Los doctores Adriana Ugarte y Martín Sangueza del Servicio de Patología del Hospital Obrero Nro. 1 en La Paz, Bolivia, presentan este caso de un paciente masculino, de 79 años, que presenta ampollas de gran tamaño, con contenido líquido transparente en miembros superiores e inferiores, predominantemente en pliegues y asociadas a escozor. Ampliar…
La investigación y trabajo sobre la teoría del adjetivismo, que provoca impacto en el cerebro y permite mejorar la salud, superar traumas, recuperar la memoria y ayuda a mejorar el aprendizaje en el estudio aplicando el método neurolingüístico, sostiene la postulación del científico boliviano John Paz Soldán al Premio Nobel de Medicina.
«Se investigó y se profundizó hasta determinar la teoría del adjetivismo, que dice que el cerebro decodifica los eventos de una manera que gramaticalmente la podemos entender; es un aporte que se está aplicando en estudiantes y hasta para terapias», explicó Paz Soldán en entrevista con Xinhua.
Los requisitos para la admisión de la postulación al Premio Nobel de Medicina fueron entregados el 31 de enero pasado. Desde 1901, los premios Nobel se entregan en Suecia a las personas que realizaron investigaciones y descubrimientos en beneficio de la humanidad. Los estatutos del Nobel admiten postulaciones para Medicina y Psicología por parte de ganadores del premio, miembros del comité, miembros de la Real Academia Sueca de las Ciencias y del Comité Nobel de Fisiología y Medicina. Los nombres de los ganadores se conocerán a principios de octubre.
Según el investigador, los científicos pueden demostrar esta teoría debido a los resultados obtenidos en diferentes áreas, en las que la neurología ha sido la más interesada. Este estudio se trabajó por cinco años, y aunque no es una cura, ayuda bastante en muchas terapias, y es un gran aporte para el aprendizaje escolar. «Estoy investigando el adjetivismo desde hace cinco años (2008). El antecedente inicial es que enseñé literatura enviando al cerebro diferentes esquemas gramaticales, y en poco tiempo los alumnos ya estaban escribiendo cuentos y poemas, algo admirable», aseveró.
Paz Soldán es el primer postulante boliviano al Premio Nobel de Medicina por su investigación y trabajo sobre el adjetivismo. En marzo de 2012 firmó un convenio con la Universidad Tecnológica Boliviana (UTB) para difundir sus trabajos y promover las técnicas de estudio sobre cómo mejorar el estudio aplicando el método neurolingüístico. El trabajo del científico también ingresó al área médica. En 2011 trató a una paciente que padecía afasia (trastorno del lenguaje por un daño cerebral), quien tenía el pronóstico de restablecerse en más de un año. Con el uso metodológico de adjetivos y sustantivos dictados al oído por el científico y personal del hospital, la recuperación fue en tres días. Dijo que este emprendimiento se realizó gracias al apoyo de neurólogos, neurocirujanos especializados en imagenología y electroencefalógrafos.
Se pudo determinar la teoría que denominamos «adjetivismo», porque «nos hala la mente hacia adjetivos calificativos».La investigación fue avalada por el Instituto de Medicina Nuclear (Inamen) y el Departamento de Tomografía de la Universidad Católica de Chile. Otros estudios fueron acreditados por el Hospital del Niño, el Centro de Imagen Molecular, además de neurocirujanos, neurólogos e ingenieros.
John Paul Paz Soldán Llanos nació en La Paz el 5 de enero de 1964. Comenzó sus estudios de Economía en Utah, Estados Unidos, culminándolos en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Es economista, escritor, neurolingüista y recientemente fue nombrado científico.
Paz Soldán confesó que apostó por lo más desafiante: la escritura. «A diferencia de la oralidad, la escritura requiere otras destrezas comunicativas y por tanto asume una mayor responsabilidad».
ÁREAS DE APLICACION
El investigador indicó que el descubrimiento sobre el cerebro se puede aplicar en áreas como la medicina, la psicología y la educación, entre otras. «Una palabra clave, adjetivos, sustantivos, verbos o adverbios dictados a una parte del cerebro permite controlar el voltaje y la irrigación sanguínea para mejorar la salud, controlar casos neurológicos y violencia», explicó.
El último caso que atendió fue el de un paciente joven. «Él sentía placer al ver correr la sangre mientras se hacía cortes en su cuerpo. Logramos curarlo en seis sesiones y hoy vemos que hay grandes cambios en esa persona».»Lo interesante de todo esto es que una vez consolidada la teoría del adjetivismo se comenzó a aplicar, ahora a mayor rango.
Recientemente, casi con 1200 estudiantes en la ciudad de Oruro (oeste), los estudiantes de medicina pudieron entender lo que es practicar esta metodología», explicó. Según Paz, la idea es cambiar el estado cerebral, la perfusión sanguínea cerebral, a un estado más elevado, de mayor atención. Dijo que los estudiantes cambiaban su expresión, les resultaba «mucho más fácil» expresarse, manejar el vocabulario, «ya que se vive en una sociedad donde se tiene cada vez menos vocabulario en nuestra memoria, es decir, tanto aferrarnos a la televisión, a lo que ya está hecho y restringir nuestra imaginación, entonces, los estudiantes cada vez se ven más limitados a expresarse».
marzo 28/2014 (Xinhua)
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El achachairú, un árbol frutal de origen boliviano, se mostró eficaz para combatir ciertos tipos de células cancerígenas en pruebas realizadas en laboratorio por científicos de la brasileña Universidad do Vale do Itajaí (Univali), se informó recientemente.
Los investigadores de la Univali consiguieron aislar dos compuestos de extractos de la planta que, al menos en laboratorio, tuvieron efecto para inhibir las células tumorales en casos de cáncer de próstata, mama y riñón, señaló este miércoles la universidad en un comunicado.
El descubrimiento, hecho en asociación con investigadores de la también brasileña Universidad de Campinas (Unicamp), fue destacado en un artículo publicado recientemente en una revista científica internacional.
El achachairú («Garcinia achachairu»), una fruta comestible muy apetecida por los bolivianos, que la usan para producir refrescos, helados y postres, constituye una «nueva esperanza en el combate del cáncer», señaló la Univali.
En Bolivia la medicina tradicional utiliza la cáscara de la fruta y la corteza del árbol del achachairú como cicatrizante y para tratar problemas como reumatismo, inflamación, problemas gástricos y manchas en la piel.
Pese a ser prácticamente desconocido en Brasil, el fruto ya fue adaptado a diferentes regiones brasileñas, entre las cuales Santa Catarina, estado del sur del país en que la Univali tiene su sede.
La investigación de la universidad brasileña fue realizada en el desarrollo de un proyecto apoyado por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted) para identificar nuevos agentes terapéuticos a partir de la biodiversidad regional.
«Hicimos pruebas con extractos de diferentes partes de la planta y obtuvimos los mejores resultados con las ramas», afirmó el investigador Rivaldo Niero, uno de los responsables por el estudio, citado en el comunicado de la Univali.
«Ya aislamos e identificamos dos sustancias raras que parecen ser las responsables por el efecto biológico evidenciado», agregó el científico, quien admitió que esas propiedades, así como su seguridad y toxicidad, aún tiene que ser probadas en humanos.
Valdir Cechinel Filho, otro de los investigadores de la Univali, explicó que los estudios proseguirán en adelante en asociación con el Centro de Investigación en Cáncer de la Universidad de Salamanca (España).
La nueva fase de la investigación, con pruebas en modelos «in vivo», se propone elucidar los mecanismos de acción de los principios activos, según Cechinel Filho.
marzo 13/2014 (EFE)
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