Antihistaminicos

ANTIHISTAMINICOS.

Los antihistamínicos constituyen uno de los pilares terapéuticos de la especialidad, su efecto antirpuriginoso es esencial en al manejo de un gran grupo de dermatosis. Los mismos ocupan los receptores para la histamina en las membranas celulares, compitiendo con la misma e impidiendo sus acciones.

Son indudablemente necesarios en el tratamiento de los procesos por este autacoide, fundamentalmente en la urticaria y el angioedema, su efecto antipruriginoso se debe, en gran medida, a su acción sedante.

Según el receptor histamínico que bloqueen se clasifican en:

ANTIHISTAMINICOS H 1 Difenhidramina, Dimenhidrinato, Prometazina, Antazolina, Meclinica, Ciclicina, Clorciclicina, Ciproheptadina, Terfenadina, Astemizol
ANTIHISTAMINICOS H 2 Burimamida, Metiamida, Cimetidina, Ranitidina, Famotidina, Mizatidina.

Se debe tener presente siempre, que estas drogas presentan efectos indeseables, los que se valorarán siempre antes de prescribirlos:

Sus efectos sobre el sistema nervioso central (sedación, visión borrosa, incoordinación) hace necesario que se aclare al paciente la imposibilidad de conducir vehículos automotores por citar un ejemplo. Gracias al desarrollo médico farmacéutico, hoy contamos con antihistamínicos H 1 potentes a bajas dosis y sin efectos importantes sobre el sistema nervioso central, el astemizol constituye el mejor ejemplo de ello.

La ciproheptadina disminuye la liberación de hormona del crecimiento por lo que no debe administrarse a niños ni a púberes.

La ciclicina, clorciclicina y meclicina tienen importantes efectos teratogenicos por lo que no  se deben administrar a embarazadas

En la terapéutica dermatológica moderna, se están combinando antihistamínicos H 1 con H 2 en el manejo de urticarias crónicas resistentes a la terapéutica convencional con resultados muy alentadores.

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