cirrosis hepática

Científicos del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol estudian los factores asociados al hígado graso no alcohólico, patología que puede desencadenar una cirrosis.

El Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol ( IDIAP Jordi Gol ) ha llevado a cabo un estudio sobre pacientes entre 17 y 80 años que no tenían antecedentes de enfermedad hepática, ni consumían alcohol (es decir, no tenían un consumo de más de > 30g/día en hombres, ni más de > 20g/día en mujeres), pero que presentaban hígado graso (esteatosis hepática), detectado en una ecografía abdominal.

Para cada caso de intervención se seleccionó un caso de control del mismo equipo asistencial, edad y sexo. En total, fueron 704 pacientes, con una media de edad de 55 años y más hombres (50,4%) que mujeres (49,6%). El número de casos de intervención fue de 327 y el de casos control fue de 377.

Según el Dr. Llorenç Caballería, investigador del IDIAP, «los resultados nos muestran que variables como la obesidad, el sobrepeso o la resistencia a la insulina van muy ligados a la presencia de hígado graso no alcohólico, siendo especialmente significativa la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes».

También se ha podido observar que la enfermedad del hígado graso no alcohólico no sólo afecta a las personas adultas obesas o a las mujeres diabéticas, como se creía hasta ahora, sino que se ha visto que también puede producirse igualmente en ambos sexos, tanto en la edad adulta como en la pediátrica, y que esto seguramente es debido al aumento de la obesidad en las sociedades occidentales.

Los autores del estudio y su investigador principal , el Dr. Caballería , concluyen que «si sumamos al aumento de la población obesa, la elevada prevalencia del síndrome metabólico (SM), y su relación con el aumento del riesgo cardiovascular, y el papel que juega la esteatosis como componente hepático del SM, está claro que el hígado graso no alcohólico se convierte en un problema sanitario importante, que hay que evitar desde la atención primaria con el diagnóstico y el control de los factores de riesgo asociados » .
diciembre 24/2013 (JANO)

Lloren Caballería , Ingrid Arteaga , Guillem Pera , Lluís Rodríguez , Alba Alumà , Maria Antònia Auladell , Pere Torán. Risk factors associated with non-alcoholic fatty liver disease: A case-control study.Medicina Clínica Vol. 141. Núm. 12. Dic 2013.doi: 10.1016/j.medcli.2012.11.034

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La cirrosis es una enfermedad hepática irreversible. Se caracteriza por la inflamación crónica que destruye las células del hígado y produce la regeneración anárquica en forma de nódulos. La enfermedad provoca que el hígado pierda su función y se acompaña de múltiples complicaciones. Cuando estas complicaciones se manifiestan (sangrado en el tracto digestivo, infección bacteriana, acumulación de líquido en el abdomen, etc), esto se conoce como cirrosis descompensada y los pacientes son hospitalizados.

Un cierto número de estos pacientes rápidamente desarrollan un síndrome que se caracteriza por la insuficiencia hepática aguda y/o el fracaso de otros órganos vitales (IHAC-insuficiencia hepática aguda sobre crónica). El síndrome se asocia con un alto riesgo de muerte en un mes y no hay criterios diagnósticos claramente establecidos hasta ahora que pudieran hacer posible describir la condición.

A través de un consorcio, los investigadores de la Unidad Mixta de Investigación 773 » del Centro de Investigaciones Biomédicas Bichat-Beaujon» (INSERM / Université Paris Diderot), analizaron los datos de 1343 pacientes hospitalizados por complicaciones de la cirrosis aguda entre febrero y septiembre de 2011 en 29 Departamentos  de Hepatología en 12 países de Europa.  Esto les permitió definir criterios diagnósticos sólidos para la IHAC, lo que indica que un tercio de los pacientes que participaron en el estudio habían desarrollado este síndrome.

Los investigadores observaron que, en comparación con los pacientes que no sufren de IHAC, aquellos que desarrollaron insuficiencia aguda de un órgano o de los órganos, eran más jóvenes, fueron más frecuentemente presa del alcoholismo, habían sufrido un mayor número de infecciones bacterianas y tenían niveles más altos de células blancas de la sangre,  así como otros marcadores de inflamación de órganos.

De manera inesperada, el fracaso fue más severo en pacientes sin antecedentes de complicaciones de cirrosis. Se observó un gran número de disfunciones de órganos (hígado, riñones, cerebro) en estos pacientes, incluyendo los glóbulos blancos en la sangre y una tasa de mortalidad dentro del mes de ingreso en el hospital que fue 15 veces mayor que en los pacientes que tenían una historia previa.

«La identificación de los criterios para definir el fallo agudo de un órgano o de órganos,  nos permitió demostrar que esto es un síndrome independiente de las complicaciones de la cirrosis. Además del fallo de órganos y la alta mortalidad asociada, el desarrollo de la enfermedad depende de la edad del paciente y su historial médico», explica Richard Moreau, Director de Investigación INSERM e investigador principal del estudio.

«Esperamos ser capaces de identificar mejor a las personas en riesgo de muerte temprana, a fin de mejorar su tratamiento. Además, estos resultados podrían conducir a la mejora de las normas actuales para la asignación de órganos para trasplantar en los casos más graves «, concluyó.
mayo 2/2013 (Eurekalert)

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