La Revista Cubana de Pediatría publica en su Vol. 92, No. 3 (2020) dos Guías de práctica clínica en Cirugía Pediátrica. Se trata de la guía de Alta precoz en Cirugía Pediátrica, de Sergio Luis González López y colaboradores, y de Derrame pleural paraneumónico y empiema pleural, de Javier Cabrera Reyes y coautores.
A continuación reproducimos el resumen de ambas:
Guía de práctica clínica de alta precoz en cirugía pediátrica
En las últimas décadas se ha prestado mayor atención a los resultados de la actividad quirúrgica debido a factores económicos, la mejora de los cuidados perioperatorios y la preocupación por la calidad de la asistencia y satisfacción de la población. A este propósito han contribuido el desarrollo y aplicación de guías de práctica clínica. Estas guías reducen la variación en los cuidados del paciente quirúrgico, aumentan la eficiencia de dicho cuidado y proporcionan que los pacientes se beneficien de iniciativas institucionales encaminadas a mejorar la calidad de la asistencia sanitaria. La cirugía de alta precoz es un modelo de atención médico-quirúrgica encaminado a disminuir los costos de la atención médica mediante esfuerzos coordinados que permitan la reducción de la estancia hospitalaria en los pacientes, sin que ocurra incremento de complicaciones posoperatorias, ni insatisfacción de pacientes y familiares con el servicio prestado. Su empleo ha ido incrementándose en afecciones pediátricas. En el hospital pediátrico de Cienfuegos se aplica el modelo hace varios años y la guía fue aprobada en el Servicio de Cirugía Pediátrica en diciembre de 2018. Compartir esta guía mediante su publicación permitiría a otros servicios de cirugía pediátrica del país emplearla como referencia para la aplicación del modelo en sus propias instituciones y beneficiar a un mayor número de pacientes.
Guía de práctica clínica en derrame pleural paraneumónico y empiema pleural
La acumulación de fluido purulento o la presencia de bacterias en la tinción de Gram en el líquido pleural se define como empiema, se puede desarrollar entre 2- 12 % de los niños con neumonía, por lo general bacteriana. Evoluciona en tres fases, la exudativa, fibrinopurulenta y organizada. El cuadro clínico está dado por manifestaciones respiratorias con fiebre persistente y malestar general. Los estudios radiológicos son importantes para el diagnóstico y es el ultrasonido pleural la modalidad de imagen preferida pues confirma la presencia y volumen de fluido pleural, así como la existencia de septos o tabiques. El tratamiento se basa en antibioticoterapia y drenaje a través de una pleurostomía; si hay presencia de tabiques, esfacelos o el estudio bioquímico del líquido pleural informa pH 7; glucosa 2,2 mmol/L; LDH 1000 UI, se comienza con estreptoquinasa intrapleural. El tratamiento quirúrgico se indica si hay deterioro clínico y radiológico después de concluir el uso de fibrinolíticos, persistencia de sepsis asociada a colección pleural a pesar del drenaje, coraza de fibrina que impide la reexpansión pulmonar y fístula broncopleural con neumotórax. La mortalidad es baja.
Aquí los enlaces a los textos completos en pdf: Alta precoz y Empiema pleural.
Estos materiales desde hoy se añaden al conjunto de recursos de información que aparecen en este sitio web, en el apartado dedicado a las Guías clínicas. A medida que se publiquen más guías, se irán añadiendo igualmente.
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