En la década del 60, el Comandante en Jefe Fidel Castro envió exprésamente al Dr. Rodrigo Álvarez Cambra a Francia para que perfeccionara su preparación como ortopédico y a su regreso a la isla lo llevó a las viejas instalaciones de la Organización Nacional de Rehabilitación de Inválidos (ONRI), un pequeño hospital del municipio Marianao y le encomendó “construir aquí el hospital ortopédico más grande de Cuba y América Latina”. Así, en 1975 comenzó la modernización de las instalaciones del ONRI, devenido en el Hospital Ortopédico Docente “Frank País”.
El hoy Complejo Científico Ortopédico Internacional “Frank País” es, décadas después, referencia mundial en las ramas de Ortopedia y Traumatología. Desde sus instalaciones, Álvarez Cambra llegó a ser reconocido como uno de los grandes maestros en este campo y principal impulsor del desarrollo científico y asistencial de la Ortopedia y la Traumatología en Cuba, cuyos avances alcanzan renombre internacional.
También se involucró en la creación de un Centro de Traumatología del Deporte, y para ello viaja con un grupo multidisciplinario (técnicos del deporte, arquitectos y otros especialistas) a varios países de Europa, para ver en el terreno, instalaciones homólogas y recoger informaciones para el proyecto y así potenciar la Medicina Deportiva.
Participó en el diseño de un nuevo programa para el internado de Ortopedia y Traumatología en el país, con la contribución de otros especialistas y varias instituciones médicas, y elaboró varios textos para la docencia: “Tratado de Cirugía Ortopédica y Traumatológica» en tres tomos, que cuenta en estos momentos con varias ediciones, y que constituye el libro de texto principal, tanto en medicina como para los residentes de la especialidad.
El Dr. Álvarez Cambra también es reconocido por la experiencia práctica de algunos de sus instrumentos ortopédicos como el fijador externo y la placa RALCA: 1976; la técnica de fijación externa RALCA, tipo de fijador de múltiples planos con ejes de fijación lineales transverso (con nuevas variantes actuales), el que se emplea tanto en Cirugía General, como en Cirugía Ortopédica, junto a la introducción masiva de la misma en 1986; y la Placa RALCA también en 1992, para sustituir importaciones que encarecían el tratamiento.