Este es el título de un trabajo de revisión publicado por el Dr. Edelberto Fuentes Valdés en la Revista Cubana de Cirugía, Vol. 54, No. 2 (2015).
En él expresa que «el lenguaje médico en español está plagado de vicios que le restan credibilidad al mensaje científico. Entre ellos: uso de palabras sin conocer su significado y extranjerismos innecesarios, sobre todo anglicismos. El buen uso del lenguaje, especialmente del científico, no solo es un derecho del investigador, sino también una obligación. (…) El objetivo de este trabajo es revisar algunas imprecisiones léxicas comunes en cirugía general y por qué no, en el resto de las especialidades quirúrgicas y estimular a los profesionales de las ciencias médicas a usar adecuadamente uno de los idiomas más ricos: el español.»
El trabajo invita a considerar el uso correcto o no de expresiones que se han hecho comunes en la cotidianidad de la práctica quirúrgica. ¿Afección o afectación?, ¿excisión o escición?, ¿incindir o incidir?, ¿neumonectomía, neumectomía o neumenectomía?, ¿rotura o ruptura?, ¿efusión o derrame?, ¿remover o extirpar?, entre otras.
«En resumen (concluye el autor), el profesional médico que decida publicar sus experiencias debe estar consciente de los riesgos que corre cuando indiscriminadamente usa voces propias de nuestro idioma de las que no conoce el significado o usa traducciones que no reflejan exactamente, o que a veces significan todo lo contrario de lo que quiso decir.»
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