Tomado de Russia Today.
La intervención consiguió reparar una malformación de la vena de Galeno, una rara y potencialmente mortal condición vascular que afecta a alrededor de 1 de cada 60.000 bebés.
Cirujanos del Hospital Infantil de Boston (EE.UU.) realizaron por primera vez en el mundo una cirugía fetal para reparar una rara malformación cerebral potencialmente mortal. El exitoso procedimiento fue realizado a un feto de 34 semanas y 2 días de edad gestacional.
Una muy peligrosa condición
La malformación de la vena de Galeno es una rara y anómala condición vascular que afecta a alrededor de 1 de cada 60.000 bebés. Esta hace que las arterias cerebrales se conecten directamente con las venas en lugar de hacerlo mediante los capilares, que reducirían el flujo sanguíneo. Esto supone que el flujo de sangre en las venas sea mucho más alto de lo normal, ejerciendo una presión significativa sobre el sistema cardiovascular.
La condición provoca insuficiencia cardíaca, además de hipertensión en las arterias de los pulmones y el corazón. También, debido a la presión adicional en el cerebro, puede causar un daño cerebral significativo que da como resultado un deterioro neurológico y cognitivo. A menudo, los efectos nocivos conducen a un desenlace fatal.
¿Cuál es la novedad de este caso?
Este trastorno generalmente se trata después del nacimiento mediante la técnica quirúrgica de embolización. Los cirujanos colocan material especializado en la vena para bloquearla y muchas veces algún agente que coagule la sangre y evite que fluya. En este caso, todo el procedimiento quirúrgico de embolización se realizó intrauterinamente guiado por ultrasonido, logrando una caída del flujo sanguíneo en el feto.
Desde su nacimiento, el bebé no ha requerido medicación para tratar la insuficiencia cardíaca ni cirugía posnatal para tratar la malformación. Los ecocardiogramas repetidos después del nacimiento mostraron una marcada mejora en el gasto cardíaco, y las resonancias magnéticas no mostraron lesión cerebral y arrojaron un examen neurológico normal. Los informes del caso se publicaron, este jueves, en la revista médica Stroke.
Darren Orbach, radiólogo neurointervencionista del Hospital Infantil de Boston, comentó que les emocionó «ver que el deterioro agresivo que generalmente se observa después del nacimiento simplemente no apareció». «Nos complace informar que, a las seis semanas, el bebé progresa notablemente bien, no toma medicamentos, come normalmente, aumenta de peso y está de vuelta en casa. No hay signos de efectos negativos en el cerebro», celebró Orbach.
Una nueva esperanza
El éxito del procedimiento ofrece una nueva esperanza para tratar la afección antes de que aumente el riesgo de complicaciones. «Esto podría reducir notablemente el riesgo de daño cerebral a largo plazo, discapacidad o muerte entre estos bebés«, señaló Orbach. Sin embargo, debido a que se trata del primer paciente de un ensayo clínico en curso, la técnica no está lista para una aplicación generalizada.
«Como siempre, será necesario realizar y seguir varios de estos casos fetales para establecer un patrón claro de mejora en los resultados neurológicos y cardiovasculares», apuntó el cardiólogo Gary Satou, del Hospital Infantil Mattel de Los Ángeles, que no participó en el estudio. «Por lo tanto, el ensayo clínico nacional será crucial para lograr datos adecuados y, con suerte, resultados exitosos«, agregó.
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