cáncer de ovario

Las mujeres que reciben medicamentos para estimular la producción ovárica durante un tratamiento de fertilidad corren más riesgo de desarrollar tumores de ovario fronterizos, informaron investigadores holandeses.
Un estudio amplio de 15 años de duración reveló que las mujeres que se someten a fertilización in vitro (FIV) eran dos veces más propensas a desarrollar formaciones malignas -definidas como cáncer o tumores fronterizos- que las mujeres con problemas de fertilidad sin tratar.
El riesgo se concentró en los tumores fronterizos, que presentan células anormales que pueden convertirse en cancerosas pero que generalmente no lo hacen. El peligro de cáncer de ovario invasivo fue levemente mayor en el grupo tratado con FIV, aunque sin importancia estadística.
Expertos en fertilidad señalaron que los resultados mostraron que existe la necesidad de investigar más al respecto, aunque destacaron que los riesgos aparentes eran muy bajos.
«Esto (…) de alguna forma va a contestar preguntas que muchas pacientes de FIV hacen. No obstante, los resultados deberían mantenerse en proporción, dado que el aumento mostrado fue de alrededor de cinco por cada 1000 a siete de cada 1000 mujeres», dijo Peter Braude, del Kings College de Londres.
Braude, que no participó del estudio holandés, dijo que los riesgos posibles deben sopesarse con la importancia objetiva de la FIV en la concepción de un hijo.
La directora del estudio, Flora van Leeuwen, del Instituto del Cáncer de Holanda en Amsterdam, dijo que los resultados son importantes porque el estudio es el primero en incluir un grupo de comparación de mujeres con problemas de fertilidad que no se someten a FIV.
Esto es importante porque tener dificultades para concebir o nunca haber quedado embarazada son en sí factores de riesgo conocidos de los tumores ováricos.
La investigación observó a 25 000 mujeres, de las cuales 19 000 recibieron FIV.
El equipo halló 61 formaciones malignas en los ovarios en el grupo sometido a FIV, de las cuales 31 fueron tumores fronterizos y 30, cánceres invasivos. La proporción de casos fronterizos fue inusualmente elevada.
Richard Kennedy, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de Fertilidad (IF), indicó que otros estudios realizados en la década previa y que observaron la estimulación ovárica y el riesgo de cáncer habían resultado tranquilizantes en general.
«La IF sigue teniendo la perspectiva de que los riesgos a largo plazo son bajos, pero insta a seguir controlando a través de informes de resultados a largo plazo con colaboración internacional», expresó Kennedy en un comunicado.
Los hallazgos del estudio holandés fueron publicados en la revista Human Reproduction.
Octubre 27/2011 Londres, (Reuters)

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El cáncer epitelial de ovario es la causa ginecológica de mortalidad más frecuente en Europa y Estados Unidos, debido a que es difícil de diagnosticar en sus primeras fases. El tratamiento más eficaz es la extirpación del tumor acompañada de quimioterapia, pero los expertos están buscando nuevos métodos para hacer más efectiva la eliminación total de las células malignas en el quirófano.
Un área prometedora, cuyos primeros resultados con mujeres se acaban de presentar, es la utilización de un marcador fluorescente que se acopla selectivamente a las células tumorales, de forma que las colorea y el cirujano puede distinguirlas con más claridad de las células sanas. Así podría evitarse en un futuro, si los buenos resultados se confirman, que los doctores no sean capaces de demarcar con exactitud los límites del tumor y queden restos del mismo tras la intervención. La técnica, según publica la revista Nature Medicine, se ha probado en un grupo limitado de mujeres y se ha demostrado viable para los cirujanos, ya que no interfirió en sus tareas habituales, y segura para las pacientes, aunque ahora será necesario hacer estudios más amplios para confirmar su utilidad. El avance ha sido posible porque las células del cáncer de ovario expresan exageradamente un receptor de folato (vitamina B). Los investigadores acoplaron un marcador fluorescente al folato, de forma que lograron un compuesto capaz de adherirse a estos receptores e iluminar el tumor en toda su extensión. Así, se inyectó a las mujeres el compuesto y el equipo quirúrgico pudo diferenciar en tiempo real a las células malignas de las corrientes. La técnica ofrece una mayor resolución y sensibilidad que otros métodos radiológicos o la inspección visual y la palpación durante la cirugía, según el doctor Gooitzen van Dam, de la Universidad de Groningen (Países Bajos) y sus colegas. Una limitación de este método es que hay entre un 5% y un 10% de los cánceres de ovario que no expresan en mayor medida el receptor de folato. De hecho, en una de las mujeres en que se ha probado, las células malignas no se iluminaron por este motivo. En cualquier caso, los investigadores creen que el folato es una sustancia idónea para realizar esta técnica, ya que no es tóxico, es barato y se une fácilmente al material fluorescente. Septiembre 19/2011 (Diario Salud)

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Las mujeres que tienen quistes de inclusión no tienen más riesgo de contraer cáncer de ovario, de mama o de endometrio, según un estudio en el Reino Unido.
Estos resultados cuestionan las creencias arraigadas de que los quistes desencadenan el cáncer. «Se necesitará más tiempo de seguimiento para confirmar definitivamente estos hallazgos», según Usha Menon y otros investigadores, de la Escuela Universitaria de Londres.
Los datos para poder realizar el estudio provinieron de un ensayo colaborativo de cáncer ovárico realizado en el Reino Unido, que incluía a más de 200 000 mujeres entre 50 y 74 años. Aproximadamente la mitad se realizaban ultrasonidos regularmente. En el primer año del estudio, las pruebas identificaron a 1234 mujeres con quistes de inclusión y a 22 914 con ovarios normales.
Después de un promedio de seis años, cuatro mujeres que tenían quistes y 32 con ovarios normales padecieron cáncer de ovario. A pesar de que estos resultados sugieren un mayor riesgo, las pruebas estadísticas mostraron que fácilmente podría haberse debido al azar. Del mismo modo que el riesgo a padecer otros tipos de cáncer tampoco es mayor en mujeres con quistes. Es más, el porcentaje de mujeres con quistes que padecieron cáncer fue similar a lo que cabría esperar de la población en general del Reino Unido.
«Nuestros datos muestran que los quistes de inclusión detectados en las mujeres posmenopáusicas no parecen estar asociados a una mayor incidencia de cáncer de ovario primario invasivo o cáncer dependiente de hormonas, como el de mama y el de endometrio», añaden. Agosto 26/08/2011 (Diario Médico)

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Algunos tumores de ovario muy agresivos se formarían en las trompas de Falopio, según un estudio publicado en Proceedings of the Nacional of Sciences, PNAS  y parece confirmar lo que los oncólogos ya sospechaban desde  hacía mucho tiempo.
Estos trabajos podrían permitir mejorar el diagnóstico y el tratamiento de  este cáncer particularmente insidioso, ya que no presenta síntomas precoces, y  está a menudo muy avanzado cuando se detecta.
«La hipótesis de que el origen de algunos cánceres de ovario muy agresivos  se halla en las trompas de Falopio se basaba hasta ahora en el análisis de esas trompas extirpadas a mujeres con predisposición genética al cáncer de ovario», explica el doctor Ronny Drapkin del Instituto de Cáncer  Dana-Farber, en Boston (Massachusetts, noreste), principal autor de este estudio.
«Pero para demostrar de manera convincente que las células concerosas del  ovario pueden provenir directamente de las trompas de Falopio, se necesitaba reconstituir en laboratorio sobre animales todas las etapas del desarrollo de la enfermedad y nuestro modelo de investigación aporta esa demostración», afirma el investigador.
El tumor de ovario es el quinto más letal entre las mujeres en Estados Unidos. Todos los años mueren por esa causa 14 000 mujeres y otras 22 000 son diagnósticadas con la enfermedad.
Washington, abril 18/2011 (AFP)

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Una ablación preventiva de los senos y  ovarios reduce el riesgo de cáncer y decesos entre mujeres que presentan  predisposiciones genéticas hacia la enfermedad, según un estudio clínico divulgado.
«Las mujeres que heredaron la mutación de los genes BRCA1 o BRCA2 tienen un  riesgo claramente más elevado (de 56 a 84%) de desarrollar un cáncer de seno y  de ovarios», escriben los autores de este trabajo en el Journal of the American  Medical Association (JAMA), con fecha del 1 de setiembre.
El estudio de 2.482 mujeres que presentan estas variaciones genéticas fue  realizado en 22 de centros de investigación clínica en Estados Unidos y Europa,  entre 1974 y 2008 y las involucradas fueron observadas hasta 2009.
Los investigadores determinaron que las mujeres que presentan estas  mutaciones genéticas y que sufrieron una mastectomía profiláctica eliminaron  por completo el riesgo de tumor canceroso durante los tres años de seguimiento  médico.
En comparación, en el grupo de mujeres con esta misma predisposición  genética y que no sufrieron ablación preventiva de sus senos, 7% desarrolló  cáncer de mama durante el mismo período.
De 10 a 20% de los casos de cáncer de seno y ovario son provocados por  ciertas variaciones de los genes BRCA1 y BRCA2. Washington, 31 Ago  (AFP).

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