osteoporosis

Un estudio realizado por investigadores del departamento de Fisiología y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos “José Mataix” de la Universidad de Granada (UGR) (España) ha advertido del aumento en la incidencia de patologías osteomusculares (POMs) debido a una excesiva práctica deportiva, o a una mala técnica al practicar deporte. Las POMs son lesiones inflamatorias o degenerativas en el sistema músculo esquelético, con afectación articular, muscular, tendinosa y/o neurológica. Ampliar…

La osteoporosis es la enfermedad más frecuente de los huesos y es considerada un problema de salud pública, en donde el envejecimiento es uno de los factores de riesgo cuyo diagnóstico, generalmente, se realiza después de la primera fractura.

De acuerdo con el estudio Latin American Audit: Epidemiología, Costos e Impacto de la Osteoporosis 2012 de la Fundación Internacional de Osteoporosis, en Latinoamérica se registra un aumento de la población de edad avanzada, por lo que aumentarán las enfermedades crónicas, entre ellas la osteoporosis. Ampliar…

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Un equipo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra ha demostrado la alta sensibilidad que ofrecen tres marcadores de remodelado óseo a la hora de descartar si una paciente postmenopáusica padece o no osteoporosis.

Según las especialistas del Laboratorio de Bioquímica del centro hospitalario, las doctoras Patricia Restituto y Nerea Varo, mediante un simple análisis de sangre se pueden conocer los niveles de los tres marcadores y detectar así la presencia de un recambio del hueso acelerado. En caso positivo sería necesaria una densitometría para confirmar el diagnóstico. Las expertas se basan en un estudio sobre 152 mujeres, reclutadas por las doctoras Sonsoles Botella, Amparo Calleja e Inmaculada Colina.

Actualmente, el método recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el diagnóstico de la osteoporosis es la densitometría ósea. La pauta general indica la realización de una densitometría únicamente a aquellas mujeres postmenopáusicas que presenten al menos un factor de riesgo de padecer osteoporosis.

«Sin embargo -destacan las doctoras Restituto y Varo- existen dos claros inconvenientes en la práctica diaria. Por un lado, la densitometría es una prueba económicamente muy costosa. Por otro, debido a una limitación en el número de equipos disponibles en nuestro país, no a todas las mujeres postmenopáusicas con factores de riesgo se les realiza una densitometría, aunque clínicamente esté justificado». Por esta serie de circunstancias, apuntan ambas especialistas, «la osteoporosis no se diagnostica en estadios tempranos».

La epidemia silenciosa

La osteoporosis ha sido bautizada por la OMS como la epidemia silenciosa. Según explica la Dra. Calleja, «se trata de una enfermedad en la que el paciente sufre una pérdida de masa ósea que puede repercutir en el deterioro de la calidad del hueso. El problema es que el paciente no notará ningún síntoma hasta que sea demasiado tarde ya que antes de la fractura los síntomas suelen pasar desapercibidos, tanto para el paciente como para el médico».

Del último estudio epidemiológico completo realizado en España sobre la osteoporosis, se desprende que en 2010 se produjeron 200 000 fracturas por fragilidad, de las que 40 000 fueron de cadera; 30 000, de vértebras; 30 000, de antebrazo y las 100 000 restantes, de húmero y otras localizaciones.

La doctora Calleja aconseja, en este sentido, estudiar especialmente a tres colectivos: mujeres mayores de 65 años, varones mayores de 70 años y el grupo de mujeres y varones que presentan factores de riesgo debido a alguna enfermedad o a la toma de fármacos que disminuyen la masa ósea.
Junio 17/2014 (JANO)

Botella S, Restituto P, Monreal I, Colina I, Calleja A, Varo N.Traditional and novel bone remodeling markers in premenopausal and postmenopausal women.  J Clin Endocrinol Metab. 2013 Dec;98(12):4992. doi: 10.1210/jc.2013-2264.

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Predecir cómo la aterosclerosis, la osteoporosis o el cáncer progresarán o responderán a los medicamentos en cada paciente de manera individual es difícil. En un reciente estudio los investigadores dieron un nuevo paso hacia esa meta desarrollando una técnica capaz de predecir, a partir de una muestra de sangre, la cantidad de catepsinas –enzimas que degradan proteínas y que aceleran estas enfermedades- que una persona pueda producir.
Esta información específica del paciente puede ser útil en el desarrollo de enfoques personalizados para tratar estas enfermedades destructoras de tejidos.
«Registramos una variabilidad significativa en la cantidad de catepsinas producidas por las muestras de sangre colectadas en individuos sanos que pudieran indicar que el enfoque de un cantidad se ajusta a todos para la administración de inhibidores de catepsinas pudiera no ser la mejor estrategia para todos los pacientes con estas condiciones» dijo Manu Platt, profesor asistente en el Wallace H. Coulter Department of Biomedical Engineering at Georgia Tech and Emory University.
El estudio fue publicado en línea en octubre de 2012 en la revista Integrative Biology.
Platt y colaboradores colectaron muestras de sangre de 14 individuos sanos, extrajeron los monocitos y los estimularon con ciertas moléculas para convertirlas en macrófagos u osteoclastos. Con esto, los investigadores recrearon lo que ocurre en el organismo –los monocitos reciben estas señales a partir del tejido dañado, abandonan la sangre y se convierten en macrófagos u osteoclastos que se sabe contribuyen a los cambios tisulares que ocurren en la aterosclerosis, el cáncer y la osteoporosis.
A partir de lo anterior los investigadores desarrollaron un modelo que emplea diferentes señales de quinasas del paciente colectadas a partir de los macrófagos u osteoclastos para predecir la actividad específica en los pacientes de cuatro catepsinas: K, L, S y V.
«Las quinasas son enzimas que integran los estímulos de diferentes señales solubles, celulares y físicas para generar respuestas celulares específicas» explicó Platt. «Empleando enfoques de sistemas biológicos para relacionar señales y respuestas de diferenciación celular a través de la integración de señales a nivel de quinasas, fuimos capaces de predecir matemáticamente cantidades relativas de actividad de catepsinas y distinguir qué donantes de sangre mostraban mayor actividad de catepsinas comparados con el resto».
La previsibilidad para todas las catepsinas varió de 90 a 95 % para ambos, macrófagos y osteoclastos, a pesar de existir un rango en el nivel de cada catepsina en las muestras de sangre analizadas.
«Estamos muy satisfechos con los resultados porque nuestro modelo alcanzó un nivel de predicción muy alto desde la simple extracción de sangre y superó el reto de incorporar las señales complejas y desconocidas de los fondos genéticos y bioquímicos únicos de cada paciente», dijo Platt.
Según Platt, el siguiente paso será evaluar la capacidad del modelo para predecir la actividad catepsina usando muestras de sangre de individuos con las enfermedades de interés: aterosclerosis, osteoporosis o cáncer.
«Nuestro objetivo final es la creación de una técnica que informe al médico si el caso de una persona con cáncer u otra enfermedad destructiva del tejido va a ser muy agresivo a partir del momento en que la persona es diagnosticada, lo que permitirá al clínico elaborar y comenzar el mejor plan de tratamiento personalizado de inmediato», agregó Platt.
noviembre 19/2012 (Eurekalert)
Keon-Young Park, Weiwei A. Li and Manu O. Platt. Patient specific proteolytic activity of monocyte-derived macrophages and osteoclasts predicted with temporal kinase activation states during differentiation. Integr. Biol., 2012, DOI: 10.1039/C2IB20197F.

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Científicos del Centro de Investigación Biomédica del Instituto Nacional de Investigación de la Salud (NIHR BRC) en el King’s College London School of Medicine, Reino Unido, han identificado un único gen mutado que causa el síndrome de Hajdu-Cheney, un trastorno de los huesos responsable de una pérdida ósea progresiva y osteoporosis. El estudio, que se publica en Nature Genetics, proporciona información vital sobre las posibles causas de la osteoporosis y apunta al gen como una posible diana para tratar el trastorno. Existen solo 50 casos conocidos de síndrome de Hadju-Cheney (SHC), en los que la osteoporosis grave es la principal característica. La osteoporosis es un trastorno que conduce a la reducción de la fuerza ósea y la susceptibilidad a las fracturas. Es la enfermedad ósea más común y representa un importante problema de salud ósea y hasta la aparición de este estudio se sabía poco sobre sus posibles causas genéticas. Los investigadores comenzaron a estudiar las causas genéticas del síndrome para detectar pistas sobre el papel que podrían jugar los genes en el desarrollo de la enfermedad. Sus autores utilizaron la técnica conocida como secuenciación del exoma para identificar genes causantes de enfermedad, y al someter el ADN de tres pacientes de distintas familias con SHC, determinaron que el NOTCH2 era el gen causante. Los investigadores confirmaron entonces sus descubrimientos en otras 12 familias afectadas, 11 de ellas tenían una alteración en la porción idéntica del mismo gen. Según explica el Dr. Richard Trembath, responsable de la división de genética del Colegio Real de Londres y director médico del NIHR BRC, «hasta ahora sabíamos muy poco sobre los mecanismos genéticos de esta grave enfermedad ósea. Pero estos descubrimientos añaden conocimientos de este raro trastorno y proporcionan una importante base para desarrollar estudios futuros en más formas comunes de osteoporosis, incluyendo el desarrollo de posibles nuevas terapias».
Marzo 9, 2011 Jano

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