Birgitte Stausbø -Grøn, Anne B. Olesen, Bent Deleuran Y Mette S. Deleuran
Acta Derm Venereol 2011; 91: 686–688
En la esclerodermia, la piel se hace esclerótica luego de una reacción inflamatoria inicial. La dermis se engrosa y endurece. La forma localizada, morfea, puede causar secuelas físicas o psicológicas, en particular la morfea panesclerótica y la morfea profunda. Estas variantes pueden manifestar esclerosis en el tejido conectivo septos de la grasa subcutánea y de la fascia muscular. La piel se inmoviliza y desarrolla una superficie deprimida. En casos severos se pueden desarrollar contracturas musculares.