Se conoce que el íleo posoperatorio es una consecuencia frecuente de la cirugía abdominal; entre las múltiples medidas que se pueden tomar para reducir su incidencia y duración, se ha descrito el masticar chicle o goma de mascar. Sin embargo, la efectividad de este método en niños no está bien establecida.
Un grupo de autores de Hong Kong, encabezados por Adrian Chi-heng, ha publicado el artículo cuyo título original «Does chewing gum lead to earlier postoperative gastrointestinal recovery in children? A systematic review and meta-analysis», en la revista Journal of Pediatric Surgery (artículo en prensa).
Este trabajo, cuyo título se podría traducir como «¿Conduce masticar chicle a una recuperación gastrointestinal posoperatoria más temprana en niños? Una revisión sistemática y metaanálisis», ofrece el resultado de la evidencia científica que existe sobre el tema hasta el momento.
A continuación ofrecemos su resumen (traducción del editor):
Introducción: El íleo posoperatorio ocurre con frecuencia en los niños que se someten a operaciones importantes, incluidas las cirugías gastrointestinales y espinales. La evidencia preliminar en adultos sugiere que la goma de mascar desempeña un papel en acelerar el retorno de la función gastrointestinal posoperatoria. Sin embargo, la evidencia es escasa en la población pediátrica. El objetivo de este estudio fue investigar si masticar chicle tiene beneficios para los niños.
Métodos: Se realizó una búsqueda en las bases de datos PubMed, Medline, Embase y Ensayos Cochrane, de ensayos clínicos controlados y aleatorizados que compararan masticar chicle con la atención estándar después de la cirugía electiva en niños, desde enero de 2005 hasta julio de 2021. Evaluamos la calidad de los ensayos identificados y realizamos una revisión sistemática y un metaanálisis de acuerdo con PRISMA y nos registramos en PROSPERO (CRD42022358801). Los principales indicadores de resultados que se examinaron fueron el tiempo posoperatorio hasta la expulsión de gases y la expulsión de heces, el tiempo para tolerar la ingesta oral y la duración de la estancia hospitalaria, que se analizaron utilizando modelos de efectos fijos. También examinamos las tasas de complicaciones clínicas y el control del dolor posoperatorio.
Resultados: Se incluyeron seis ensayos elegibles, con un total de 357 pacientes inscritos. La intervención fue bien tolerada sin complicaciones. No hubo diferencias significativas en el tiempo hasta la expulsión de gases (-2,86 horas; IC al 95%: -6,2 a 0,47 horas, p=0,09), el tiempo hasta la expulsión de heces (-6,39 horas; IC al 95%: -13,9 a 1,2 horas, p=0,1), el tiempo para tolerar la ingesta oral (-0,03 días; IC al 95%: -0,15 a 0,1 días, p=0,68) y la duración de la estancia hospitalaria (0,08 días; IC al 95%: -0,07 a 0,22 días, p=0,29). El control del dolor posoperatorio (consumo de opioides, puntaje de dolor, puntaje de náuseas) fue similar en ambos grupos (p>0.05).
Conclusión: La evidencia actual demuestra que la masticación de chicle no se asocia con una recuperación gastrointestinal posoperatoria más temprana en los niños. Se necesitan ensayos futuros bien diseñados y con poder adecuado para evaluar cualquier beneficio clínico de masticar chicle para los niños, y si podría resultar en diferencias en la satisfacción de la atención médica.
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