En el Aula Magna del Colegio San Gerónimo de La Habana la Vice-Presidenta de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina, Profesora Consultante María del Carmen Amaro Cano, dio la bienvenida a los asistentes a la Sesión Científica para rendir homenaje al destacado Profesor Titular de Patología Quirúrgica, Doctor Roberto Guerra Valdés.
En las palabras de bienvenida la Vice-Presidenta señaló algunos de los hechos más relevantes de la vida del Profesor, entre los cuales destacó el haber sido Jefe de la primera ayuda médica internacionalista cubana cuando el terremoto de Chile en 1960 y haber sido uno de los profesores que integrara la primera misión docente a Argelia en 1969, así como uno de los primeros cirujanos a quien la Sociedad Cubana de Cirugía otorgara la categoría de Miembro de Honor. Se refirió también al Profesor como un hombre comprometido con su tiempo, de amplia cultura, amante de la música, el teatro y la literatura, compañero y amigo entrañable de sus colegas más cercanos y gran coraje para enfrentar las adversidades.
La Vice-Presidenta presentó a la Presidencia del acto, integrada por el Dr. Gregorio Delgado García, Presidente de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina, el Profesor de Mérito Gilberto Pardo Gómez, Jefe del Grupo Nacional de Cirugía Asesor del Minsap; el Dr. Juan Manuel Diego Cobelo, Vice-Presidente de la Sociedad Cubana de Educadores en Ciencias de la Salud y el Dr. Ángel Hechavarría Puentes, en representación de la Sociedad Cubana de Salud Pública. Explicó que el Dr. Ernesto de la Torre Montejo, Presidente del Consejo Nacional de Sociedades Científicas de la Salud le solicitó disculpara su ausencia, cuestión que lamentaba mucho, pues el Profesor Guerra y él eran, además de compañeros, grandes amigos.
A continuación invitó a todos los presentes a escuchar las notas del Himno Nacional.
De inmediato el Presidente de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina ofreció una reseña biográfica del Profesor Guerra Valdés, destacando que era hijo del capitán del Ejército Libertador de Cuba, Luis Guerra Pérez, quien había sido estudiante de medicina en Europa y ocupó poco después el cargo de ayudante del Titán de Bronce en Pinar del Río. A continuación explicó que Roberto Guerra cursó sus primeros estudios en los colegios religiosos Hermanos de La Salle y Belén y que, en sus estudios de medicina, de las 32 asignaturas de la carrera obtuvo 31 sobresalientes y 1 aprovechado, además de 14 premios ordinarios y al graduarse ganó por concurso la plaza de Médico Interno en el Hospital Universitario «General Calixto García». Se refirió también a que, en 1954 fue promovido a Profesor Titular y que, al triunfo de la revolución fue Coordinador del Servicio Médico Rural, fue también uno de los médicos que integró la primera misión de ayuda médica cuando el terremoto en Chile en 1960 y meses más tarde, al producirse el éxodo de muchos de los profesores del claustro de medicina lideró, junto al Profesor José Antonio Presno Albarrán, al pequeño grupo que permaneció en la docencia. A finales de ese año 1960 fue nombrado Decano de la Escuela de Medicina, cargo que ostentó hasta 1963, en que partió para el Plan Santiago. Se refirió también el Dr. Delgado a que las operaciones de corazón iniciadas en EUA, se efectuaron en Cuba en los años 50s por un reducido grupo de cirujanos liderados por el doctor Antonio Rodríguez Díaz, pionero en este campo y que Guerra se sumó al grupo por el dominio que tenía de la cirugía torácica y vascular, de ahí que se le considere entre los pioneros de la cirugía cardiovascular en Cuba.
Al concluir sus palabras, el Presidente de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina solicitó de los presentes, que tuvieran anécdotas, recuerdos del ejercicio profesional y profesoral y del compañero y amigo, que compartieran esas vivencias con los participantes.
El Profesor Gilberto Pardo Gómez fue el primero en intervenir, refiriendo sus recuerdos de la época en que era Residente de Cirugía y tuvo el privilegio de contar al doctor Guerra como Profesor. Recordó cómo en los primeros años del triunfo revolucionario Guerra fue, junto al Profesor Presno Albarrán -su gran compañero y amigo- uno de los pilares del nuevo modelo para la docencia del posgrado en cirugía general. En su intervención se refirió al especial afecto que sintiera el Profesor Guerra por uno de sus alumnos, presente en la Sesión Científica, al que invitó a compartir sus recuerdos.
Seguidamente intervino el Profesor Manuel Fuentes Rodríguez, que con evidente emoción recordó a su maestro, no solo como médico cirujano, sino como ser humano, destacando sus virtudes más relevantes, entre las cuales mencionó su inteligencia, su racionalidad y su tenacidad. Destacó que después del triunfo revolucionario, estaba en las mejores condiciones para seguir cosechando triunfos como cirujano; sin embargo, prefirió dedicar su talento, conocimientos y energía a transformar la enseñanza médica y a sentar las bases de la cirugía experimental para hacer progresar la cirugía en Cuba. Señaló también que siendo jefe del Servicio de Cirugía del Hospital «Comandante Manuel Fajardo», introdujo en 1962, como primera actividad del día, la entrega de guardia, actividad que hoy en día se realiza en todas las instituciones hospitalarias del país.
A continuación intervino el Profesor Justo Piñeiro Fernández, recordando la época de la dictadura batistiana y su participación en la lucha revolucionaria y la ayuda que le prestara el Profesor Guerra en esos tiempos. Recordó que el Profesor Guerra, como miembro del Secretariado del Colegio Médico Nacional participó en las denuncias formuladas contra el régimen batistiano y como Presidente de la Junta de Gobierno del Hospital «General Calixto García» se manifestó en defensa y ayuda de estudiantes heridos o clandestinos. Al triunfo de la revolución se incorporó al Partido Médico de la Revolución, desde su fundación en agosto de 1959 en el anfiteatro del Hospital Universitario General Calixto García, siendo un miembro muy activo de su Comité Gestor. Por último, recordó cómo en 1972 fue nombrado Jefe del Departamento de Cirugía Experimental y de Trasplante del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas «Victoria de Girón».
El Profesor Juan Manuel Diego Cobelo inició su intervención explicando que no podía falta a esta Sesión Científica en homenaje al Profesor Guerra, porque él era uno de los alumnos agradecidos. Recordó la ayuda que le prestara su Profesor para elaborar su Tesis de Grado, especialmente porque él conocía de sus actividades revolucionarias, que le limitaban el tiempo para el estudio.
Después intervino el Profesor Bartolomé Arce y compartió con el auditorio sus recuerdos de su época de estudiante, en que conoció al Profesor Guerra; pero luego no tuvo más relación, atendiendo a que su especialidad no es la cirugía, sino la endocrinología. Años más tarde, coincidirían en la primera misión docente de salud cubana, en Argelia, en 1969. Ellos fueron para Orán, a la Facultad de Medicina de esa ciudad. Allí compartieron al inicio como compañeros; pero al prolongarse la estadía a un año, se convirtieron en amigos.
A continuación intervino la Vice-Presidenta de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina para recordar no solo al destacado médico cirujano y profesor, sino al extraordinario ser humano. Recordó cuando su entrañable compañero y amigo, el Profesor José Antonio Presno Albarrán sufrió su primer infarto cardíaco y de inmediato Guerra estuvo a su lado. Otras dos virtudes del Profesor Guerra destacó la Profesora Amaro, su sencillez y modestia, aunque todos reconocían su altísima competencia. Hizo alusión también al coraje del doctor Guerra cuando sospechó que tenía cáncer de próstata y llamó a uno de sus alumnos, el doctor Osorio, para que lo tratara.
Por último, la Vice-Presidenta dijo que lamentaba profundamente que entre los presentes no se encontraran muchos de los estudiantes y jóvenes cirujanos que deberían conocer los aportes de esta destacada personalidad de las ciencias médicas cubanas. ¡Honrar, honra! -decía Martí- recordó la Profesora, y todos los presentes nos honramos hoy -dijo- al rendir tributo a la memoria de uno de sus más fieles hijos y destacado profesional, profesor y científico, el Profesor Roberto Guerra Valdés.
Luego de estas palabras, el Presidente, Dr. Gregorio Delgado García -al no producirse ninguna otra solicitud de la palabra- dio por terminada la Sesión Científica, agradeciendo a todos los presentes por su asistencia.
Dra. María del Carmen Amaro Cano
Vice-Presidenta de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina
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