El virus linfotrópico humano de células T tipo 1 (HTLV-1) fue aislado por primera vez en el año 1980 de un paciente con manifestaciones cutáneas de linfoma/leucemia de células T del adulto (ATLL). Posteriormente, se describieron la mielopatía/paraparesia espástica tropical (HAM/TSP) asociada a HTLV-1 y uveítis asociada a HTLV. Sin embargo, la mayoría de los portadores de HTLV-1 se consideran asintomáticos, y se conoce poco sobre el espectro de enfermedades que pueden asociarse con este virus.
Estudios recientes realizados en Brasil, mostraron una alta frecuencia y diversidad de manifestaciones clínicas asociadas con HTLV-1. Se ha documentado la presencia de HTLV-1 en lesiones de piel de ATLL y en lesiones cutáneas de portadores asintomáticos, que sugiere que la piel podría ser el órgano más afectado por el virus.
Otra dermatitis asociada específicamente es la dermatitis infectiva asociada a HTLV-1 (IDH), una forma severa y recurrente de eccema de la infancia descripta inicialmente en 1966 en Jamaica por Sweet y directamente asociada con la infección viral por La Grenade en 1990.
Se han documentado varias condiciones cutáneas en ATLL y HAM/TSP, y se han identificado varias dermatosis infecciosas o inflamatorias en portadores asintomáticos HTLV-1. Estos datos sugieren que la piel es un órgano blanco de HTLV-1 y puede manifestar signos clínicos que podrían identificarse para alertar la presencia del virus en individuos considerados asintomáticos.
En regiones en las que la prevalencia de HTLV-1 es alta, el reconocimiento de estas manifestaciones puede alertar a investigar la presencia de la infección viral.
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