La incidencia del cáncer de mama aumentó un 20 % entre 2008 y 2012, con 1,67 millones de nuevos casos diagnosticados el año pasado, lo que lo convierte en el segundo tipo de cáncer más común en el mundo y, con diferencia, el más frecuente entre mujeres, tanto en el mundo desarrollado como en desarrollo.
La mortalidad de este tipo de cáncer se incrementó en esos cuatro años un 14 %, con un total de 522 000 muertes en 2012, aunque es aún la quinta causa de muerte por la enfermedad, según los últimos datos divulgados en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, entre mujeres el de mama es el tipo de cáncer más mortífero en el mundo en desarrollo (324 000 muertes en 2012) y el segundo que más muertes provocó en los países desarrollados (198 000), solo detrás del cáncer de pulmón.
«A medida que avanzan, los países en desarrollo experimentan cambios en el estilo de vida que aumentan la incidencia de la enfermedad, mientas que los avances médicos no llegan a tiempo a las mujeres de esas regiones», explicó David Forman, presidente del servicio de información de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), que depende de la OMS.
Entre los cambios de estilo de vida con incidencia sobre el cáncer de mama, Forman destacó «la dieta, cambios hormonales y nuevas pautas reproductivas», ya que las mujeres tienen ahora menos hijos, más tarde y los amamantan durante menos tiempo.
Del total de casos de cáncer diagnosticados en 2012, el 25 % fueron de mama, de los que 883 000 se registraron en países menos desarrollados y 794 000 en el mundo desarrollado.
La prevalencia y mortalidad del cáncer de mama irá en aumento en los próximos años, ya que según las previsiones de la OMS, para 2025 habrá hasta de 2,5 millones de nuevos casos y hasta 800 000 muertes.
La parte positiva está en que el cáncer de mama es uno de los que más avances han logrado en su tratamiento, con un alto grado de efectividad si se detecta en fases tempranas, algo para que lo que es imprescindible incluir las mamografías en la rutina de los servicios médicos de todos los países.
«Con la correcta combinación de medidas, que abarcan quimioterapia, radioterapia, tratamientos hormonales y cirugía, podemos curar casi el 95 % de los casos de cáncer de mama», afirmó el presidente de la sección de prevención de la IARC, Rengaswamy Sankaranarayanan.
Frente a las escasas diferencias en cáncer de mama entre países desarrollados y en desarrollo, el cáncer en el cuello uterino si que presenta una tasa de prevalencia mucho mayor en los países de bajos ingresos, donde se concentran cerca del 85 % de los casos, con especial incidencia en África Subsahariana e India.
El pasado año se diagnosticaron 528 000 nuevos casos de cáncer cervical en el mundo y 266 000 muertes relacionadas, de las que el 87 % se produjeron en el mundo menos desarrollado.
No obstante, la incidencia de este cáncer se puede recortar drásticamente en las próximas generaciones gracias a la vacuna contra el virus del papiloma -una de las principales causas de cáncer cervical-, hasta en un 80 % de los casos si se administra a las jóvenes antes del inicio de las relaciones sexuales.
En total, el pasado año se detectaron 14,1 millones de casos de cáncer -7,4 millones entre hombres y 6,6 entre mujeres-, un 11 % más que en 2008, mientras que su mortalidad aumentó un 7,8 %, hasta los 8,2 millones de muertes.
Los tipos de cáncer más comunes son el de pulmón, que representa el 13 % del total (1,8 millones de casos); el de mama (12 %) y el de colon, que supone el 9,7 % del total (1,4 millones de casos).
Los cánceres más letales son el de pulmón, con 1,6 millones de muertes en 2012 (19,4 % del total); el de hígado, que causó 800 000 muertes (9,1 %) y el de estómago, con 700 000 muertes (8,8 %).
diciembre 11/2013 (EFE)
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