Hans Driesch (1867-1941), biólogo experimental y filósofo alemán, cuyos estudios de embriología le llevaron a convertirse en impulsor del vitalismo, una creencia que sostenía que los procesos vitales eran resultado de un principio autónomo inexplicable por leyes fisicoquímicas. Nacido en Bad Kreuznach, creció en Hamburgo y estudió zoología con dos ilustres biólogos alemanes: con August Weismann en la Universidad de Friburgo y con Ernst Haeckel en la de Jena (en la que obtendría el doctorado en 1889). Tras completar sus estudios, Driesch se interesó por la biología experimental. Trabajó en la estación de investigación marina de Nápoles, Italia, desde 1891 hasta 1900, donde llevó a cabo muchos de sus experimentos. Fue nombrado académico en 1909, por sus trabajos como filósofo de la naturaleza. Fue profesor de filosofía en varias universidades desde 1912 hasta 1933, año en que los nazis lo obligaron a jubilarse, aunque continuó escribiendo hasta su muerte. Driesch se ganó su prestigio como investigador a través de una serie de estudios sobre el desarrollo del erizo de mar.
Demostró que las células individuales contienen toda la información necesaria para generar un organismo completo. Se interesó por el modo en que un organismo en desarrollo evoluciona a partir de unas pocas células idénticas hasta convertirse en un organismo diferenciado y complejo. Acabó convencido de que eran las explicaciones vitalistas y no las fisicoquímicas las que mejor describían el proceso.