El aumento de los casos de diabetes mellitus en América Latina impacta la economía de la región con la reducción de la capacidad de producción de los trabajadores portadores y los costes para combatir la enfermedad, expusieron científicos durante la «Cumbre Latinoamericana para la Diabetes».
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), indican que el coste para el tratamiento de la afección y su impacto directo en la economía alcanzó -el año pasado- los 8100 millones de dólares en América Latina. El 30% de esa cifra corresponde al presupuesto para tratar a pacientes con edades entre 50 y 60 años.
En Brasil, el mayor país de la región, los gastos sanitarios por persona portadora de diabetes mellitus, cuya enfermedad es costeada por el sistema público de salud, tiene un promedio anual de 870 dólares. En un mensaje dirigido a la cumbre, el ministro de Salud de Brasil, José Gomes Temporao, afirmó que el impacto que la enfermedad «tiene en Latinoamérica no debe ser subestimado, tanto desde la perspectiva de la salud pública como de los costes financieros que generan el tratamiento y la pérdida de productividad».
«La amenaza a la prosperidad económica, provocada por los casos de invalidez y muerte prematura, es grave y se agudiza, lo que provocará pérdidas sustanciales en la renta nacional, marginando familias y niños en un espiral descendente de pobreza», apuntó Gomes Temporao.
El director de la Fundación Mundial para la Diabetes (WDF), Pierre Lefebvré, comentó que para los seguros privados de salud y para muchas empresas la política de prevención y tratamiento adecuado de la condición se ha convertido en una de sus banderas.
La “Cumbre Latinoamericana para la Diabetes” reunió a médicos, epidemiólogos y expertos sanitarios de 34 países. En Centro y Suramérica, la diabetes mellitus representa más del 9% de la mortalidad en la población adulta, mientras que en los países del Caribe alcanza el 12%. En Brasil, la prevalencia de la afección es del 6,4% y junto a México, la nación suramericana integra la lista de los diez países más afectados por la enfermedad.
Para este año, la región tiene un cálculo que 18 millones de personas padecerán la condición y que la prevalencia de la enfermedad aumentará en un 65% en los próximos 20 años. El Informe Global de Riesgos del Foro Económico Mundial incluyó este año, por segunda vez consecutiva, a las enfermedades crónicas no transmisibles, encabezadas por la diabetes mellitus, entre los primeros problemas y desafíos para el mundo actual.
Ante el aumento de la incidencia de la enfermedad en la región y sus costes para combatirla, la cumbre abordó en esta edición la discusión de políticas públicas para su prevención y adecuado tratamiento desde el punto de vista de la planificación de programas y proyectos.
Brasil, julio 2/2010 (EFE)
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