economía

La epidemia de ébola que afecta a países de África occidental provoca en los mismos un severo impacto económico, traducido en mayor endeudamiento y dependencia de la ayuda externa, destaca estudio realizado por las  Naciones Unidas.

Según el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), gobiernos como los de Sierra Leona, Liberia y Guinea han tenido que destinar cuantiosos recursos al enfrentamiento del brote viral, responsable en los últimos meses de la muerte de alrededor de cinco mil personas.

A lo anterior se suma la disminución de los ingresos por las limitaciones generadas en el turismo, la minería y el comercio, sectores clave de sus economías, precisó ese órgano en su investigación, divulgada aquí.

De acuerdo con el director regional del Buró para África del PNUD, Abdoulaye Mar Dieye, el impacto del ébola puede resumirse en cerca de un 30 por ciento de incremento de los gastos en los tres estados, y en un aumento del déficit fiscal.

«Debemos asegurarnos de que la epidemia no lleve al colapso económico. Ya estamos viendo las afectaciones de la crisis en los presupuestos y las posibilidades de esos países de realizar inversiones necesarias en áreas importantes como la salud y la educación», advirtió a propósito del estudio.

Dieye explicó que Sierra Leona, Liberia y Guinea han tenido que acudir al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional.

Aunque dependientes del financiamiento externo, las tres naciones estaban comenzando a mostrar niveles saludables de crecimiento económico, oportunidades para los negocios y diversificación, por lo que urge evitar un escenario de mayor dependencia.
noviembre 12/2014 (PL)

Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2014 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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El aumento de los casos de diabetes mellitus en América Latina impacta la economía de la región con la reducción de la capacidad de producción de los trabajadores portadores y los costes para combatir la enfermedad, expusieron científicos durante la «Cumbre Latinoamericana para la Diabetes».
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), indican que el coste para el tratamiento de la afección y su impacto directo en la economía alcanzó -el año pasado- los 8100 millones de dólares en América Latina. El 30% de esa cifra corresponde al presupuesto para tratar a pacientes con edades entre 50 y 60 años.
En Brasil, el mayor país de la región, los gastos sanitarios por persona portadora de diabetes mellitus, cuya enfermedad es costeada por el sistema público de salud, tiene un promedio anual de 870 dólares. En un mensaje dirigido a la cumbre, el ministro de Salud de Brasil, José Gomes Temporao, afirmó que el impacto que la enfermedad «tiene en Latinoamérica no debe ser subestimado, tanto desde la perspectiva de la salud pública como de los costes financieros que generan el tratamiento y la pérdida de productividad».
«La amenaza a la prosperidad económica, provocada por los casos de invalidez y muerte prematura, es grave y se agudiza, lo que provocará pérdidas sustanciales en la renta nacional, marginando familias y niños en un espiral descendente de pobreza», apuntó Gomes Temporao.
El director de la Fundación Mundial para la Diabetes (WDF), Pierre Lefebvré, comentó que para los seguros privados de salud y para muchas empresas la política de prevención y tratamiento adecuado de la condición se ha convertido en una de sus banderas.
La “Cumbre Latinoamericana para la Diabetes” reunió a médicos, epidemiólogos y expertos sanitarios de 34 países. En Centro y Suramérica, la diabetes mellitus representa más del 9% de la mortalidad en la población adulta, mientras que en los países del Caribe alcanza el 12%. En Brasil, la prevalencia de la afección es del 6,4% y junto a México, la nación suramericana integra la lista de los diez países más afectados por la enfermedad.
Para este año, la región tiene un cálculo que 18 millones de personas padecerán la condición y que la prevalencia de la enfermedad aumentará en un 65% en los próximos 20 años. El Informe Global de Riesgos del Foro Económico Mundial incluyó este año, por segunda vez consecutiva, a las enfermedades crónicas no transmisibles, encabezadas por la diabetes mellitus, entre los primeros problemas y desafíos para el mundo actual.
Ante el aumento de la incidencia de la enfermedad en la región y sus costes para combatirla, la cumbre abordó en esta edición la discusión de políticas públicas para su prevención y adecuado tratamiento desde el punto de vista de la planificación de programas y proyectos.
Brasil, julio 2/2010 (EFE)

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