Al amparo de tu seno
… el cáncer de mama le impone a la mujer un gran desafío que demanda de los científicos constantes investigaciones en la búsqueda de nuevas técnicas menos invasivas y más efectivas en su tratamiento. Sin embargo, es necesario pensar en su rehabilitación, en neutralizar las secuelas psicológicas de la paciente y sus familiares, en la manera de asumirse luego de la operación y ser asumida.
Por ello, a partir de la iniciativa de profesionales vinculados al Grupo de Mastología en el Hospital Universitario Manuel Fajardo, de la capital cubana, surgió en 2003 el proyecto Alas por la Vida, integrado por pacientes, familiares, amigos, profesionales de distintas especialidades y técnicos de la salud.
Según el doctor Alexis Cantero Ronquillo, especialista en segundo grado en Cirugía y promotor del grupo: «Se trata de transmitir amor, confianza, seguridad, armonía. El objetivo es apoyar a la mujer en su reincorporación a la sociedad y a su vida sexual, personal y espiritual luego de una intervención quirúrgica de este tipo. Desterrar el estrés, elevar su autoestima y calidad de vida».
En sus encuentros habituales cada dos meses se abordan temas como la adecuada alimentación, la depresión, la violencia familiar, la medicina alternativa, la sistemática actividad física, la sexualidad y aspectos bioéticos de la Oncología que les permiten un mayor conocimiento de la enfermedad y más saludables hábitos de vida.
Señala el especialista que el baile-terapia y las actividades culturales de distintas manifestaciones artísticas han complementado el enfoque científico del proyecto que ya tiene su eco en otras provincias del país como Matanzas, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos.
De esta manera se les propicia un espacio de disfrute a quienes, tras la detección y operación del cáncer de mama se aíslan porque creen que su vida, en parte, se ha detenido en el tiempo.
«Otra de nuestras prioridades de trabajo radica en que nuestra labor trascienda a aquellas mujeres que, en calidad de sanas, pueden sumarse al Programa de diagnóstico precoz del cáncer de mama. Ellas necesitan de nuestra comprensión y apoyo dada la existencia, incluso, de tantas afecciones no malignas del seno que constantemente ponen a prueba su valor e integridad emocional», concluyó el doctor Cantero.
Fuente del artículo completo: Juventud Rebelde
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