Enfermedad inflamatoria intestinal y psoriasis. Modernizando el abordaje multidisciplinario

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la psoriasis son afecciones inflamatorias crónicas con un curso recurrente-remitente de por vida. La prevalencia de la psoriasis entre los pacientes con EII aumenta en comparación con la población general y, de manera similar, los pacientes con psoriasis tienen un mayor riesgo de desarrollar EII, con una asociación particular con la artritis psoriásica (APs).

La EII y la psoriasis requieren tratamiento, a menudo con medicamentos inmunosupresores con una superposición sustancial de los fármacos efectivos entre las dos patologías. El desarrollo de potentes terapias dirigidas está cambiando el panorama de estas enfermedades inflamatorias crónicas.

En esta era clínica, la asociación entre diferentes especialistas se vuelve más importante y la toma de decisiones en colaboración se ha vuelto más frecuente. Debido a esta necesidad, muchos centros han promovido los foros cooperativos. Este artículo buscó reunir el conocimiento en la patogenia y el tratamiento de la psoriasis y la EII para permitir una asistencia efectiva entre médicos de diferentes áreas.

Presentación clínica

La psoriasis se caracteriza por la hiperproliferación inflamatoria de los queratinocitos, el deterioro de la función de barrera de la piel y la infiltración de células inmunitarias activadas. La EII también se caracteriza por el daño de la función de la barrera del intestino y la infiltración de células inmunitarias tanto innatas como adaptativas que conducen a la inflamación de la mucosa intestinal con ulceración y fibrosis.

El inicio de ambos cuadros suele ser a una edad temprana con un máximo alrededor de los 15 a 30 años. Tanto la EII como la psoriasis tienden a ser más agresivas en aquellos con inicio pediátrico.

En la psoriasis, los fenotipos predominantes son los siguientes: psoriasis en placas (75-80 %) con lesiones cutáneas rojas, escamosas y bien delimitadas que se desarrollan en localizaciones típicas como el cuero cabelludo y las superficies extensoras y psoriasis guttata (15 a 18 %) con aparición repentina de lesiones escamosas más pequeñas y generalizadas que suelen seguir a una infección de garganta. Los fenotipos raros y graves son la psoriasis eritrodérmica y pustulosa.

El fenotipo de la EII se divide tradicionalmente en colitis ulcerosa (CU), que provoca una inflamación de la mucosa colónica de forma continua y proximal desde el ano, y la enfermedad de Crohn (EC), que genera una inflamación discontinua y que afecta a cualquier parte del tracto gastrointestinal. Además, la EC puede estar asociada con un comportamiento estenosante o penetrante con la formación de fístulas y abscesos abdominales y perianales.

Cada vez hay más pruebas, incluidos métodos tanto genéticos como microbiológicos, de que la división tradicional entre EC y CU puede no reflejar la verdadera patogenia subyacente y que es probable que los diferentes fenotipos se superpongan en un espectro de enfermedades.

Condiciones inflamatorias asociadas

Tanto la psoriasis como la EII están asociadas con una gama de otras comorbilidades inflamatorias (un fenotipo clínico que puede denominarse inflamación multifocal) pero con diferentes perfiles. La artropatía ocurre en ambas condiciones y PsA se desarrolla en el 30% de los pacientes con psoriasis. A diferencia de la EII, la psoriasis también está muy asociada con la inflamación vascular y las enfermedades lipometabólicas, como la obesidad, la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Hasta el 50% de los pacientes con EII desarrollan inflamación extraintestinal, siendo las más comunes las espondiloartropatías, la colangitis esclerosante primaria, la inflamación ocular como la uveítis anterior y la inflamación de la piel que incluye eritema nodoso, pioderma gangrenoso y psoriasis. La prevalencia de artritis en pacientes con EII es algo menor que en pacientes con psoriasis.

Patogénesis

El paradigma actual de la patogénesis de la EII describe una respuesta inmune aberrante contra la microbiota intestinal en un huésped genéticamente susceptible después de desencadenantes ambientales (a menudo aún no identificados). De manera similar, en la psoriasis, la predisposición genética combinada con factores ambientales conduce a una activación inmune anormal en la piel.

Epidemiología

La psoriasis parece afectar a hombres y mujeres en general por igual. Del mismo modo, la incidencia global de la EII es comparable entre sexos, aunque la frecuencia relativa de diagnóstico de EC y CU puede variar en diferentes edades. Esto contrasta con muchas otras enfermedades autoinmunes que muestran una preponderancia femenina.

Tanto para la EII como para la psoriasis, existe una variación geográfica con una mayor incidencia de la enfermedad en Europa y América del Norte y tasas de incidencia más bajas en Asia y Oriente Medio.

Mecanismos comunes

Se está acumulando evidencia para respaldar el papel patógeno de una variedad de factores dietéticos específicos en la EII, como se describió anteriormente, mientras que la literatura sobre psoriasis implica el contenido calórico de la dieta y la obesidad.

Esto puede reflejar una diferencia en la importancia de la dieta en la patogenia, aunque también puede reflejar el hecho de que la dieta es a menudo un foco para los pacientes con síntomas gastrointestinales.Hay varios mecanismos comunes propuestos en la patogenia de la EII y la psoriasis.

Los factores del estilo de vida como la obesidad y el tabaquismo son importantes en ambas enfermedades. La superposición genética se ha identificado y este vínculo se evidencia por la mayor tasa de psoriasis en familiares de pacientes con EII y viceversa.

Vea el texto completo en: Enfermedad inflamatoria intestinal y psoriasis. Intramed. Artículos – 17 nero 2023 (debe registrarse en el sitio web)