Entre las actividades realizadas en el Telegram de la Sociedad Cubana de Cirugía Pediátrica con motivo del Día internacional contra el cáncer infantil, se encuentra la propuesta de artículos actualizados sobre temas controversiales en este ámbito, con el objetivo de socializar su contenido y generar análisis, mediante comentarios y debates.
Acerca del tratamiento de los tumores de ovario en niñas y adolescentes, se proponen dos artículos. El primero, llamado Controversies in the management of ovarian tumours in prepubertal children — A BAPS and UK CCLG Surgeons Cancer Group National Survey, publicado en el Journal of Pediatric Surgery 2018 Nov;53(11), de los autores británicos Sarah Braungart, Ross J Craigie y Paul D Losty, trata acerca de las controversias en la conducta ante los tumores de ovario en niñas prepúberes; su método fue la encuesta.
A continuación fragmentos de su resumen:
No se han establecido protocolos claros de tratamiento y seguimiento para las pacientes prepúberes con tumores de ovario. La falta de datos prospectivos adecuados en la literatura incluye todos los aspectos de su manejo. Un número significativo de niñas con tumores ováricos se presentan en los servicios de urgencia quirúrgica y son atendidas inicialmente por cirujanos pediátricos sin interés especial en la oncología quirúrgica. Por tanto, es fundamental una guía clara para el tratamiento de estos tumores. Nuestra hipótesis fue que (…) el abordaje de los tumores de ovario prepuberales es altamente heterogéneo entre cirujanos pediátricos.
Se compararon las respuestas a un cuestionario entre cirujanos pediátricos oncológicos y cirujanos pediátricos con otras áreas de interés, para un total de 63 consultados. Las imágenes preoperatorias de elección fueron el ultrasonido y la resonancia magnética para el 77.3% de los cirujanos oncólogos, versus para el 41.4% del resto de los cirujanos. Estos últimos tenían más probabilidades de indicar el Ca125 como marcador tumoral preoperatorio (62.1% vs 32.3%). El 19.3% de los cirujanos oncológicos afirmaron que nunca extirparían un tumor ovárico por vía laparoscópica, frente a un 27.6% del grupo de los cirujanos no oncológicos. El seguimiento fue altamente variable en ambos grupos, casi la mitad de los participantes siguen a los pacientes de acuerdo a protocolos personales.
En conclusión, esta primera encuesta nacional en el Reino Unido demostró una gran heterogeneidad en el abordaje actual de estas entidades entre los cirujanos pediátricos. Una mejor evidencia es necesaria para formular guías precisas en el manejo de estos tumores. Para lograr este objetivo, se propone realizar un registro multicéntrico de tumores ováricos que permita generar datos prospectivos.
El otro artículo aborda el reto de la preservación de la fertilidad en las pacientes pediátricas con tumores ováricos, igualmente de autores británicos encabezados por Sarah Braungar. Se denomina Operative management of pediatric ovarian tumors and the challenge of fertility-preservation: Results from the UK CCLG Surgeons Cancer Group Nationwide Study y fue publicado en el Journal of Pediatric Surgery V 55, N 11, Nov 2020.
A continuación fragmentos de su resumen.
Este estudio multicéntrico retrospectivo de 310 pacientes femeninas en 12 centros quirúrgicos reporta cómo el modo de presentación clínica puede influir en 1- La operación (convencional vs mínimamente invasiva), y 2- Examina si las pacientes que se presentan como una urgencia quirúrgica tienen más probabilidades de recibir una ooforectomía o una cirugía conservadora de ovario.
La edad media fue de 11 años. El diagnóstico más frecuente fue el teratoma maduro (57%), seguido del teratoma inmaduro (10.9%) y el cistadenoma (12%). El 70% de los casos se operaron por vía abierta, y el resto por vía laparoscópica. En estos últimos casos, los tumores eran significativamente más pequeños. El tamaño medio de los tumores en el grupo laparoscópico fue de 6 cm, vs 11 cm en el grupo abierto. Las niñas operadas por mínimo acceso tuvieron una probabilidad significativamente mayor de recibir cirugía conservadora de ovario.
En conclusión, la cirugía conservadora de ovario y la mínimamente invasiva aún son realizadas con poca frecuencia por los cirujanos pediátricos británicos. Las pacientes con tumores pequeñós tuvieron mayor probabilidad de recibir una cirugía mínimamente invasiva, así como cirugía preservadora del ovario. En vista de las implicaciones en la fertilidad y la salud hormonal que provoca la ooforectomía unilateral, es hora de revisar esta práctica actual, y acordar guías de consenso para reducir la frecuencia de ooforectomías innecesarias.
Nivel de evidencia: II.
El tema de la cirugía de los tumores de ovario en niñas y adolescentes se encuentra en plena evolución, con una transición clara de la conducta ante los mismos, hacia cirugías más conservadoras en los casos sin evidencia de malignidad. Siendo entidades que se encuentran con relativa frecuencia en nuestro país, los cirujanos pediátricos cubanos sin dudas han hecho y harán sus aportes investigativos al creciente y necesario cuerpo de evidencia científica que respalde las mejores prácticas en estas pacientes.
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