Cáncer de páncreas: novedades en el diagnóstico y tratamiento

El cáncer de páncreas (CP) sigue siendo una neoplasia maligna muy letal. En EE. UU., la tasa de supervivencia a los 5 años en el momento del diagnóstico es del 10%, ya que casi el 80-85% de los pacientes, presentan enfermedad irresecable o metastásica.

Incluso para el pequeño subgrupo de pacientes portadores de un CP resecable, el pronóstico sigue siendo malo, ya que solo el 20% sobrevive a los 5 años después de la cirugía.

Los avances en la última década en el diagnóstico, el manejo perioperatorio, las técnicas de radioterapia y las terapias sistémicas para la enfermedad avanzada, han adquirido importancia, pero con un modesto impacto en la evolución de los pacientes.

Los autores manifiestan que “se requieren desesperadamente nuevas estrategias de cribado de los pacientes de alto riesgo, para detectar tumores de páncreas en etapas tempranas , y así tener un impacto clínicamente significativo.

La Dra. Marta Papponetti hace un interesante análisis para la red médica Intramed.

Características histológicas y moleculares

La mayoría de los CP son adenocarcinomas ductales y, por lo tanto, representan la malignidad del páncreas exócrino, mientras que una minoría son tumores neuroendócrinos.

La mayoría de los ADP se originan en lesiones precursoras, denominadas NIEP, que progresan en un proceso escalonado, a través de la adquisición de alteraciones genéticas, y culminan con el desarrollo de ADP evidentes.

Una minoría de estos adenocarcinomas surge de neoplasias quísticas, como las neoplasias mucinosas papilares intraductales. Sin embargo, a menudo se comprueba que estas neoplasias se localizan como ADP y podrían tener una firma genética distinta, sugestiva de un desarrollo divergente.

La caracterización molecular de la progresión grado 1 y 2 de las NIEP a ADP ha sido bien descrita en la literatura; se caracterizan por mutaciones puntuales en el oncogén KRAS (se halla casi en el 90% de los ADP). La NIEP de grado 1 tiene como rasgo característico, el , acortamiento de los telómeros, quizás con células que predisponen al desarrollo de mutaciones, a través de la inestabilidad cromosómica.

Las NIEP tempranas, particularmente las lesiones de grado 2, se asocian con la inactivación de 2 inhibidores de las cinasas ciclina dependientes, de dependencia cromosómica específica. Las etapas posteriores de la carcinogénesis, que representan los grados 3 y 4 de las NIEP, poseen marcas identificatorias genéticas características, como lo tienen también el 70% de d los ADP.

Los avances genómicos han facilitado los intentos de promover una subclasificación del CP según distintas firmas moleculares. Trabajos anteriores que utilizaron la expresión génica perfilada de muestras de ADP primario, junto con líneas celulares murinas, identificaron 3 subtipos moleculares de enfermedad, cada uno con resultados clínicos diferentes: clásico, quasi mesenquimático y símil exocrino.

Otro aspecto de la investigación identificó 2 subtipos moleculares: clásico y un subconjunto basal. Este último tiene características clínicas y moleculares similares a los subconjuntos basales que se hallan en otros tumores sólidos, como el cáncer de mama y el cáncer de vejiga. Otro esquema de categorización basado en un análisis genómico de 456 muestras de ADP clasificó los tumores en 4 subtipos distintos: escamoso, progenitor pancreático, inmunogénico y exocrino-endocrino diferenciado aberrante.

Se ha comprobado que el aspecto molecular de los cánceres símil escamosos, basales y quasi mesenquimáticos era similar, por lo que es probable que representen el mismo subgrupo de ADP. Estos tumores también fueron similares en sus resultados clínicos, presagiando un mal pronóstico y una peor respuesta a la quimioterapia, en comparación con los subgrupos progenitor pancreático o clásico. Finalmente, un análisis molecular de 309 ADP resecados confirmó la presencia de los subgrupos progenitor pancreático y basal, escamoso y quasi mesenquimático.

Un estudio más profundo caracterizó el microambiente tumoral e identificó 3 subgrupos más: desmoplástico, inmune clásico y activado por estroma. Las implicancias clínicas de este trabajo aún están en sus primeras etapas y todavía estos datos moleculares no pueden ser traducidos de modo que permitan pronosticar y tomar decisiones terapéuticas.

Vea el análisi completo en: Cáncer de páncreas: novedades en el diagnóstico y tratamiento. Intramed. Artículos – 29 junio 2021 (debe registrarse en el sitio)

Artículo original:

Jonathan D Mizrahi, Rishi Surana, Juan W Valle, Rachna T Shroff. The Lancet 2020;4 395: 200820

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