El quilotórax no es de aparición frecuente en la edad pediátrica; generalmente tanto su diagnóstico de certeza como el tratamiento definitivo presentan desafíos y deben evaluarse caso a caso, con la participación, entre otros, del cirujano pediátrico.
Comentamos dos casos publicados recientemente, uno de ellos fue un quilotórax congénito en un recién nacido con evolución favorable, mientras que en el otro caso el quilotórax fue la forma de presentación de un linfoma no Hodgkin mediastinal, que evolucionó tórpidamente.
El primer trabajo se titula «Quilotórax congénito en un recién nacido pretérmino extremo», que aparece en la revista Archivo Médico de Camagüey (Vol 27, 2023), de Lil Katia Rodríguez-Díaz y coautores.
A continuación ofrecemos el resumen de este trabajo:
Introducción: El quilotórax congénito es una rara afección respiratoria, sin embargo, es la causa más frecuente de derrame pleural en recién nacidos vivos.
Objetivo: Presentar un caso de quilotórax congénito como causa infrecuente de distrés respiratorio en un recién nacido atendido en el Hospital Gineco-Obstétrico de Villa Clara.
Caso clínico: Paciente masculino, que nació a las 26,2 semanas de edad gestacional, por parto eutócico, con tiempo de rotura de membranas de una hora, líquido amniótico meconial, otorgándose una puntuación de Apgar 7/8 (normal) y peso al nacer de 950 gramos; con diagnóstico de sepsis connatal fue necesario tratar con ventilación mecánica. A los seis días de vida presentó un deterioro clínico, con disminución del murmullo vesicular en el hemitórax derecho y en la radiografía de tórax se observó un pulmón derecho velado. El ultrasonido torácico confirmó el diagnóstico de derrame pleural derecho que fue puncionado y el estudio del líquido drenado mostró características propias del quilotórax. Se le indicó tratamiento conservador (con alimentación parenteral completa: traximín sin aporte lipídico) y luego con leche rica en ácidos grasos de cadenas corta y media (Enfaport® de la firma Nestlé). Se incorporó la leche materna a los 15 días del diagnóstico. Requirió ventilación mecánica prolongada. Con una evolución satisfactoria es egresado del centro hospitalario.
Conclusiones: Se logró la resolución de esta enfermedad a través del tratamiento conservador, sin la presencia de recidiva.
Consulte el texto completo del artículo en este enlace.
La segunda presentación de caso se titula «Quilotórax unilateral como presentación de linfoma no Hodgkin mediastinal en la edad pediátrica». Sus autores pertenecen al Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión de Lima, Perú, y están encabezados por Liseth Verónica Victorio Huamán.
Este artículo aparece publicado en la Revista Cubana de Pediatría (Vol. 95, 2023); a continuación transcribimos su resumen:
Introducción: La detección de quilotórax en la población pediátrica, conlleva a descartar enfermedad mediastinal, cuyo origen frecuente son los linfomas y tuberculosis a nivel pulmonar
Objetivo: Examinar una paciente con linfoma no Hogdkin mediastinal que clínicamente se manifestó como dificultad respiratoria más quilotórax unilateral.
Presentación de caso: Paciente femenina de 1 año 5 meses de edad, quien debutó con dificultad respiratoria súbita. La radiografía mostró derrame pleural derecho. Se realizó toracocentesis diagnóstica con posterior drenaje pleural. Se demostró quilotórax. La tomografía computarizada y la biopsia quirúrgica, confirmaron el diagnóstico de linfoma no Hodgking. La paciente evolucionó desfavorablemente y falleció a los 10 días posteriores de presentar la primera manifestación clínica.
Conclusiones: La presencia de quilotórax en población pediátrica, obliga a buscar enfermedad mediastinal que apunta a cuadros neoplásicos o infecciosos como primera posibilidad.
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