La tasa de infartos cardíacos disminuyó un 24% en California del 2000 al 2008, probablemente debido a los avances en la asistencia médica, reportaron investigadores estadounidenses.
El equipo examinó más de 46 000 hospitalizaciones provocadas por infartos cardíacos. La disminución de la incidencia, que refleja tendencias similares en todo Estados Unidos, se registró luego de la prohibición del cigarrillo en espacios públicos. Además, se ha mejorado en el tratamiento de la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia.
El equipo del doctor Robert Yeh, del Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, destacó que la caída del 24% se registró a pesar de que los médicos tienen mejores técnicas de detección y a las crecientes tasas de diabetes mellitus y obesidad, enfermedades que elevan el riesgo de sufrir un infarto cardíaco.
“Hubiéramos esperado un aumento de los infartos porque estamos identificando más ataques cardíacos que antes”, afirmó Yeh en una entrevista telefónica. “Hallamos que, pese a ello, siguen bajando”, agregó.
El equipo usó datos de tres millones de personas del sistema de salud de Kaiser Permanente Northern California, el mayor grupo médico de Estados Unidos, que financió parte del estudio. La tasa de ataques cardíacos registró un récord en 1999 y disminuyó casi un cuarto en el período comprendido hasta el 2008. La cantidad de muertes en el mes posterior al infarto también disminuyó un 24% de 1999 al 2008.
La disminución más dramática -62% desde el 2000- se dio entre personas que sufrieron el tipo más nocivo de infarto cardíaco, medido como una elevación en el segmento ST de la onda que aparece en un monitor cardíaco. Esta clase de ataques deben ser tratados rápidamente con fármacos anticoagulantes o stents para mantener abiertas las arterias.
Los ataques cardíacos sin elevación del segmento ST, que no se consideran tan peligrosos porque involucran una porción más pequeña de la pared cardíaca, crecieron de forma récord en el 2004 y desde entonces las cifras comenzaron a bajar. A menudo son tratados con fármacos.
“A pesar de nuestra capacidad de diagnosticar más fácilmente los ataques usando marcadores biológicos sensibles, hallamos una consistente tendencia de menos infartos de miocardio con elevación severa del ST en la década pasada, el tipo de ataque cardíaco que particularmente queremos reducir”, expresó Alan Go, de Kaiser, quien dirigió el estudio.
Los reportes de otras poblaciones, por ejemplo en Minnesota y Massachusetts, sugirieron que los ataques cardíacos también se están reduciendo. Otras investigaciones mostraron que las muertes totales por enfermedad cardíaca disminuyeron 22% en hombres y 23% en mujeres desde el 200l, según comentario de Jeremiah Brown y Gerald O’Connor, del Instituto de Política en Salud y Práctica Médica Dartmouth, en New Hampshire.
Boston, junio 10/2010 (Reuters)
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