Fragmentos del artículo «Emilio Roviralta Astoul (1895-1987): epónimos e internacionalización de nuestra cirugía pediátrica», de O. Girón Vallejo, publicado en la Revista Cirugía Pediátrica (Vol. 32, No. 3, 2019).
Emilio Roviralta nació el 3 de abril de 1895 en Barcelona. (…) Fue un auténtico impulsor de la cirugía pediátrica en España, dándole una relevancia internacional que hasta entonces prácticamente no había existido, gracias a sus inéditos, numerosos y exhaustivos trabajos sobre la cirugía pediátrica y el reflujo gastroesofágico en particular.
(…) En 1925, funda una policlínica (…) donde se comenzaron a intervenir niños con, entre otras patologías, estenosis hipertrófica de píloro. En las décadas previas a los años 40, calcula el propio Roviralta, fueron millares los lactantes con enfermedad pilórica que fallecerían en Barcelona por pura inanición.
En aquellos primeros años de profesión, realiza también aportaciones en otras especialidades como, por ejemplo en traumatología y ortopedia o en cirugía vascular donde llegó a presentar una técnica de neurectomía periférica en la tromboangeítis obliterante.
En 1939 se crea en Barcelona (…) el Patronato de las Camitas Blancas, donde (…) tenían sala de rayos X y consultas externas que junto con los quirófanos del instituto dieron un auge importante a la calidad asistencial prestada en aquellos primeros años, pudiendo tratar patologías hasta entonces consideradas incurables. Aunque el mismo Roviralta recuerda con dolor el caso de una madre (que además era pediatra) y que no permitió que se operara a su recién nacido con atresia de esófago pues creía que era una malformación incurable. Esta obra social de Camitas Blancas funcionó hasta 1976 y Roviralta fue el director de la sección de cirugía infantil desde su fundación hasta el año de su clausura.
En esta etapa inició una amplia labor investigadora (…) especialmente fructífera en lo que se refiere al estudio de los vómitos del lactante y a la enfermedad de Hirschsprung. Según Roviralta, fue su propio grupo quien publicó la primera hernia hiatal descrita en un niño a nivel mundial.
El profesor Bishop de Baltimore, según conocemos por Roviralta, ideó una silla denominada “pyloric chair” que utilizaba para sentar a los niños intervenidos por estenosis hipertrófica de píloro que en el postoperatorio continuaban con vómitos. Para Roviralta, este signo era inequívoco de la existencia de una hernia hiatal o una ectopia gástrica asociada a determinadas estenosis del canal pilórico. La existencia de tal asociación, que afectaba al 10% de las hernias hiatales, fue presentada por él, en una reunión de la Asociación Británica de Cirujanos Pediátricos, en Londres. Y así, fue conociéndose como síndrome frenopilórico de Roviralta en las posteriores reuniones de las sociedades de pediatría en París, Buenos Aires, Sao Paulo, Lisboa, Zurich… La publicación en 1950 del libro “El lactante vomitador” (contó incluso con una edición francesa: “Les vomissements du nourrisson”) dio una gran difusión entre la pediatría internacional a dicho síndrome.
En 1960 también colaboró en la publicación de otro libro titulado “Diagnóstico y tratamiento del megacolon”. En esta obra se consigna un procedimiento quirúrgico propio que consistía en una variación del descenso endorrectal de Duhamel en la que el segmento agangliónico se dejaba excluido, aplazando su extirpación para unos tres o cuatro años más tarde en que el paciente estuviera en perfectas condiciones. También se le denominó a este procedimiento con el epónimo “técnica de Duhamel-Roviralta”.
Elena Guardiola y José Eladio Baños describen en su obra “Eponímia mèdica catalana” los epónimos atribuidos a Emilio Roviralta:
• Síndrome de Roviralta: estenosis hipertrófica de píloro combinada con una hernia de hiato (ectopia gástrica) que también se conoce como síndrome frenopilórico.
• Ectopia gástrica parcial de Roviralta: hernia hiatal congénita debida principalmente a la corta longitud del esófago.
• Técnica de Duhamel-Roviralta-Casasa: para el tratamiento de la enfermedad de Hirschsprung.
Publicó numerosísimos artículos dedicados a difundir el conocimiento sobre las enfermedades quirúrgicas de los niños y a renovar ciertas actitudes terapéuticas. De igual modo, sumados a los anteriores, destacamos los siguientes libros: “La cirurgia abdominal del nen” (1934), “El abdomen quirúrgico del niño” (1946), “El lactante vomitador” (1950) y “La ectopia gástrica parcial en el niño” (1953).
(…) Finalmente, el 16 de enero de 1987 falleció en Barcelona a los 91 años (…)., mereciendo pasar a la historia como uno de los pioneros de nuestro país que, en plena postguerra, fue capaz de iniciar y promover la investigación en varios campos de la cirugía pediátrica, internacionalizando nuestra especialidad y dejando además varios epónimos para la posteridad.
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