Elogio del Profesor Eugenio Torroella Mata (1896-1984), maestro de cirujanos cubanos realizada por el profesor Gregorio Delgado Historiador del MINSAP
INTRODUCCIÓN
Reactivada la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina, con la sesión inaugural de su segunda etapa, el 3 de julio de 1974, en que presenté mi trabajo de ingreso «Los estudios de historia de la medicina en Cuba»,1 unos meses después, en la sesión científica del 14 de enero de 19752 tuve la alta satisfacción de hacer la presentación de nuestro Presidente de Honor, el profesor doctor Eugenio Torroella Mata, quien nos expuso su trabajo «Recordando a dos Maestros»,3 los profesores José Varela Zequeira y José A. Presno Bastiony.
Dos años después de su fallecimiento (1986), le dediqué a su vida y obra el Cuaderno de Historia de la Salud Pública No. 71,4 en el cual se recogen su importante autobiografía «Historia de mi vida», así como otros diez trabajos suyos relacionados con la historia de la medicina, mi artículo «Documentos para la biografía del profesor Eugenio Torroella Mata» y otros tres trabajos sobre el profesor Torroella, entre ellos el discurso del profesor Alejandro García Gutiérrez en el acto solemne en que fue investido como Profesor de Mérito y las palabras de duelo en su sepelio leídas por el profesor Francisco Lancís Sánchez.
Seguramente por esa devoción que siempre he sentido por la vida y la obra del profesor Torroella, es que se me ha encargado su Elogio como Presidente de Honor, fallecido, de nuestra querida Sociedad Cubana de Historia de la Medicina.
Nacimiento y estudios
El doctor Eugenio Felipe Torroella Mata nació en la ciudad de La Habana, calle Crespo número 2 a las cuatro de la mañana, el 5 de febrero de 1896, hijo de Gustavo Torroella Romaguera, natural de La Habana, del comercio y de María Ana Mata Trujillo, natural de Cienfuegos, ama de casa.5
Cursó la enseñanza primaria en el Colegio «Mimó» de La Habana, fundado y dirigido por el prestigioso pedagogo doctor Claudio Mimó Cava.
Se graduó de Bachiller en Letras y Ciencias en el Instituto de Segunda Enseñanza de la propia ciudad, donde se le expidió el título el 18 de julio de 1913.
La carrera de medicina la cursó en la Universidad habanera por el plan de estudios de cinco años o Plan Varona, en la que logró en 32 asignaturas, 28 sobresalientes y 20 premios ordinarios, así como sobresaliente en los ejercicios de grado, de cuyo tribunal formaron parte, como presidente, el doctor José M. Valdés Anciano; secretario, el doctor Domingo F. Ramos Delgado y vocal, el doctor Enrique Fortún André y se le extendió el título de Doctor en Medicina el 19 de julio de 1918.
Por estos resultados alcanzó matrícula de honor en todos los cursos y el primer expediente, sin poder aspirar a la Beca de Viaje, que como alumno eminente le correspondía, pues la imperiosa necesidad de ayudar a su familia le obligó a comenzar inmediatamente el ejercicio de su carrera.6
Ejercicio de la cirugía y estudios especializados
De 1920 a 1923 se desempeñó como oficial médico del Ejército Nacional y comenzó la práctica de la cirugía. Fue cirujano de la asociación de Damas de la Purísima Concepción y de la Casa de Salud del Centro Castellano de La Habana. Pero donde siempre ejerció la cirugía, sentando cátedra, lo fue en los salones de operaciones del viejo Hospital «Nuestra Señora de las Mercedes», después Hospital Clínico Quirúrgico Docente «Cmdte. Manuel Fajardo» (1961).
En los años de la década de 1930 realizó numerosos viajes de estudios a Estados Unidos: Hospital «Baylor», Houston; Clínica de los Hermanos Mayo, Rochester; Clínica «Lahey», Boston; Hospital «John Hopkins», Baltimore y los Hospitales de New York «Bellevue», «Mont Sinaí», «Prebisterian» y «Metropolitan».7
Labor docente
La vocación por la enseñanza apareció tempranamente en el profesor Torroella Mata y así en su etapa de estudiante de medicina (1913-1918) impartió repasos de Física a estudiantes de bachillerato, que aunque a precio módico, representaban una ayuda a la familia para cubrir sus gastos. A escasos dos meses de haber recibido su título de Doctor en Medicina comienza oficialmente su carrera docente universitaria, una de las más prolongadas y brillantes de la Facultad de Medicina de la Universidad habanera, al obtener por oposición el cargo de Ayudante Graduado de la Cátedra de Microscopía y Química Clínica y ser nombrado por Decreto Rectoral de 13 de septiembre de 1918. Estos cargos eran por un año y al siguiente repite los ejercicios de oposición y se mantiene en él por igual Decreto de 8 de diciembre de 1919. El 24 de marzo de 1920 presenta la renuncia, que se le acepta cinco días después, para ejercer como oficial médico del Ejército Nacional y comienza a practicar la cirugía.
Tres años más tarde se da de baja del Ejército Nacional y se le nombra Profesor Auxiliar honorario de la Cátedra de Clínica Quirúrgica No. 9 de la Facultad de Medicina, por la Junta de Catedráticos, el 17 de mayo de 1923 y toma posesión el 7 de junio siguiente. El 19 de enero de 1925, el Consejo Universitario lo designa Profesor Auxiliar Interino de la Escuela de Medicina, adscripto a la Cátedra Clínica Quirúrgica No. 9 y toma posesión dos días después.
Para mantenerse en el cargo se presenta a concurso y lo obtiene interinamente en la nueva Cátedra Clínica Quirúrgica No. 9 A y es nombrado por Decreto Presidencial de 8 de junio de 1927 y toma posesión el 24 del propio mes.
Pero para asegurarse en el mismo, asiste a ejercicios de concurso-oposición que realiza brillantemente y se le nombra por Decreto Presidencial de 28 de diciembre de 1928. En estas funciones docentes se mantiene por tres décadas en el Hospital Universitario «Nuestra Señora de las Mercedes», en su local de El Vedado comprendido entre las calles 23, 25, K y L, en las salas «San Salvador» y «San Ramón», donde contaba además con un salón de curaciones con todos los aparatos necesarios, así como los de exploración, cámara oscura y equipo de rayos X, un laboratorio de microscopía clínica, un salón de autopsias y un salón de operaciones.
Allí se mantuvo hasta 1958 en que se trasladaron para el nuevo local del hospital en las laderas de la loma de El Príncipe, en la calle D esquina a Zapata, en las salas 5A, 5B y 5C. Este hospital, en 1961, cambió su nombre por el de Hospital Universitario Clínico-Quirúrgico Docente «Cmdte. Manuel Fajardo».
Al producirse el triunfo revolucionario, el 1 de enero de 1959, se van a llevar a cabo cambios en el plan de estudios de la carrera de medicina y numerosas cátedras adoptan nuevos nombres.
Por Decreto Rectoral de 15 de julio de 1959 fue ascendido a Profesor Titular de la nueva cátedra Cirugía 2º curso y tomó posesión ese día.
Por elecciones en el claustro de medicina, el 18 de septiembre del propio año, fue electo Vice-Decano de la Facultad, junto al Decano, también cirujano eminente, profesor Amador Guerra Sánchez y tomaron posesión al siguiente día.
Fue del grupo de 23 profesores de la Facultad de Medicina que se mantuvieron fieles a la Revolución y no renunciaron a sus cátedras. La Junta Superior de Gobierno de la Universidad le concedió la jubilación el 29 de septiembre de 1960 y cesó como Profesor Titular el 30 de noviembre de ese año. La Junta Superior de Gobierno de la Facultad de Medicina recomendó y la Junta Superior de Gobierno de la Universidad aprobó su nombramiento de Profesor Consultante el 25 de mayo de 1961.
En este cargo se mantendrá durante 15 años para acogerse a la jubilación definitiva el 31 de julio de 1976. Un año más tarde, en acto solemne celebrado en el Hemiciclo «Camilo Cienfuegos» de la Academia de Ciencias de Cuba, el 15 de noviembre de 1977, fue investido como Profesor de Mérito, la más alta categoría docente de nuestro país y el discurso de presentación estuvo a cargo del también profesor eminente de cirugía doctor Alejandro García Gutiérrez. Llegaba así a la culminación de su extraordinaria carrera como Maestro de cirujanos cubanos, la cual se extendió hasta el final de su vida.8
Obra científica
Su notable bibliografía docente comprende los libros: «Lecciones de Clínica Quirúrgica. Explicadas en el Hospital Mercedes». Ed. Moderna Poesía, La Habana, 1926, 197 páginas, el cual lo integran 18 conferencias tomadas en clase por sus ayudantes, los doctores Armando Fernández Fernández y Jesús L. Cornide Salvá, años después notables profesores de la Facultad de Medicina; «Lecciones de Clínica Quirúrgica. Explicadas en el Hospital Mercedes». Cultural S.A., La Habana, 1944, 986 páginas; «Lecciones de Clínica Quirúrgica. Explicadas en el Hospital Mercedes». Cultural S.A., La Habana, 1951, 1 271 páginas, en colaboración con su hijo el doctor Eugenio Torroella Martínez-Fortún, también eminente cirujano y profesor y comprende 56 conferencias y «Cirugía». Ed. Pueblo y Educación, La Habana. Tomo I (1967), Tomo II (1971) y Tomo III (1976), en colaboración con los profesores del Departamento de Cirugía de la Escuela de Medicina, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de La Habana.
El resto de su bibliografía quirúrgica no solo es extensa sino de gran valor y comprende más de medio centenar de artículos de los que citaremos: «Nefropepsia. Método Revsing modificado» (1925), «Nuestra experiencia en raquianestesia» (1925), «Tratamiento quirúrgico del cáncer de colon» (1937), «Forma tumoral de la tuberculosis pulmonar tratada con éxito por la neumectomía de Graham» (1940), «Algunas consideraciones críticas sobre la cirugía de las vías biliares» (1949), «Tratamiento quirúrgico de las esplenomegalias crónicas» (1949), «Tumores quirúrgicos del mediastino» (1954) que fue trabajo de ingreso como académico de número de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, «Estado actual del tratamiento del cáncer de la vejiga» (1957) y «Nuevo enfoque para el tratamiento de las fístulas vesicorrectales» (1962).
En los primeros años de su ejercicio profesional, antes de dedicarse a la cirugía, publicó numerosos artículos, como: «Procedimiento para determinar la urea en la sangre» (1920), «Método rápido para el examen histológico» (1920), «Valoración del Azúcar Total, Virtual e Inmediato en sangre» (1920), «Estudio clínico del Beri-Beri» (1920), «Influencia del amboceptor natural en la serorreacción de Warsserman» (1921) y «Pielitis de la infancia» (1923), Premio «Federico Grande Rossi» de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana.9
No podemos dejar de citar sus trabajos autobiográficos, «Historia de mi vida» y «Viajes al extranjero» (1986), publicaciones póstumas y sus numerosos estudios relacionados con la historia de la medicina como: «Homenaje de la Sociedad Nacional de Cirugía a José Varela Zequeira» (1945), «Aniversario del fallecimiento de Albarrán» (1948), «Conmemoración del octogésimo octavo aniversario de la fundación de la Academia» (1949), «En Memoria de Finlay» (1950), «Historia de la Cirugía en Cuba» (1965), «Nicolás J. Gutiérrez, cirujano» (1965) y «Recordando a dos Maestros» (1975) [José Varela Zequeira y José A. Presno Bastiony].10
CONSIDERACIONES FINALES
Perteneció a la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, a la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, a la Sociedad de Urología, fue Vicepresidente de la Sociedad Nacional de Cirugía, Presidente de Honor de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina y miembro de numerosas sociedades científicas nacionales y extranjeras. Presidió el Consejo Científico del Ministerio de Salud Pública.
Al crearse en Cuba el Sistema de Grados Científicos su nombre figuró a la cabeza de los que recibieron en 1981 el de Doctor en Ciencias Médicas. Ese mismo año se le otorgó la recién instituida Orden «Carlos J. Finlay», la más alta condecoración científica nacional, y dos años después, al crearse la Orden «Frank País» para honrar a los «educadores por sus extraordinarios méritos adquiridos en la educación y por haber contribuido de manera relevante y abnegada a la formación intelectual y educacional de los ciudadanos», se le confirió con la categoría superior de Primer Grado.
Cargado de años, de honores y de la satisfacción del deber cumplido de manera cabal en todas las manifestaciones de la vida, falleció en La Habana el 23 de noviembre de 1984. Ante su tumba, sabiendo la fecundidad de su obra y de su ejemplo, pudo decir el eminente Profesor de Mérito de Medicina Legal Doctor en Ciencias Francisco Lancís Sánchez: «Algo nace, Maestro, cuando mueres».11
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Delgado García G. Los estudios de historia de la medicina en Cuba. En: Delgado García G. Estudios sobre Historia Médica Cubana. Cuad. Hist. Sal. Púb. No. 66. La Habana. 1983:4-27.
2. Delgado García G. Palabras de presentación del profesor doctor Eugenio Torroella Mata en la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina. Cuad. Hist. Sal. Púb. No. 71. La Habana. 1986:196.
3. Torroella Mata E. Recordando a dos Maestros. Cuad. Hist. Sal. Púb. No. 71. La Habana. 1986:198-205.
4. Torroella Mata E. Historia de mi vida y otros trabajos. Cuad. Hist. Sal. Púb. No. 71. La Habana. 1986:260.
5. Torroella Mata E. Certificado de nacimiento. En: Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Est. 5297.
6. Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Exped. Est. 5297.
7. Delgado García G. Torroella Mata, Eugenio (1896-1984). Diccionario Biográfico Médico Hispanoamericano. Editorial ARTEPROCA. Caracas. 2007:577.
8. Torroella Mata E. Expediente laboral No. 201538. Archivo de la Oficina del Historiador del Ministerio de Salud Pública. La Habana.
9. Delgado García G. Bibliografía activa del profesor Eugenio Torroella Mata. En: Torroella Mata E. Historia de mi vida y otros trabajos. Cuad. Hist. Sal. Púb. No. 71. La Habana. 1986:142-5.
10. Delgado García G. Documentos para la biografía del profesor Eugenio Torroella Mata. En: Torroella Mata E. Historia de mi vida y otros trabajos. Cuad. Hist. Sal. Púb. No. 71. La Habana. 1986:98-142.
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