenta significativamente los costos y complica el tratamiento. Además, la interpretación de los resultados no siempre es sencilla.
El monitoreo de lapso de tiempo utiliza una cámara integrada en la incubadora para la recopilación de datos no invasivos sobre cambios morfológicos embrionarios. Es cuestionable si la información sobre la morfocinética se puede utilizar para permitir la diferenciación entre embriones euploides y aneuploides.
Peter Kovacs, PhD, reflexiona sobre el tema en Medscape.
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Fuente: Perspective. Medscape Ob/Gyn. Viewpoints. July 20, 2018 – Predicting Embryo Ploidy Without PGT-A: Is It Possible?
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