El Mal de Parkinson puede afectar otros órganos antes de alcanzar el cerebro

El Mal de Parkinson puede afectar otros órganos antes de alcanzar el cerebro, según un estudio en ratones de investigadores de la Universidad de Sao Paulo (USP) en Brasil.
Los resultados del estudio coordinado por el especialista Antonio Augusto Coppi, investigador del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina Veterinaria de la USP, derriban varios mitos sobre el párkinson, informó este centro académico.
Según los investigadores, la vigilancia de órganos afectados por esta enfermedad antes de que afecte el cerebro y se manifieste con problemas motores permitirá diagnosticar la dolencia con hasta seis años de anticipación.
De acuerdo con Coppi, el gran cambio de paradigma es que el Mal de Parkinson puede comenzar por el sistema nervioso periférico y extenderse a otros órganos alimentados por este sistema, como: corazón, intestino y vejiga, antes de llegar a las neuronas.
«Después de eso, la enfermedad sí puede evolucionar hacia el cerebro», aseguró el especialista.
Ese orden permite que algunos problemas que antes eran ignorados, como indigestión frecuente, dificultad urinaria, heces resecadas, deficiencia cardíaca y depresión, puedan ser considerados como síntomas del párkinson hasta seis años antes de que la enfermedad se manifieste en problemas motores.
Según el investigador brasileño, el 30% de las víctimas de párkinson muere por complicaciones periféricas en órganos afectados por la enfermedad antes del cerebro.
«Los dos órganos más afectados con el desarrollo del mal son el corazón y el cerebro, pero hasta ahora no se sabe cuál de los dos es la primera víctima», aseguró Coppi.
El científico brasileño afirmó que la hipótesis de que la enfermedad se manifiesta primero en otros órganos ya es investigada en Estados Unidos, Alemania y Japón, y surgió a partir de la constatación de que muchos pacientes con párkinson sufren problemas cardíacos, por ejemplo.
«Como el párkinson no tiene cura, si sabemos cómo comienza podremos anticipar el tratamiento y de esa forma retardar su evolución», afirmó.
En los estudios se aplicaron modernas técnicas que permiten analizar imágenes médicas en cuatro dimensiones: largo, ancho, profundidad y tiempo.
«Con esta tecnología es posible calcular el tamaño real y contar el número total de células en un tejido», explicó Coppi.
Los ratones de laboratorio son portadores del gen que causa el Mal de Parkinson y el análisis de las imágenes en cuatro dimensiones permite establecer con elevada precisión los órganos afectados por la enfermedad.
Según el especialista, lo animales con párkinson, a los tres meses de vida, comienzan a presentar tendencia a la taquicardia, problemas en la irrigación del corazón y dificultades para caminar.
Río de Janeiro, diciembre 9/2010 (Xinhua)

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