Diagnóstico

Investigadores del grupo de Fisiopatología Renal (CIBBIM-Nanomedicine) del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) han confirmado la relación entre una proteína de membrana de células renales, la proteína HAVCR-1/KIM1, y el riesgo de desarrollar cáncer renal, concretamente del tipo célula clara (ccRCC) y papilar. Asimismo, han establecido una asociación los niveles de la proteína con el grado y la malignidad del tumor. Así, la proteína HAVCR-1/KIM1 se confirma como un marcador de gran utilidad para el diagnóstico y pronóstico de tumores de células renales.

Aunque la proteína se detecta en cáncer renal de célula clara (ccRCC) y papilar, este trabajo, publicado en el European Journal of Cancer (doi:10.1016/j.ejca.2012.12.020), ha demostrado que únicamente en los pacientes que desarrollan ccRCC y no otros tipos de tumores, la proteína HAVCR-1/KIM1 se expresa también en la parte normal del riñón, es decir, en la parte donde no hay evidencia de tumor. «Por lo tanto los resultados apuntan a que la expresión anómala de esta proteína en el tejido renal confiere susceptibilidad a desarrollar tumores del tipo ccRCC y también detecta su presencia en etapas iniciales», resume la Dra. Anna Meseguer, responsable del grupo de Fisiopatología Renal (CIBBIM-Nanomedicine) del VHIR y del estudio.

El carcinoma renal (RCC) es el más habitual de los cánceres urológicos, con una mortalidad de 100 000 casos/año en todo el mundo. Representa el 3% de todos los nuevos casos de cáncer y su incidencia ha ido en aumento durante las últimas 3 décadas. Existen varios tipos de cáncer renal, pero el más frecuente, con diferencia, es el llamado «de células claras» (ccRCC), que representa el 75-80% de todos los tumores renales, y que es, a la vez, uno de los más agresivos. «Uno de los problemas principales de este tipo de cáncer es que no presenta signos, síntomas o anomalías bioquímicas que permitan su detección precoz. En algunos casos se detecta de forma incidental, entonces la enfermedad suele estar ya muy avanzada, con pocas posibilidades de curación y por consiguiente su mortalidad es muy elevada (95%). Hasta el momento, no existe ningún modo de detectarlo precozmente de manera específica», señala el Dr. Enric Trilla, médico adjunto del Servicio de Urología del Hospital Universitari Vall d’Hebron.

Cribado del cáncer renal

El estudio se ha llevado a cabo analizando muestras de pacientes de una media de edad de 64 años, con diferentes subtipos de tumores de células renales y en varios grados de desarrollo. Los investigadores del VHIR, en colaboración con el Servicio de Urología del Hospital Universitari Vall d’Hebron, han descubierto que la proteína HAVCR-1/KIM1, ya conocida como marcador de daño renal, está sobreexpresada en tumores renales del tipo ccRCC y papilar, pero que sólo se encuentra expresada de forma anómala en muestras de túbulos proximales no tumorales de pacientes que presentaban tumores de células claras (ccRCC).

La proteína, detectada en la orina, puede ser un buen marcador de recaída en pacientes a quienes ya se les ha extirpado el tumor renal. «Por otra parte, el cribado poblacional de este marcador en orina podría ser, una vez contrastado con otros marcadores conocidos de daño renal inespecífico (urea/creatinina, NGAL, etc.), un buen indicador para detectar la población con riesgo de desarrollar un carcinoma del tipo ccRCC, ya que es en estos pacientes donde se expresa esta proteína de forma anormal», explica la Dra. Meseguer. Y añade: «Analizando todos estos datos podemos afirmar que HAVCR-1/KIM1 permite diferenciar el ccRCC del resto de tumores, por lo cual esta proteína tiene un gran valor terapéutico de cara a desarrollar sistemas de diagnóstico precoz».

Tras descartar otros posibles motivos de aumento de esta proteína, los investigadores creyeron que esta aparición inesperada debía de estar relacionada con el riesgo de desarrollar tumores del tipo ccRCC, y sugirieron que anomalías en la expresión de HAVCR-1/KIM1 confieren susceptibilidad a la enfermedad. «A nivel genético, las secuencias que codifican la proteína KIM1 se encuentran en la región 5q, frecuentemente amplificada en tumores del tipo ccRCC», indica la Dra. Meseguer, «lo cual nos confirma más aún nuestras hipótesis de trabajo y también podría abrir una vía para determinar el pronóstico de ccRCC a nivel genético».

Grado y la malignidad de los tumores

El exceso de esta proteína se puede detectar, tanto por su actividad inmunológica en los tejidos como por su presencia en la orina. «Lo que hemos visto es que los pacientes que pierden más activamente la parte extracelular de la proteína en la orina padecen tumores más agresivos que los que la conservan en la membrana. Los niveles de HAVCR-1/KIM1 en la orina están relacionados con la cantidad de proteína producida por el tumor y, al mismo tiempo, con la capacidad de cada individuo para «cortar» la parte extracelular de la proteína. Por lo tanto, la presencia de la proteína en la orina y sus niveles permiten determinar la presencia de un tumor de ccRCC y a la vez su agresividad», concreta la Dra. Meseguer.

Según concluye esta especialista, «tenemos el convencimiento de que nos hallamos ante el primer y único marcador precoz de cáncer renal. Parece factible y fácil detectar HAVCR-1/KIM1 en orina en estadios muy iniciales del desarrollo de tumores renales de células claras. Esto lo convierte en un excelente biomarcador para llevar a cabo un diagnóstico específico y precoz de los tumores de células renales y podría cambiar el escenario actual de este tumor de tan mal pronóstico».
marzo 12/2013 (JANO)

Thaïs Cuadros, Enric Trilla, Maria Rosa Vilà, Inés de Torres, Jordi Vilardell, Nabil Ben Messaoud.Hepatitis A virus cellular receptor 1/kidney injury molecule-1 is a susceptibility gene for clear cell renal cell carcinoma and hepatitis A virus cellular receptor/kidney injury molecule-1 ectodomain shedding a predictive biomarker of tumour progression.European Journal of Cancer (2013)

Entre un 10 y un 15% de los pacientes con cirrosis desarrollan un cáncer de hígado en los cinco primeros años de seguimiento.
Solo un 10% de los casos de cáncer hígado se detectan a tiempo, según expertos reunidos en el XXXVIII Congreso Anual de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), quienes han subrayado la necesidad de poner en marcha campañas de prevención en cáncer hepático.
Y es que, en el caso de que se detecte a tiempo, es posible operar para extirpar el tumor, realizar un transplante o llevar a cabo una ablación cutánea para eliminar el tumor, en función de la extensión del carcinoma y de las características de cada paciente. Del 10% de casos que se diagnostican y se tratan con estas opciones, entre el 50 y 70% conseguirán sobrevivir los cinco primeros años.
El cáncer hepático se produce como consecuencia de un daño continuado en el hígado. Inicialmente se generan nódulos infracentrimétricos precancerosos que finalmente evolucionan a malignidad. A partir de los tres centímetros, el cáncer ya no puede considerarse inicial y las posibilidades de curación disminuyen.
En general, el pronóstico en cuanto al tratamiento y a la curación del cáncer de hígado es poco alentador, ya que la mayor parte de casos se diagnostican en fase avanzada, cuando ya no es posible administrar un tratamiento curativo. Si se diagnostica en fase avanzada, la enfermedad puede llevar a la muerte en el plazo de un año.
«Se ha demostrado que el cáncer de hígado es la principal causa de muerte entre los pacientes con cirrosis hepática. Entre un 10 y un 15% de los pacientes que tienen cirrosis desarrollarán un cáncer de hígado en los cinco primeros años de seguimiento», ha señalado el director del grupo de Oncología Hepática del Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Jordi Bruix. Actualmente, como medida preventiva, en los pacientes con cirrosis que están en riesgo de cáncer se realizan ecografías periódicas del hígado.
Conocimiento molecular
Bruix ha destacado que se está trabajando en nuevas líneas de investigación que se centran en «la evolución de la medicina intervencionista hacia el conocimiento molecular». Precisamente, a su parecer, «el mejor conocimiento de estos mecanismos moleculares, que son capaces de determinar la aparición y progresión del tumor, ha posibilitado descubrir nuevos agentes, como los antiangiogénicos, y se están investigando nuevos fármacos prometedores, pero que todavía están lejos de la práctica clínica convencional».
Además, la revolución en los últimos años en las técnicas de imagen permite en la actualidad detectar tumores de un centímetro en el hígado, lo que ha hecho posible, en los casos en los que estas pruebas se llevan a cabo, detectar el cáncer en una fase más inicial y, así, reducir la mortalidad por cáncer de hígado. Estas pruebas facilitan un diagnóstico no invasivo con lo que se reduce el número de biopsias.
Criterios para el trasplante
Por otro lado, en la actualidad, se sigue un criterio estándar para determinar si se puede indicar el transplante, y que consiste en que el tumor debe estar formado por un nódulo menor de cinco centímetros o por tres nódulos menores de tres centímetros, ya que en estos pacientes se puede observar una supervivencia superior al 70%.
El debate ahora se centra en expandir o mantener este criterio. Según este experto, «el principal inconveniente para expandir este criterio es la escasez de hígados, por lo que, de momento, no es recomendable realizar transplantes en pacientes con tumores más grandes, ya que los resultados serían peores».
En la actualidad, solo un 5% de los pacientes con cáncer de hígado pueden llegar a beneficiarse de un transplante hepático, ya que la mayoría de casos se diagnostican en una fase avanzada. Entre los trasplantados, un 70% sobreviven en los primeros cinco años y, en un 15% de los casos, el cáncer se vuelve a reproducir.
En España, la prevalencia del cáncer hepático se ha estabilizado, gracias a que la infección viral, que, junto con el alcohol, es la principal causa de cirrosis y, por tanto, de cáncer hepático, ya está más controlada. Actualmente, afecta anualmente a entre 10 y 11 personas por cada 100 000 habitantes, lo que sitúa a España en una escala intermedia en comparación con otros países.
En general, la incidencia de cáncer hepático es más alta en Asia y en países del África subsahariana, mientras que, en el norte de Europa y en el continente americano, su presencia es menor, ya que también lo es la diseminación de la hepatitis viral.
febrero 21/2013 (JANO)

Un grupo de investigadores de la brasileña Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) desarrolló un método de diagnóstico de hepatitis A que es más rápido, simple, barato y natural que los métodos convencionales.

El objetivo es facilitar el acceso de la población al diagnóstico de la enfermedad, que tiene alto costo, como estrategia para reducir su incidencia, informó la Fiocruz, un prestigiado centro de estudios médicos vinculado al Ministerio de Salud.

La innovación fue resultado de un proyecto del Laboratorio de Desarrollo Tecnológico en Virología de la Fiocruz.Para producir el nuevo método, los investigadores sustituyeron la inmunoglobulina G, el anticuerpo específico usado en el diagnóstico convencional y que se obtiene a partir de mamíferos inmunizados, por la inmunoglobulina Y, el anticuerpo equivalente pero obtenido a partir de aves y reptiles.

La innovación aún está en proceso de validación pero su probable aprobación ofrecerá un test que puede ser usado en diagnósticos, en estudios de prevalencia y hasta en la selección de individuos que tienen que ser vacunados contra hepatitis A.

La gran ventaja del uso de la inmunoglobulina Y es que la obtención del anticuerpo original exige un proceso invasor en los animales, ya que es necesario retirar sangre de conejos y roedores vacunados.

La inmunoglobulina Y puede ser extraída de la yema de los huevos de gallinas vacunadas. Así como los humanos, las aves inmunizadas producen anticuerpos de la hepatitis A y los transfieren a las yemas de sus huevos.La yema, además, tiene una concentración del anticuerpo tres veces mayor que el del mismo volumen de suero del conejo.
enero 29/2013 (Xinhua) –

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Una proteína llamada condensina, con un papel fundamental en la división celular, tiene una elevada actividad en el cáncer colorrectal, ayudando a que la célula tumoral pueda dividirse rápidamente.

Un equipo del Centro de Investigación en Nanomedicina para Biología Molecular y Bioquímica del Hospital Valle de Hebrón (VHIR), de Barcelona, ha encontrado que una proteína llamada condensina, con un papel fundamental en la división celular, tiene una elevada actividad en el cáncer colorrectal, ayudando a que la célula tumoral pueda dividirse rápidamente.

La inhibición de esta proteína conduce a la apoptosis; por lo tanto, la aplicación de esta investigación se centra en sus propiedades como posible marcador de crecimiento del tumor y, al mismo tiempo, como diana terapéutica en cáncer colorrectal.

Esta proteína tiene ya una patente transferida por sus propiedades como marcador de proliferación celular tumoral y como diana terapéutica.

Vía molecular Wnt
El trabajo, publicado en Journal of Biology and Chemistry (doi: 10.1074/jbc.M112.428466.) y en el que también ha participado Lucía Suárez, revela que esta proteína está directamente regulada por la vía molecular Wnt, principal implicada en cáncer colorrectal. Los resultados del estudio también explican cómo esta vía Wnt aumenta la expresión de las condensinas, proteínas con un papel importante en la condensación cromosómica, como indica su nombre, e imprescindibles para la rápida división de la célula tumoral.

«El papel de estas proteínas también se ha comprobado, de manera inversa, en modelos animales, es decir, se han bloqueado estas condensinas y se ha visto que su inhibición conducía a una muerte celular tumoral rápida», según Simón Schwartz, director del Cibbim-Nanomedicine.

Cuando la célula se divide es necesario ordenar la información genética. Un tumor se caracteriza por su división incontrolada. Para poder realizar la división, las células organizan su información genética en paquetes (condensación cromosómica), para evitar pérdidas y destrucción del material genético, de manera comparable a los paquetes y embalajes que se hacen en el caso de una mudanza.

Complejas relaciones
Se ha descubierto que las condensinas son unas proteínas implicadas en esta condensación cromosómica y sirven para poder hacer esto de manera rápida y ágil. «Siguiendo con el símil, se podrían comparar las condensinas a algo así como a los profesionales del empaquetamiento de una empresa de mudanzas».
Además, se sugiere que el tumor establece relaciones moleculares complejas para asegurar su supervivencia.

El trabajo también ha identificado de manera precisa cómo las células tumorales utilizan en beneficio propio estas condensinas y cómo la producción de esta proteína está regulada por la vía molecular Wnt, implicada en el tumor colorrectal.

Wnt, interactuando con otra vía oncogénica y por medio del factor de transcripción génica TCF4, promueve la sobreexpresión de las condensinas y, de esta manera, el tumor se asegura su velocidad de división celular para sus propios requerimientos.
enero 17/2013 (Diario Médico)

Dávalos V, Súarez-López L, Castaño J, Messent A, Abasolo I, Schwartz S Jr. Human SMC2 Protein, a Core Subunit of Human Condensin Complex, Is a Novel Transcriptional Target of the WNT Signaling Pathway and a New Therapeutic Target. J Biol Chem. 2012 Dic 21;287(52):43472-81.

Una prueba que combina la capacidad de detectar el ADN del cáncer con la tecnología de secuenciación genómica, se podría usar para buscar cánceres, monitorizar la recurrencia de los pacientes con cáncer y encontrar el cáncer residual que queda después de la cirugía.
Para desarrollar la prueba, los científicos del Centro de Cáncer Johns Hopkins Kimmel (Baltimore, EUA) tomaron muestras de sangre de pacientes en la fase final de los cánceres de colon y mama, y de individuos sanos, y buscaron el ADN que hubiese sido descartado a la sangre. Se aplicó tecnología de secuenciación de todo el genoma al ADN hallado en muestras de sangre, lo que permite a los investigadores comparar las secuencias de los pacientes con cáncer con las de las personas sanas. Entonces, los científicos buscaron signos de cáncer en el ADN: reordenamientos dramáticos de los cromosomas o cambios en el número de cromosomas que se producen solo en las células cancerosas.
No se encontraron signos de cambios cromosómicos específicos del cáncer en la sangre de individuos sanos, pero los investigadores encontraron varias alteraciones específicas del cáncer en la sangre de los siete pacientes con cáncer de colon y tres pacientes con cáncer de mama. Usando métodos especializados bioinformáticos, fueron capaces de detectar estas alteraciones en una pequeña fracción de los millones de secuencias de ADN contenidas en la muestra de sangre.
“Este método utiliza el poder de la secuenciación genómica para detectar ADN tumoral circulante en la sangre, proporcionando un método sensible que se puede utilizar para detectar y vigilar el cáncer”, dijo Victor Velculescu, MD, PhD, profesor de oncología y codirector del Programa de Biología del Cáncer de la Universidad Johns Hopkins.
Un informe que describe el nuevo método aparece en la edición del 28 noviembre de 2012, de la revista Science Translational Medicine.
El Prof. Velculescu dijo que la investigación adicional se centrará en la determinación de cómo la nueva prueba podría ayudar a los médicos a tomar decisiones sobre el tratamiento de los pacientes. Por ejemplo, la prueba en sangre podría identificar ciertos cambios en los cromosomas que guían a los médicos a formular ciertos medicamentos anticáncer o decidir la inclusión de pacientes en ensayos clínicos para medicamentos contra defectos genéticos específicos. Actualmente, los médicos usan material celular obtenido de las biopsias del tumor original para tomar estas decisiones, pero el material tumoral puede estar inaccesible o no disponible.
enero 7/2013 (Hospimédica.es)
Rebecca J. Leary, Mark Sausen, Isaac Kinde, Nickolas Papadopoulos,  John D. Carpten, David Craig, et. al. Detection of Chromosomal Alterations in the Circulation of Cancer Patients with Whole-Genome Sequencing. Sci Transl 2012 4:162ra154, DOI:10.1126/scitranslmed.3004742.

El trabajo «Aplicación del sistema de puntuación del daño múltiple de órganos en autopsias» publicado en la Revista Cubana de Medicina Militar. 2012; 41(4) por los autores Dra. Idalmis Rodríguez Rivera, Dra. C. Teresita Montero González, Dr. Cs José Hurtado de Mendoza Amat y Dr. C. Pablo Luis Cabrera Rosell, constituye un nuevo aporte al conocimiento y aplicación práctica en el diagnóstico por los patólogos de esta entidad. El daño múltiple de órganos (DMO) se diagnostica aplicando un sistema de puntuación que primero en un modelo experimental y posteriormente en el humano se ha utilizado con buenos resultados en varios hospitales. La experiencia recogida en la realización de una Tesis de Terminación de Residencia, han sido transmitidas en este trabajo y de forma precisa y explícita se brindan las indicaciones para el diagnóstico ágil y confiable del DMO. Esperamos que sirva de utilidad para los colegas amantes de esta temática.