mortalidad

Un estudio reciente confirmó los beneficios de las frutas y verduras en la reducción de la mortalidad, sobre todo en los afectados con enfermedades cardiovasculares.

Según la revista especializada American Journal of Epidemiology ( doi: 10.1093/aje/kwt006), la investigación analiza una muestra que incluye 25 mil 682 casos de fallecidos, de los cuales 10 mil 438 fueron por cáncer y cinco mil 125 por enfermedad cardiovascular.

Los resultados publicados refieren que el consumo combinado de frutas y verduras de más de 569 gramos al día reduce el riesgo de mortalidad en un 10 %  y lo retrasa en 1,12 años con respecto a un consumo inferior a 249 gramos diarios.

Asimismo, los científicos consideran que si toda la población que come poco este tipo de alimentos aumentara su consumo entre 100 a 200 gramos al día, la proporción de muertes prevenibles sería de un 2,9 %.

Por otro lado, agregan que como consecuencia de una alimentación rica en frutas y verduras, el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular se reduce un 15 %.

Durante el estudio, al considerar el consumo de frutas por separado no se observó una disminución significativa del riesgo; mientras que comer verduras se asoció por sí solo con una menor mortalidad.

De igual forma, esta reducción fue mayor en los participantes que consumían alcohol, en obesos y al parecer también hubo una incidencia positiva en los fumadores.

Los expertos advierten que en relación con las muertes por cáncer no se encontró una reducción estadísticamente significativa del riesgo, pero esto será necesario evaluarlo según localizaciones específicas de esta afección maligna.

Estudios previos plantean que estos alimentos contienen una serie de vitaminas y minerales beneficiosos para la dieta humana.

Según el sitio de la Organización Mundial de la Salud se calcula que la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en el orbe aproximadamente un 19 %  de los cánceres gastrointestinales, 31% de las cardiopatías isquémicas y 11 % de los accidentes vasculares cerebrales.
septiembre 25/2013 (PL)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Max Leenders, Ivonne Sluijs, Martine M. Ros, Hendriek C. Boshuizen, Peter D. Siersema, Maria José Sánchez. Fruit and Vegetable Consumption and Mortality European Prospective Investigation Into Cancer and Nutrition. Am. J. Epidemiol. Abril 18, 2013

En: Noticias #

Estos fármacos, que aún se prescriben como primera opción en muchos países, se asocian a más riesgos.

El tratamiento con sulfonilureas en primera línea para la diabetes tipo 2 eleva la mortalidad de los pacientes en un 58 % respecto a los que reciben metformina, según los resultados de un estudio dirigido por Craig Currie, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), que se ha presentado durante la XLIX Reunión Anual de la Sociedad Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), que se celebra estos días en Barcelona.

El trabajo, basado en un análisis retrospectivo de una base de datos que representa a cerca del 10 % de los pacientes tratados en primaria en el Reino Unido, concluye que las sulfonilureas no deberían prescribirse como primera opción para este tipo de enfermos.

Desayunos abundantes
Un trabajo presentado por Daniela Jakubowic, de la Universidad de Tel Aviv (Israel), ha demostrado que un desayuno abundante, rico en proteínas y grasas, resulta más beneficioso para los pacientes con diabetes tipo 2 que una alternativa baja en calorías. Se trata de un estudio randomizado y controlado que ha valorado el efecto de la cantidad y composición del desayuno en el control del nivel de glucosa en sangre y el perfil hormonal de los enfermos.

Los resultados demuestran que la ingesta de un desayuno abundante se asocia con mejores resultados de hemoglobina glucosilada (HbA1c) y control de la presión arterial sistólica a las 13 semanas de seguimiento. Además, los enfermos en el brazo de los desayunos hipocalóricos requirieron una mayor dosis de medicamento contra la diabetes.

Genética y epigenética
Un análisis de las variaciones genéticas asociadas con la diabetes tipo 2, presentado en el congreso por Sami Alkayyali, de la Universidad de Lund (Suecia), ha puesto sobre la mesa que la variante rs5219 del polimorfismo KCNJ11 E23K aumenta también la susceptibilidad a la mortalidad cardiovascular en más de un 20 por ciento.

El trabajo se ha centrado en hasta 36 variantes diferentes de 3.610 pacientes de una cohorte de un registro sueco y replicado en otras bases de datos internacionales. Un segundo metanálisis recoge datos de 5.469 enfermos con diabetes tipo 2, de los cuales 820 presentaron muertes asociadas a eventos cardiovasculares y el análisis confirma que los portadores de la variante estudiada tenían un 21 % más de riesgo que el resto.

Otro trabajo, encabezado por Tina Rönn, de la Universidad de Lund (Suecia), demuestra que el ejercicio físico puede ocasionar alteraciones químicas en los genes asociados a la obesidad y a diabetes tipo 2, que están presentes en el tejido adiposo humano.

Los investigadores analizaron los cambios en la metilación del ADN en el tejido adiposo de un grupo de 23 hombres sanos, de 37 años y un índice de masa corporal de 28 kg/m2, antes y después de seguir un programa de ejercicio por seis meses. Los resultados mostraron cambios epigenéticos en 45 locus próximos a 21 genes asociados a diabetes tipo 2 y 24 más asociados a obesidad.
septiembre 27/2013 (Diario Médico)

En: Noticias #

La estimación, hecha por primera vez, fue dada a conocer por los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) para poner de manifiesto la amenaza creciente de los gérmenes que son difíciles de tratar debido a que se han tornado resistentes a los fármacos.

Al calcular la cantidad de víctimas se envía «un mensaje muy poderoso», dijo la Dra. Helen Boucher, investigadora de la Universidad Tufts y vocera de la Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas. «Estamos frente a una catástrofe».

Antibióticos como la penicilina y la estreptomicina han estado disponibles para el público general desde la década de los 40, y actualmente docenas de ellos se usan para eliminar o controlar las bacterias responsables de enfermedades que van desde  la infección de garganta hasta la peste. Se les considera uno de los mayores progresos en la historia de la medicina y han salvado incontables vidas.

Pero después de algunas décadas, algunos antibióticos han dejado de dar resultado contra bacterias que antes solían neutralizar. Los expertos explican que el uso excesivo o el mal uso han contribuido a restarles efectividad.

En un nuevo informe, los Centros enumeraron 17 bacterias resistentes a los fármacos que son la mayor causa de preocupación.

El resultado es que cada año más de dos millones de personas contraen infecciones serias y por lo menos 23 000 de ellas mueren.

De estas, la infección conocida como MRSA, o estafilococo áureo resistente a meticilina, causa la muerte a unos 11 000 pacientes por año, mientras una nueva superbacteria ocasiona muerte a 600. Esta resiste el tratamiento con antibióticos llamados carbapenemas, considerados una de las últimas líneas de defensa contra microbios resistentes a los fármacos.

La resistencia de estos organismos ha llevado a las autoridades de salud a advertir que si la situación se agrava, podría haber médicos que se resistan a hacer cirugías o atender a enfermos de cáncer ante el temor de que los antibióticos no protejan de infecciones a sus pacientes.

«Si no tenemos cuidado, el botiquín estará vacío» cuando los médicos necesiten fármacos para combatir infecciones, advirtió el doctor Tom Frieden, director de los Centros.
septiembre 18/2013 (PL)

Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

En: Noticias #

Ocho millones de pacientes mueren de una infección grave, o sepsis, cada año en todo el mundo, lo que aproximadamente significa una persona cada cuatro segundos; un dato que se espera aumente en los próximos años.

En la última década, el número de pacientes se ha duplicado, y los estudios consideran que la tendencia seguirá al alza. «Los pacientes con sepsis no dejan de aumentar», confirma el presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), Francisco Álvarez, para quien, coincidiendo con el Día Mundial de la sepsis, las previsiones «son poco halagüeñas».

Los factores que provocan este aumento son múltiples, explica Álvarez, destacando el incremento de la población de más de 70 años, los tratamientos de enfermedades crónicas que alargan la vida de los pacientes pero en condiciones de inmunodepresión, la mayor agresividad de las técnicas quirúrgicas, «que incrementa los tiempos de hospitalización y las complicaciones infecciosas», o la mayor utilización de técnicas invasivas, «como las sondas o los catéteres, que se asocian con infecciones por bacterias».

La sepsis es una dolencia crítica que se produce como respuesta a una infección que lesiona los tejidos y provoca un fallo agudo de otros órganos que no necesariamente estaban relacionados con la infección original, provocando un shock o fallo multiorgánico.

Por este motivo, quizá uno de los principales factores de su gravedad es el retraso del diagnóstico y tratamiento: «Por cada hora de retraso se incrementa su riesgo de muerte», explica Álvarez, quien considera «vital» para su control que «en cada hospital la sepsis se diagnostique y se trate precozmente, de manera que los enfermos no lleguen al grado de mayor complejidad y que, por tanto, sean menos los pacientes que necesiten entrar en la UCI».
Más muertes que el cáncer

En España, afecta a 50 000 personas cada año, de las cuales 17 000 mueren; lo que significa que fallecen más personas por una sepsis que por cánceres como el de mama, colon, páncreas o próstata, y la mortalidad es 13 veces superior a la de los accidentes de tráfico.

Actualmente, los hospitales españoles ya están poniendo en marcha proyectos de innovación para intentar reducir la tasa de mortalidad de la enfermedad a menos del 20% en el año 2020 (actualmente es del 36%).

En España, y con el apoyo de la SEMICYUC y otras sociedades científicas, se mejora constantemente el proyecto Código Sepsis, un conjunto de protocolos y reacciones de actuación que pretenden ser comunes en todos los hospitales para diagnosticar, monitorizar y tratar la sepsis bajo una misma estrategia.

Aunque, para un mayor control, el presidente de la sociedad médica demanda una «educación sanitaria, desde los colegios, en la adolescencia, y en generar interés por el conocimiento de los signos de gravedad asociados a una infección».

Además, aboga por que «el personal sanitario informe a menudo a la población de riesgo, los pacientes inmunodeprimidos, trasplantados, diabéticos, cirróticos o ancianos, entre otros, sobre cuáles son los signos de gravedad ante cualquier infección que deberían ser motivo de aviso a los servicios sanitarios».
septiembre 14/2013 (Diario Salud)

En: Noticias #

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado su lista de las diez principales causas de muerte en el mundo, entre las que se mantienen varias enfermedades no transmisibles, como las dolencias coronarias, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La diabetes aparece por primera vez en esta lista, del que sale la tuberculosis.

Este organismo de Naciones Unidas ha utilizado para ello datos relativos a 2011, año en que estiman que murieron en todo el mundo 55 millones de personas. Las enfermedades no transmisibles son responsables de dos de cada tres fallecimientos (36 millones), más que hace diez años, cuando representaban el 60 % de todas las muertes (31 millones).

La primera causa de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, que causaron la muerte a casi 17 millones de personas y representaron tres de cada diez fallecimientos. De ellos, unos 7 millones lo hicieron por una cardiopatía isquémica y 6,22 millones debido a un accidente cerebrovascular.

A ambas dolencias le siguen en el ránking las infecciones de vías respiratorias inferiores (causantes de 3,2 millones de muertes), la EPOC (3 millones), enfermedades diarréicas (1,9 millones), el VIH/sida (1,6 millones), los cánceres de tráquea, bronquios o pulmón (1,5 millones), la diabetes mellitus (1,4 millones), los accidentes de tráfico (1,3 millones) y los nacimientos prematuros o el bajo peso al nacer (1,2 millones).

Precisamente la OMS destaca como de esta lista sale la tuberculosis, que no obstante sigue entre las quince principales causas de muerte provocando un millón de fallecimientos en 2011.

Países ricos y países pobres

De hecho, en su informe destacan como las causas de muerte pueden variar entre países de altos y bajos ingresos. Así, mientras que en los países ricos las enfermedades no transmisibles representan el 87 % de todas las muertes, en los países de bajos ingresos apenas representan el 36 %, y ganan protagonismo enfermedades como el VIH/sida, las enfermedades diarreicas, el paludismo o la tuberculosis, que representan un tercio de todas las muertes en estos países.

También hay diferencias en la edad de los fallecidos. En los países de ingresos altos, 7 de cada 10 muertes se producen en personas de más de 70 años y solo un 1 por ciento de las muertes son de niños menores de 15 años. En los países de bajos ingresos, en cambio, casi 4 de cada 10 muertes se producen antes de los 15 años y solo 2 de cada 10 después de los 70 años entre las personas de 70 años y más.

Muertes infantiles

Las complicaciones derivadas de un parto prematuro y la asfixia al nacer y las lesiones al nacer también se encuentran entre las principales causas de muerte, cobrando la vida de muchos recién nacidos y lactantes. En este sentido, la OMS pone de relieve que de los 6,9 millones de niños que murieron antes de cumplir los cinco años en 2011 casi todos (99 %) fueron de países de bajos y medianos ingresos.

Además de las complicaciones al nacer, la neumonía o las enfermedades diarreicas, el paludismo sigue siendo una importante causa de muerte a estas edades, especialmente en África subsahariana, donde causa aproximadamente el 14 % de los menores de cinco años. Además, alrededor del 43 % de las muertes en niños menores de 5 años en 2011 se produjo durante sus primeros 28 días de vida.

El tabaco sigue estando detrás de muchas muertes

Por otro lado, la OMS también destaca como el consumo de tabaco sigue siendo la principal causa de muchas de las principales enfermedades mortales del mundo, como la enfermedad cardiovascular, la EPOC o el cáncer de pulmón. En total, el consumo de tabaco es responsable de la muerte de alrededor de 1 de cada 10 adultos en todo el mundo, siendo la causa oculta de muchas enfermedades mortales.

De igual modo, también muestran su preocupación por el elevado porcentaje de muertes provocadas por un accidente o una lesión (9 % del total). De todas ellas, los accidentes de tráfico siguen siendo la causa más frecuente, casi 3500 vidas perdidas cada día, unos 700 más que en el año 2000.
septiembre 6/2013 (Diario Salud.net)

En: Noticias #

Los enfermos de encefalitis tienen condiciones propias que aumentan el riesgo de muerte, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.

Según investigadores de la Universidad Johns Hopkins, las personas con encefalitis severa son mucho más propensas a morir si desarrollan inflamación en el cerebro, independientemente de la causa de su enfermedad. Si se vigilan estas condiciones y se tratan desde los primeros síntomas potencialmente reversibles, las probabilidades de sobrevivir aumentan significativamente. Los resultados han sido publicados en Neurology ( doi: 10.1212/WNL.0b013e3182a2cc6d).

El autor principal del estudio, Arun Venkatesan, profesor de Neurología en la Universidad Johns Hopkins ha explicado que, «conocemos los tratamientos para la gran mayoría de factores que tienen relación con la muerte en estos pacientes».

En el 50 %  de los casos no se conoce la causa por la cual una persona desarrolla encefalitis. Actualmente, la enfermedad se puede tratar únicamente con esteroides y medicamentos inmunosupresores, que conllevan efectos secundarios graves.

Los investigadores revisaron los registros de  487 pacientes con encefalitis aguda, ingresados en el Hospital Johns Hopkins y Johns Hopkins Bayview Medical Center entre enero de 1997 y julio de 2011. Durante la investigación se prestó más atención a aquellos pacientes que habían pasado al menos 48 horas en la UCI.

De 103 pacientes con estas características, 19 murieron. Los pacientes que tenían una inflamación grave en el cerebro tenían hasta 18 veces más probabilidades de morir, mientras que aquellos que sufrían continuos ataques epilépticos tenían ocho veces más. Los pacientes con bajos recuentos de plaquetas, tenían hasta seis veces más probabilidades de morir, en comparación con aquellos sin esta condición. Los investigadores sugieren que, dados estos datos, es necesario estudiar con mayor precisión los factores de riesgo que conlleva la encefalitis.

Venkatesan ha dicho que, «los pacientes con edema cerebral pueden mejorar considerablemente si su presión intracraneal es monotorizada con frecuencia. Aún está por determinar si los tratamientos agresivos para las convulsiones y recuentos bajos de plaquetas disminuyen la mortalidad».

El equipo de investigación está desarrollando pautas para un diagnóstico mejorado de encefalitis y más rápido, con el fin de minimizar el daño cerebral.
agosto 21/2013 (Diario Médico)

Hannah L. Kirsch, David R. Benavides, Eric B. Schneider, Justin C. McArthur, Romergryko G. Geocadin, Arun Venkatesan.Predictors of outcome in acute encephalitis.Neurology. Jul 26, 2013

En: Noticias #

Los hijos de madres obesas tienen un  35% más de riesgo de morir prematuramente en la edad adulta, según un estudio  publicado por el British Medical Journal (BMJ) (doi: 10.1136/bmj.f4539.) que alerta sobre la  creciente epidemia de la obesidad.

Los investigadores, en Escocia, han tomado como muestra a 37 709 personas  nacidas de 28 540 mujeres entre 1950 y 1976.

Durante el estudio, estas personas tenían entre 34 y 61 años y 6551 de  ellas ya habían muerto por diferentes causas.

En el momento de dar a luz, el 21% de las madres tenía sobrepeso (un IMC –  índice de masa corporal- de entre 25 y 29,9) y el 4% eran obesas (un IMC igual  o superior a 30).

Según los investigadores, el riesgo de muerte prematura aumenta un 35%  entre los adultos nacidos de madres obesas y un 11% en el caso de madres con  sobrepeso, en comparación con los nacidos de madres con un peso normal.

Asimismo, los adultos nacidos de madres obesas tienen 42% más de  probabilidades de ser hospitalizados por problemas cardiovasculares (angina de  pecho, infarto de miocardio, ataque cerebral..)

«Es necesario crear urgentemente estrategias de intervención para optimizar  el peso antes del embarazo», dicen los autores, dado que cerca de una mujer  embarazada de cada cinco en Gran Bretaña es actualmente obesa.

En Estados Unidos, cerca del 64% de las mujeres en edad de procrear tienen  sobre peso, y de estas, el 35% son obesas, agregan antes de advertir que la  tendencia es similar en Europa.

Según la Organización Mundial de la Salud, 1400 millones de personas  mayores de 20 años tenían sobrepeso en 2008, y de ellas, 200 millones de  hombres y cerca de 300 millones de mujeres eran obesas. Los casos de obesidad  se han multiplicado a escala mundial desde 1980.

Entonces, la proporción de mujeres obesas en el momento de dar a luz era  del 4%, mucho menos que ahora, dice la profesora Rebecca Reynolds, primera  autora del estudio.
agosto 14/2013 (AFP) –

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Reynolds RM, Allan KM, Raja EA, Bhattacharya S, McNeill G, Hannaford PC.Maternal obesity during pregnancy and premature mortality from cardiovascular event in adult offspring: follow-up of 1 323 275 person years.BMJ. 2013 Ago 13;347:f4539.

En: Noticias #