La talidomida sintetizada en Alemania tuvo gran popularidad por sus efectos sedantes, pero fue retirada del mercado por sus graves efectos teratogénicos. A partir de 1965 se inició su rehabilitación al usarse en casos de cáncer avanzado, supervivencia de homoinjertos y en reacción leprosa. Más tarde ha mostrado ser muy eficaz en dermatitis solar, lupus eritematoso discoide, enfermedad de Behcet, aftas recidivantes, prúrigo nodular de Hyde y otras dermatosis de difícil tratamiento. Por tanto este medicamento maldecido por la humanidad merece una nueva oportunidad para demostrar que puede serle útil.(AU)
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