Historia y personalidades

TavitoEl 16 de octubre, pero del año 1935, nació en la antigua Sala de Maternidad del Hospital Universitario «General Calixto García», Octavio de la Concepción y de la Pedraja, «Tavito», nuestro inolvidable compañero, quien cumpliría hoy 81 años, cuya vida quedaría trunca por sus enemigos en 1967.

El joven afable, risueño, amigo de la jarana y explosivo ante lo mal hecho emprendió el camino de la lucha a fines de 1958, interrumpiendo sus estudios de medicina para marchar a encontrarse con las fuerzas rebeldes del Segundo Frente «Frank País» para luchar por la libertad de Cuba. Ampliar…

José Antonio Presno AlbarránConsiderado el más destacado cirujano de vías digestivas de América Latina en su época. Profesor Titular en 1960 y Jefe del Departamento de Cirugía en 1961. Více-Decano en 1962 y Decano de la Facultad de Medicina en 1963. Primer Cirujano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Miembro Extranjero Activo de la Academia de Ciencias de la antigua URSS. Miembro Titular y Presidente del Capítulo Cubano de la Sociedad Internacional de Cirugía.

Nació en La Habana, el 3 de julio de 1916, hijo del destacado médico y cirujano general, José Antonio Presno y Bastiony (1876-1953) y de María Albarrán Machín -hija del eminente urólogo y cirujano Pedro Albarrán Domínguez (1854-1911)- por lo que era nieto y sobrino nieto de dos grandes de la Urología, Pedro y Joaquín Albarrán Domínguez. Ampliar…

Comandante Manuel "Piti" Fajardo RiveroEn el marco de las actividades por la Jornada de la Medicina Latinoamericana se realizará el Acto Nacional por el 83 aniversario del natalicio (8 de noviembre de 1930) del Comandante Manuel «Piti» Fajardo Rivero, mártir de nuestra revolución y cirujano general, en el Hospital Clínico Quirúrgico General Freyre de Andrade (Emergencias) en el día de hoy, viernes 8 de noviembre de 2013, a las 9:00 am.

Comandante Manuel Piti Fajardo RiveroComandante Manuel «Piti» Fajardo Rivero. Medio siglo despúes de su muerte, continúa entre nosotros
La autora recuerda que, en 1963, siendo Vallejo médico de Fidel; pero se desempeñaba también como cirujano del recién fundado Instituto Nacional de Cirugía y Anestesiología (INCA) -ubicado en el Hospital de Emergencias- al comentar en la entrega de guardia un difícil caso quirúrgico que se había presentado en la noche, dijo: «Y en ese momento extrañé a mi compañero y amigo, al cirujano Piti Fajardo».

Lic. María del Carmen Amaro Cano. Profesora Consultante y Vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina. FCM «General Calixto García», La Habana, Cuba.

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Dr. Octavio de la Concepción y de la PedrajaEl Dr. Octavio de la Concepción y de la Pedraja (Tavito), formado como médico y cirujano en los servicios de nuestro querido Hospital General Calixto García, permanecerá eternamente en nuestro recuerdo, por su entera dedicación a la causa de la libertad, la dignidad y la justicia social.

El 8 de octubre de 1967, el Che había intentado romper el cerco durante la noche, con la intención de llegar a Valle Grande. Durante el desigual combate de ese día, el Che y un reducido grupo de compañeros aguantan heroicamente el ataque del Ejército para que los compañeros que se encuentran en malas condiciones de salud, entre ellos, Tavito (el Moro, Muganga, Morogoro), puedan salir escoltados.

Solo tres de los dieciséis cubanos combatientes sobrevivieron. Parte de ese grupo, comandados por Ernesto Guevara, logran llegar hasta la Quebrada del Yuro, donde este último sería herido, capturado y asesinado al día siguiente.

Tavito se encontraba entonces muy enfermo, con una fuerte ciatalgia que no le permitía apenas caminar, motivo por el cual el Che lo envió con un grupo de enfermos y heridos, que su pelotón cubriría.

Después de tres jornadas de caminata continua, sin alimentos y con sed, llegan el 12 de octubre a la confluencia de los ríos Mizque y Grande, punto custodiado por tropas para evitar que pudieran obtener agua. Cuando los guerrilleros tratan de llegar al río en busca del necesario líquido, los soldados abren fuego. Ellos ripostan y continúan decididos su avance hasta que todos caen acribillados por las balas enemigas.

El grupo logró llegar hasta Cajones donde fueron alcanzados por las tropas del ejército boliviano y ultimados el 12 de octubre, siendo enterrados clandestinamente.

A solo 4 días de cumplir 32 años de edad, caía en combate «Muganga» -que en swahili significa «médico» o «adivino»- sobrenombre que había adquirido en la lucha de Liberación de El Congo, en la que había participado con el grupo de cubanos, dirigidos por el Che.

Tavito está indisolublemente ligado a la historia del Hospital General Calixto García. En su Sala de Maternidad nació el 16 de octubre de 1935. En los distintos Servicios de Clínica del hospital, realizaría sus prácticas de medicina, carrera que tuvo que interrumpir en 1957, por el cierre de la Universidad, durante la dictadura batistiana.

Regresó a Tacajó, donde se habían instalado sus padres desde la época de su niñez, y allí se vinculó al M-26-7. Poco después tomó el camino de la montaña y se unió a las fuerzas rebeldes de Raúl Castro, con las que permaneció hasta el fin de la guerra.

Al triunfo de la Revolución ocupó responsabilidades en la Jefatura de la Sanidad Militar y en la Organización Nacional de Inválidos (ONDI). Paralelamente reanudó y finalizó sus estudios de medicina. Tras un curso de medicina militar de batallón, fue nombrado Jefe de la Sanidad Militar y cirujano en el hospital de Baracoa, donde realizó su Servicio Médico Rural. Allí fue electo trabajador ejemplar e integró las filas del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), con sólo 27 años.

Con estos créditos regresó al Hospital General Calixto García, su lugar natal –en el sentido literal de la palabra- a iniciar su Residencia en Cirugía, con el privilegio de contar como Profesor al Jefe del Departamento, Doctor José Antonio Presno Albarrán, paradigma de médico, cirujano y hombre comprometido socialmente con su tiempo, quien fallecería once años más tarde de la caída en combate de su alumno, el 14 de octubre de 1978.

José Ramón Machado Ventura, ex ministro de Salud Pública y ya por ese entonces Miembro del CC del PURSC, fue quien propuso a Tavito al Che para acompañar a éste en su lucha africana.

En Congo fueron varios los médicos que participaron con el Che en la guerrilla, de diferentes especialidades: cirugía general, ortopedia, medicina interna y epidemiología. Todos ellos de profundas convicciones revolucionarias y, aunque jóvenes, con buena preparación científico-técnica. Entre ellos, el Che eligió a Tavito para acompañarle a Bolivia. Se convertía así en combatiente-médico y médico-combatiente, en la Sierra, en El Congo y en Bolivia.

Tavito es la suma y compendio de un hombre común y corriente que supo alcanzar el grado de extraordinario en los momentos necesarios. «Ser hombre es dificilísima y pocas veces lograda tarea» -dijo el Apóstol.

Al pensar en aquel joven que asumiera la responsabilidad de luchar por las mejores causas en África y América, después de haber participado en la lucha por la liberación de su Patria y en la fase inicial de la construcción de una nueva sociedad mas justa para todos los cubanos, vienen a la memoria aquellas palabras del Che en El socialismo y el hombre en Cuba: «El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible».

No cabe duda que Tavito fue un hombre que amó intensamente la vida, que no pudo ocultar ante nadie su profundo amor hacia Hilda, su madre; que disfrutó del cariño de su familia, del afecto y reconocimiento sinceros de sus pacientes, camaradas y amigos; y que ofreció su generoso corazón a la Revolución y al trabajo de su profesión; pero también al trabajo voluntario agrícola y de la construcción de nuevas obras para la sociedad en la que vivió, y que contagió a todos con su juvenil entusiasmo y alegría.

Hoy, a pocos días de conmemorar el aniversario 78 de su natalicio, y recordar con profundo dolor y tristeza su desaparición física, hace ya 46 años, queremos patentizar, una vez más, nuestra fidelidad a su recuerdo.

¡Su ejemplo constituye, hoy y por siempre, modelo de combatiente por la libertad, la dignidad y la unidad de la Patria Americana y de todos los pueblos del mundo que aspiran a un mañana mejor!.

María del Carmen Amaro Cano
Profesora Consultante
FCM «General Calixto García»

Dra. Lidia Torres AjáEn Cruces, pueblo natal, escapó de la casa a los 15 años, pues los padres detractaban la vocación religiosa. Por la calle Abreu, del barrio de «La Trocha», transcurrió la niñez de Lidia; estuvo en la escuela primaria «Carlos Manuel de Céspedes».  La capital habanera fue el escenario donde entreveraron sus dos vocaciones durante la juventud, las primeras incursiones como devota y su carrera de Medicina hasta los 23 años:

«Me desbandé de mi hogar y en La Habana fui monja de clausura «Carmelita Descalza», en el Convento de Calle 13, entre 20 y 22, en El Vedado; alternaba con la carrera de Medicina, estuve allí nueve años, pero la salud no me acompañó para esa vida y debí regresar.

«Más tarde, la Hermana Catalina, de la congregación «Hijas Mínimas de María Inmaculada», que vivía en México, vino a Cruces para cuidar a su mamá enferma.
«Aunque yo me sentía parte de «las Carmelitas», accedí mediante ella a la agrupación, cuyo objetivo consiste en estar donde haga falta y así me puse a ayudar a niños, ancianos y enfermos».

¿Cuando se reinserta en  la Medicina de la provincia sureña?

«El sexto curso de  la carrera lo pasé en Santa Clara; ya hace siete lustros que egresé de allí. Posteriormente me hice cirujana en el hospital villaclareño ‘Celestino Hernández’, la ubicación en Cienfuegos resultó casual».

«La Mastología también fue al azar, pues de improviso llegué aquí a los dos días de graduada. En 1989 se inauguró en este territorio el grupo provincial de la especialidad y me dediqué a eso; así desarrollé mi segundo perfil  y para eso viajaba al  «Oncológico», de La Habana; luego realicé mi tesis en patología de mama».

Durante un Congreso Internacional esta doctora  recibió el título de «Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Cirugía» y  la medalla por el aniversario 80 de la fundación de esa institución.

¿Cuándo usa los hábitos?

«Tengo una dispensa en Roma para prescindir de ellos en instituciones de Salud, sólo los llevo en actos místicos. Hoy soy una religiosa con votos perpetuos y me siento orgullosa de que el suceso se hiciera en mi patria».

“En la ceremonia, monseñor Emilio Aranguren Echeverría, entonces obispo de Cienfuegos, tuvo el detalle de presentar mis ropas de cirujana. Estoy satisfecha con mi vida, de ser una trabajadora más, que espera coches, marca tarjetas y regresa en botella para Cruces. Además, soy especialista de segundo grado de cirugía y profesora auxiliar, a punto de discutir la  tesis doctoral».     

 ¿Alguna contradicción entre la monja y la cirujana?
     
 «No,  nuestro país aboga por el respeto a lo diverso»     

El reverendo Pablo Odén Marichal, diputado a la Asamblea Nacional del  Poder Popular y secretario ejecutivo del Consejo de Iglesias de Cuba, expresó al periódico «Trabajadores»,  que cuando alguien se humaniza es por sus valores y puede llevarlos en cualquier fila. ¿Comparte su  opinión?
 
«Sí, hay muchas razones para que desde todas las posiciones luchemos por la razón y la justicia, en contra de discriminaciones».     

¿Cuáles son sus mayores satisfacciones ahora, luego de tantos años en el servicio de Mastología?     

«Cienfuegos es la única provincia del país que ha generalizado a la atención primaria las consultas de mama y realizan incluso los ultrasonidos en las áreas. Los casos con diagnósticos positivos se llevan a la consulta multidisplinaria del Hospital Provincial «Gustavo Aldereguía  Lima» (GAL). Ello posibilita que el 70 por ciento sean curables, por la  precocidad del diagnóstico.

«Me siento  contenta con los avances, porque Cuba y Cienfuegos no escapan al aumento de cáncer de mama, el carcinoma se detecta cada vez más»
 
¿Qué amó primero, el decálogo de Esculapio o el evangelio?
     
«Considero que ambas actitudes nacieron conmigo, no podría prescindir de ninguna de las dos. Creo que sirvo a Dios en mis enfermos, esa es mi mayor felicidad».

Lic. Dagmara Barbieri López.
Periodista Cienfueguera

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