Alberto Costa, miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), investiga porqué las personas con síndrome de Down con frecuencia tienen problemas de equilibrio y de coordinación motora, recientemente ha encontrado la respuesta en la alteración sustancial de los reflejos de los ojos.
Esto se debe a que el síndrome de Down afecta a los sistemas vestibular y optocinético del cerebro. En un cerebro sano, el sistema vestibular reacciona a las señales de los neurorreceptores del oído interno para responder con movimiento.
El estudio, publicado en Experimental Brain Research, contó con 32 participantes en edades comprendidas entre los 14 y los 36 años. Usando unas gafas especiales binoculares para medir los movimientos oculares en respuesta a estímulos visuales y vestibulares, comprobaron su enfoque cerebral, responsable de mantener el equilibrio, la postura y el control del movimiento. «Las personas con el citado síndrome han disminuido mucho los reflejos optocinéticos y vestibulares en comparación con las que no lo padecen. En consecuencia, es probable que las cosas aparezcan borrosas cuando andan en bicicleta o practican deporte», añade Costa.
Puesto que las personas con Alzhéimer también muestran una reducción parecida en el reflejo optocinético, este avance hace más estrecha la conexión entre el Alzhéimer y el síndrome de Down. «Todas las personas con síndrome de Down desarrollan una neuropatología de la enfermedad de alzhéimer después de la tercera década de vida», apunta.
Los bebés que nacen con síndrome de Down, a menudo tienen los marcadores biológicos del Alzhéimer y un 20-30% de las personas que lo padecen desarrollan la enfermedad degenerativa cuando alcanzan los 50 años.
«A medida que se van descubriendo nuevas relaciones entre ambas enfermedades, pueden surgir nuevas vías de tratamiento que consigan no solo aliviar los síntomas, sino también retrasar o frenar la progresión», vislumbra el autor. Agosto 28/08/2011 (Diario Médico)
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