Fascículo axónico: grupos de axones dentro de un nervio periférico que se rodean de una capa de tejido conectivo denominada perineuro.
Fascículo muscular: es un haz de células musculares envueltas por una capa de tejido conectivo denominada perimisio. Varios fascículos musculares forman un músculo, el cual está rodeado de otra capa de tejido conectivo denominada epimisio. Los fascículos se observan claramente en los músculos esquelticos.
Fibras colágenas: son estructuras macromoleculares localizadas en la matriz extracelular de los tejidos animales que están formadas por la asociación de moléculas de colágeno dispuestas en haces. Los tipos de colágeno I, II, III, V y XI se asocian para formar fibras colágenas. Abundan en tejidos sometidos a tensiones mecánicas y resistir tales tensiones es su principal misión.
Fibras elásticas: son agrupaciones de proteínas, como son la proelastina, la fibrilina y la desmosina, que se organizan para formar una estructura fibrilar. Las fibras elásticas abundan en los tejidos sometidos a tensiones mecánicas como la dermis o la pared de los vasos sanguíneos grandes y su misión es recuperar la forma del tejido tras un estiramiento. La proteína proelastina es la responsable de la propiedad de estirarse y recuperar la forma original gracias a su alto contenido en aminoácidos con radicales hidrofóbicos.
Fibras del cristalino: son las células que forman la mayor parte del cristalino del ojo. Se llaman fibras porque tienen una forma alargada de hasta 10 mm, pero sólo unas pocas micras de grosor. Estas células tienen un alto contenido proteico, destacando una proteína propia llamada cristalina que representan hasta el 90 % del total de proteínas del cristalino. Son ellas las principales responsables de las propiedades ópticas del cristalino.
Fibras reticulares: (o reticulina) son un tipo de fibra de la matriz extracelular de los tejidos conectivos formada sobre todo por colágeno tipo III. Estas fibras forman un entramado en red que da suporte a ciertos tejidos blandos como algunos órganos linfoides, hígado y médula ósea. Aunque hay colágeno tipo III en otros tipos de tejido conectivo, las fibras reticulares son más patentes en estos órganos.
Fibroblasto: es la célula más común del tejido conectivo propiamente dicho. Se caracteriza por ser secretora de matriz extracelular, tanto de la parte amorfa como de la fibrilar. Tiene una forma irregular, son células móviles y no forman capas o estratos.
Fibrocartílago: es un tipo de cartílago con características intermedias entre el cartílago hialino y el conjuntivo denso regular. Se caracteriza por la abundancia en fibras colágenas. Es poco abundante. Se encuentra en lugares como los discos intervertebrales, algunas articulaciones, en la inserción del tendón a la epífisis del hueso, en zonas de las válvulas del corazón y en el pene de algunos animales.
Flagelo: orgánulo celular filiforme localizado en la superficie celular que sirve principalmente para producir movimiento. Contiene internamente un axonema formado por microtúbulos (9×2+2: nueve pares periféricos y un par central de microtúbulos) y fluido citosólico, todo ello aislado del medio extracelular por la membrana citoplasmática. Hacia el interior de la célula el axonema se continúa con una estructura denominada cuerpo basal. Su estructura es similar a la de los cilios pero el flagelo es más largo. Los flagelos suelen aparecer en las células eucariotas libres como los gametos u organismos unicelulares, y es menos frecuen en células que forman parte de organismos multicelular
Folículo: es una estructura en forma de saco o de bolsa, en ocasiones cerrada. Así es como se organizan numerosas glándulas, con las células secretoras formando parte del fondo del folículo. Un ejemplo de glándulas con organización en folículo cerrado es la glándula tiroidea. Ejemplos de folículos son también los folículos pilosos o los ováricos.
Folículos pilosos: son invaginaciones de la epidermis de mamíferos. En la base de estas invaginaciones las células epiteliales se asocian para formar pelos. Los folículos pilosos tienen también asociadas a las glándulas sebáceas que secretan grasa hacia la superficie de la piel.
Fotosíntesis: proceso bioquímico por el que se fija CO2 gaseoso a moléculas orgánicas utilizando la energía de la luz . En las plantas son los cloroplastos quienes realizan la fotosíntesis, gracias a una compleja cadena de proteínas localizadas en la membrana de los tilacoides.
Fóvea: lugar de la retina del ojo donde se enfoca la luz que llega del exterior y por tanto donde se forman las imágenes. Mover el ojo para ver un objeto supone mover la fóvea para que reciba la luz del objeto en el que estamos interesados. Posee una mayor densidad de conos que el resto de la retina.
Frotis: extensión de células en suspensión sobre un portaobjetos. Esta técnica se emplea sobre todo para estudiar el tejido sanguíneo. Se llama entonces frotis sanguíneo. Es el mejor método para observar y estudiar las células