«¿Tiene alzhéimer o qué le pasa?» Cuando alguien olvida algo importante, muchas veces se hacen este tipo de bromas. Pero a quienes conocen esta enfermedad incurable, así como sus terribles consecuencias y su rápido desarrollo, la sonrisa se les borra rápido de la cara.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzhéimer declararon el 21 de septiembre «Día Mundial del Alzhéimer», con el propósito de dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto.
En todo el mundo, más de 35 millones de personas sufren esta afección incurable, que causa una degeneración del cerebro por lo que el paciente pierde la memoria, sufre un deterioro intelectual y un cambio de la personalidad. La cifra de enfermos aumenta de manera drástica. «Lamentablemente, nuestra sociedad no está bien preparada para la enorme magnitud y la creciente dimensión del problema», dijo el renombrado neurólogo alemán Gereon Fink.
Los científicos calculan que 115 millones de personas desarrollarán algún tipo de demencia para el 2050. No existen medicamentos para curar la condición, pero a veces los remedios ayudan a demorar la aparición de los síntomas. Sin embargo, los medicamentos «antidemencia» solo ayudan cuando se tiene un diagnóstico temprano. Y justo en la detección precoz de la enfermedad es donde existen fallas, destacaron.
La enfermedad de alzhéimer causa la muerte continua de las neuronas. Los recuerdos se borran, la personalidad cambia. Los enfermos pierden la orientación temporal y espacial, se vuelven inactivos, desvalidos y necesitan ayuda las 24 horas del día. Los pacientes con demencia no pueden apelar a conocimientos anteriores, muchas de las cosas aprendidas simplemente desaparecen, también la «propia biografía».
Para los familiares supone una gran carga tener que ocuparse y cuidar a una persona con la enfermedad. Muchos especialistas recalcan la importancia de brindar apoyo y capacitación a los cuidadores, porque es una condición que afecta al grupo familiar. Según el geriatra panameño Viterbo Osorio, el 20% de las personas que cuidan en sus hogares a un paciente con la afección cancelan sus citas médicas, mientras que el 36% toma fármacos para dormir y el 34% ingiere tranquilizantes. Además, el 51% admite que tiene depresión.
Debido a que la enfermedad no tiene cura, la detección temprana adquiere una importancia especial. «Muchos estudios han demostrado que un alto nivel de formación actúa como protector, al igual que mantener al cerebro en actividad», explicó Fink.
La diabetes mellitus y las enfermedades metabólicas son considerados factores de riesgo. El «deporte y la actividad física regular juegan un rol importante en la prevención de la enfermedad de alzhéimer», recalcó el experto alemán.
Colonia, Alemania, septiembre 20/2010 (dpa)
Declaran «Día Mundial del Alzhéimer»
En: Noticias