El síndrome de vasoconstricción cerebral reversible se produce por la constricción variable, segmentaria y multifocal, de las arterias cerebrales y, generalmente, es de curso benigno. Se describe el caso de una mujer de 49 años que consultó por cefalea, síntomas visuales y convulsiones. Ampliar…
Desde que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron el primer caso en los Estados Unidos de la nueva infección por coronavirus el 20 de enero, gran parte del enfoque clínico se ha centrado naturalmente en los síntomas prodrómicos del virus y los graves efectos respiratorios. Ampliar…
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Un equipo de científicos anunció que pasó con éxito la prueba de seguridad el primer ensayo con células madre para reparar el daño causado por el accidente cerebrovascular.
Las células madre fueron inyectadas en el cerebro de tres pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular sin que se manifestaran reacciones adversas, comunicaron expertos del Hospital Southern General en Glasgow.
En base a estos resultados los científicos esperan probar la técnica con otras nueve personas que padecieron ese tipo de accidente cerebrovascular.
Este método se probó por primera vez en un anciano y con posterioridad en otros dos pacientes.
«Debido a que es la primera vez que este tratamiento celular ha sido utilizado en humanos, es sumamente importante que podamos determinar su seguridad antes de continuar», expresó el autor principal del estudio, Keith Muir.
Los próximos ensayos comenzarán en 18 meses, adelantó el experto.
Además de este ensayo regulado, los científicos realizan otras pruebas con células madre para tratar otras dolencias.
El estudio británico se realiza de conjunto con la compañía Reneuron Group plc.
«Si todo sale bien lo más pronto que podríamos tener un tratamiento ampliamente disponible es en cinco años», expresó el presidente ejecutivo de esta empresa, Michael Hunt. Septiembre 1/2011 Londres, (PL)
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El índice de mortalidad por enfermedad cardiovascular ha declinado en un 28% desde finales de los 90 en Estados Unidos, pero la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular (ACV) siguen dando cuenta de un tercio de todas las muertes, encuentra un estudio reciente.
Y el costo de prevenir y tratar la enfermedad cardíaca es más alto que para el cáncer o cualquier otro grupo de diagnóstico.
«No hemos ganado la guerra», advirtió la Dra. Veronique L. Roger, autora líder del informe, que aparece en la revista Circulation.
«Aunque hay más personas que viven con enfermedad cardiovascular, también hay más costos en términos de dinero y para los individuos que viven con enfermedad cardíaca en lugar de vidas sanas», lamentó Roger, catedrática de investigación en Ciencias de la Salud de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota.
Comparando datos del 1997 al 2007, los investigadores encontraron que el número de operaciones y procedimientos cardiovasculares en pacientes internos creció un 30%.
Esos procedimientos ayudaron a alargar la edad promedio de muerte por enfermedad cardiovascular hasta los 75 años, pero eso aún está muy por detrás de la esperanza de vida promedio de 77,9 años en Estados Unidos.
Mientras tanto, millones de estadounidenses siguen tomando decisiones incorrectas respecto a su salud que sabotean los esfuerzos por reducir aún más la enfermedad cardiovascular. Por ejemplo, en cuanto a los factores de riesgos cardíacos y para el ACV, el informe encontró que: el 23% de los hombres, el 18% de las mujeres y el 20% de los estudiantes de secundaria fuman.
Alrededor de un tercio de los adultos de Estados Unidos (a partir de los 20 años) padecen de hipertensión arterial, pero menos de la mitad de los que lo saben la tienen bajo control.
Dos tercios de los adultos tienen sobrepeso o son obesos. Casi un tercio de los niños entre los dos y los 19 años de edad tienen sobrepeso o son obesos.
Alrededor del 15% de los adultos tienen niveles totales de colesterol en suero de 240 mg/dl o más.
Se sabe que el 8% de los adultos sufren de diabetes mellitus, mientras que 36,8% tienen prediabetes.
Pero incluso así, los hallazgos generales son positivos, afirman los expertos.
«Hay cientos de miles de individuos que podrían haber muerto o quedado sustancialmente discapacitados debido a la enfermedad cardiovascular en el pasado, que en vez de ello llevan vidas completas, productivas y satisfactorias», aseguró el Dr. Gregg Fonarow, cardiólogo de la Universidad de California en Los Ángeles, quien está familiarizado con los hallazgos del informe.
Los expertos consideran que los avances en la Medicina podrían haber superado los daños por la epidemia de obesidad durante la década que estudiaron.
Los dilatadores que abren vasos sanguíneos taponados y los medicamentos para personas con enfermedad cardíaca han tenido un impacto profundo en los índices de supervivencia, afirmó el Dr. Kirk Garratt, director clínico de investigación cardiovascular intervencionista del Instituto del Corazón y Vascular Lenox Hill en la ciudad de Nueva York.
«No se puede negar que los dilatadores mejoran la calidad de vida de millones de estadounidenses que viven con enfermedad cardíaca», comentó.
Pero las opciones saludables de estilo de vida son esenciales para la longevidad, y la forma de crear una sociedad sana es hacerlo «con un individuo a la vez», dijo Roger. Controlar el peso a través de la dieta y el ejercicio será clave para lograr las metas de la American Heart Association para 2020 de mejorar la salud cardiovascular en un 20% y reducir las muertes por enfermedad cardíaca y ACV en un 20%.
La genética tiene mucho que ver con el desarrollo de la enfermedad cardiovascular, reconocen los autores. Un ataque cardíaco precoz en un padre duplica el riesgo de ataque cardíaco en los hombres, y lo aumenta en un 70% en las mujeres. Y el riesgo de enfermedad cardíaca se duplica si un hermano o hermana tiene antecedentes de la afección.
Pero los genes no son el destino. Si una persona está en mayor riesgo, debe cuidarse, aconsejan estos expertos.
«En realidad no se pueden controlar los genes, pero se puede controlar cómo se juegan las cartas que han tocado», señaló Roger.
Minnesota, diciembre 19/2010 (HealthDay)
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