El quilotórax no es de aparición frecuente en la edad pediátrica; generalmente tanto su diagnóstico de certeza como el tratamiento definitivo presentan desafíos y deben evaluarse caso a caso, con la participación, entre otros, del cirujano pediátrico.
Comentamos dos casos publicados recientemente, uno de ellos fue un quilotórax congénito en un recién nacido con evolución favorable, mientras que en el otro caso el quilotórax fue la forma de presentación de un linfoma no Hodgkin mediastinal, que evolucionó tórpidamente.
El primer trabajo se titula «Quilotórax congénito en un recién nacido pretérmino extremo», Ver más…